El caso por el atentado contra Miguel Uribe Turbay avanza con la captura de dos supuestos cómplices del sicario

Una de las pocas certezas del atentado contra el precandidato presidencial colombiano Miguel Uribe Turbay, perpetrado el sábado 7 de junio en Bogotá, es que el joven sicario que disparó es apenas la punta del iceberg. Capturado minutos después del ataque, el adolescente prometió dar los nombres de quienes lo habían contratado. “Fue el man de la olla”, exclamó cuando aún tenía consigo el arma, en referencia a un expendio de drogas. Unos días después, el entramado comenzó a visibilizarse: unas grabaciones de las cámaras de seguridad de la zona, según divulgó Caracol Televisión, muestran que al menos tres cómplices le asistieron en los momentos previos al atentado. La Fiscalía ha mantenido un fuerte hermetismo, pero ha informado de la captura y judicialización de dos personas.

Los tres supuestos cómplices, dos hombres y una mujer, estaban en un carro al que el sicario entró unos minutos antes del atentado para recoger el arma y cambiarse de ropa. Katerine Andrea Martínez, alias Gabriela, fue quien presuntamente le entregó la pistola Glock. Tiene 19 años y fue capturada en Caquetá, en el sur de Colombia. Carlos Eduardo Mora, por su parte, era el conductor. Según informó la Fiscalía en un comunicado, había realizado el reconocimiento previo del lugar del ataque el jueves 5 de junio. El tercero es otro hombre que, junto a Martínez, siguió al sicario a paso lento luego de que este abandonara el carro para acercarse al mitin que lideraba Uribe. La Fiscalía no ha revelado información sobre él de manera oficial. Varios medios lo identifican, a partir de filtraciones judiciales y policiales, como alias El Costeño, Bayron o El Negro: tendría, según esas informaciones, 41 años y antecedentes de hurto agravado y porte ilegal de armas de fuego.

Mora, el conductor, fue capturado el jueves en Bogotá. La Fiscalía lo acusó de homicidio en grado de tentativa, porte ilegal de armas de fuego y uso de menores de edad en la comisión de delitos. No aceptó los cargos. La justicia le dictó una medida de prisión preventiva y quedó detenido, al igual que el sicario, en la sede central de la Fiscalía. Martínez, en tanto, fue capturada el sábado en la ciudad colombiana de Florencia (Caquetá), a donde había huido tras el ataque. Fue imputada con los mismos cargos que Mora y también optó por no aceptarlos. Este martes, el juzgado le impuso una medida de prisión preventiva que, por ahora, se cumplirá en el búnker de la Fiscalía: las autoridades temen que los autores intelectuales del intento de magnicidio puedan asesinarlos si son trasladados a un recinto carcelario.

Los testimonios

La Fiscalía ha mantenido un fuerte hermetismo y ha cuestionado “la filtración de elementos materiales probatorios y la divulgación de especulaciones e hipótesis apresuradas”. La entidad considera que estas especulaciones, como el señalamiento del presidente Gustavo Petro contra la “nueva junta del narcotráfico” en Dubái, pueden “crear confusión” y afectar las investigaciones. “Como única vocera oficial del ejercicio de la acción penal, la Fiscalía informará oportunamente los avances excluidos de reserva legal, cuya difusión no comprometa el curso de las indagaciones”, se lee en un comunicado del 12 de junio. Las audiencias de Mora y Martínez han sido de carácter reservado, sin acceso a la prensa y sin mayor información que escuetos comunicados.

Varios medios de comunicación, sin embargo, han ido revelando más información sobre el caso. Según El Tiempo, el joven que disparó contra Uribe declaró que fue contratado por El Costeño y que este le ofreció 20 millones de pesos (unos 4.900 dólares) por el atentado. De acuerdo con la declaración, solo se enteró de quién era su objetivo cuando ingresó al carro en el que estaban los otros tres implicados. Mora, en tanto, aseguró que él solo era el conductor del Costeño y que había recogido varias veces a sus dos compañeros en un apartamento cerca del centro comercial Plaza de las Américas.

Tanto el sicario como Mora señalaron, según el periódico bogotano, que El Costeño recibía órdenes desde Ecuador de otro líder criminal, El Churco. El Gobierno del país vecino, en tanto, ha respondido que no tiene información al respecto y que Colombia aún no le ha solicitado colaboración.

Noticias RCN, por su parte, reveló el expediente policial de Martínez, oriunda de Barranquilla y más conocida como Gabriela. Señaló que es modelo webcammer y que fue capturada con 1,1 millones de pesos (unos 270 dólares) y dos celulares de alta gama que pueden ser claves en las investigaciones. También que la mujer declaró haber sido utilizada como “pantalla”. “Estoy detenida por homicidio, porte de arma y algo de menor de edad, pero yo estaba allí de pantalla porque me amenazaron”, dijo. Las demás filtraciones, no obstante, señalan que es la pareja de El Costeño y que también tiene antecedentes penales.