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David Racero, un congresista clave para Petro y defensor de su consulta popular, es señalado de precarización laboral y clientelismo

El periodista Daniel Coronell revela audios y chats, en los que el político ofrece un trabajo de 13 horas diarias, seis días a la semana y sin prestaciones sociales para su negocio

David Racero, presidente de la Cámara de Representantes y miembro de Pacto Histórico, en Bogotá, Colombia.
Valentina Parada Lugo

David Racero, uno de los congresistas más cercanos al presidente Gustavo Petro y quien más ha impulsado la reforma laboral y la consulta popular para ello, vuelve a protagonizar un escándalo político. En medio del debate por los derechos de los trabajadores, el columnista Daniel Coronell ha revelado audios y chats que los muestran debatiendo un reparto clientelista de puestos con el director del estatal Servicio Nacional de aprendizaje (SENA) y dando instrucciones para ofrecer un cargo su empresa privada con condiciones inferiores a los mínimos exigidos por la ley.

En unos audios revelados por Coronell este domingo, en los que se escucha al antiguo presidente de la Cámara de Representantes ofrecer un trabajo a una mujer para el puesto de cajera. Aunque no se conoce la fecha del audio, el representante señala que la trabajadora debe laborar 13 horas diarias por seis días a la semana, para un total de 78 horas semanales. Ello a cambio de un pago de un millón de pesos mensual (239 dólares al cambio actual) y sin prestaciones sociales. El salario mínimo en Colombia llegó al millón de pesos en 2022, y desde entonces es superior. El pago de prestaciones sociales es obligatorio cuando hay contrato laboral, y la jornada semanal fue de 48 horas hasta 2023, para reducirse desde entonces de forma gradual hasta llegar a 42 horas en julio de 2026

“El pago es de un millón mensual, no tiene prestaciones, no tiene nada. Toca decirle que es de tiempo completo, 7.00 a.m. a 8.00 p.m. Un día de descanso a la semana”, se escucha. En septiembre pasado, el mismo Coronell había revelado que el legislador es dueño de un “fruver”, como se le llama a un mercado pequeño que vende frutas y verduras, y que usaba al conductor pagado por el Estado como parte de su equipo legislativo para ayudar en su negocio. La conversación ocurrió en la época de la pandemia, cuando Racero ya era congresista.

En los nuevos audios se escucha al representante por Bogotá una de las voces más notorias del petrismo en la cámara baja, hablar de la contratación de una mujer que tiene experiencia en manipulación de alimentos y que debería cumplir múltiples funciones en el mercado. “Ellos son toderos, no solo caja, sino que también arreglan, hacen pulpa, hacen aseo, lavan baños, lavan los pisos, arreglan la comida, estar dispuestos para todo”, dice.

Esta revelación llega en cuando el Gobierno, que intenta revivir su reforma laboral y salvar varias mejoras a los derechos laborales, ya sea vía Congreso o a través de una debatida consulta popular. En esa cruzada, Racero ha sido visible. Ha reclamado, en declaraciones públicas, que los congresistas se hayan opuesto a la consulta popular. “¿Por qué se niegan a que los trabajadores recuperen sus horas nocturnas para ser pagadas dignamente? ¿Por qué se niegan a recuperar el pago extra de los dominicales y los festivos? ¿Por qué se niegan a que los repartidores de Rappi, de todas esas plataformas, tengan seguridad social? Mezquindad se llama eso", dice en uno de sus videos.

Además de esa revelación que golpea la legitimidad de Racero como defensor de los trabajadores, Coronell reveló más detalles de una denuncia suya de septiembre anterior, sobre las solicitudes del congresista de obtener cargos en el SENA. Este viernes, se conocieron nuevos audios entre Racero y una señora a la que llama ‘Luzma’, y le relata cómo debe ser la operación clientelista en esa entidad. “(...) Tenemos que pasar la hoja de vida de alguien que ya trabaje en el Sena. Debe ser de carrera de planta para que el director lo coloque como subdirector encargado. ¿Cierto? Y ya lo empecemos a manejar", señala.

En la charla, en la que explica el paso a paso para supuestamente manejar el SENA, le dice: “La idea es colocar encargado esos cargos, sacar los que están en ese momento y poner los nuestros ¿Vale? Entonces necesitamos una persona que ya esté dentro del Sena. Obviamente de la causa, que tú conozcas y que se le mida a ser subdirector de alguno de los Sena. Cuando lo definamos con el director”.

Por estos indicios de clientelismo, la Procuraduría anunció el pasado viernes que abrirá una indagación previa contra Racero y Londoño. Según la entidad, que investiga faltas disciplinarias de los funcionarios, las conversaciones sugieren que “estarían estableciendo la manera de vincular personal y analizando la posibilidad de un concurso amañado, entre otras acciones”.

En respuesta al escándalo por las condiciones laborales que ha ofrecido, al caer la tarde del domingo Racero ha emitido un comunicado público. El congresista no explica lo que dijo. “La idea de que me atribuyan información falsa, me preocupa, de ahí este pronunciamiento. Pero confieso que la idea de que en verdad tengan acceso a mis conversaciones privadas me espanta”, escribe, recordando pasados escándalos o denuncias de filtraciones ilegales. Indica que la revelación busca afectar la reforma laboral y la consulta popular, y crear “el caballo de Troya de un linchamiento mediático”.

Sin mayores detalles, a entender que la conversación es de tiempos de la pandemia, la misma época de los chats con su conductor en el Congreso. “En el 2020, durante aproximadamente 6 meses, mi familia y yo tuvimos un pequeño emprendimiento familiar. Diversas circunstancias, relacionadas con la pandemia, mantuvieron los saldos en rojo y obligaron a la liquidación. Es la única verdad”. No explica si la contratación de la cajera se dio o si las condiciones fueron las señaladas.

Desde el Gobierno no se han pronunciado por la revelación. El ministro del Trabajo, Antonio Sanguino, a la cabeza de la discusión por la reforma laboral, dijo que indagarán sobre las denuncias por supuesta explotación laboral. “De eso está lleno el mundo empresarial colombiano y eso es lo que queremos superar con la reforma laboral”, aseguró en diálogo con W Radio.

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Sobre la firma

Valentina Parada Lugo
Periodista de EL PAÍS en Colombia y estudiante de la maestría en Estudios Políticos de la Universidad Nacional. Trabajó en El Espectador en la Unidad Investigativa y en las secciones de paz y política. Ganadora del Premio Simón Bolívar en 2019 y 2022.
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