Ir al contenido
_
_
_
_
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Mazón y la nada

El PP, sin líderes ni proyecto en Valencia, se muestra incapaz de apartar a un presidente amortizado que es un lastre para Feijóo

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el presidente de la Generalitat Valenciana y del PP valenciano, Carlos Mazón, durante el congreso del Partido Popular europeo, el pasado abril.
El País

A pesar de todos sus intentos, Carlos Mazón no ha sido capaz de dejar atrás la sombra de descrédito que envuelve su figura como presidente de la Generalitat Valenciana desde la tarde del 29 de octubre, cuando 228 personas perdieron la vida en una gigantesca riada mientras él se encontraba en una larga sobremesa, con problemas de comunicación y con su Gobierno paralizado. Los valencianos padecen desde entonces un presidente que vive políticamente al día y con lo puesto, echando balones fuera ante los micrófonos y sin más proyecto que la supervivencia, que ni siquiera depende de él.

La situación ha servido también para revelar una situación interna en el PP valenciano que había quedado velada por la reconquista del poder regional en 2023. El líder del PP nacional, Alberto Núñez Feijóo, ha dejado clara su incomodidad con Mazón. Los dirigentes del partido lo dan por amortizado hace meses y reconocen el daño que hace a la marca incluso a nivel nacional. Es tan evidente que el PP intentó cambiar el congreso de los conservadores europeos de Valencia a Madrid, y cuando no pudo, escondió a Mazón de un acontecimiento de partido en su propia ciudad.

Mazón se mantiene en el cargo únicamente porque su relevo no es nada fácil. El PP necesita los votos de Vox en Les Corts y a la ultraderecha le interesa electoralmente mantener a un president débil y muy cuestionado que apostar por otro. La debilidad de Mazón es tal que el expresidente Francisco Camps, tras salir absuelto de varios procesos relacionados con la corrupción, se siente con legitimidad para proponerse como candidato a presidir el PP en la Comunidad Valenciana y, pese a lo que pudiera esperarse, conserva cierto predicamento entre sus antiguas bases. Es un desafío insólito. El expresidente tiene todo el derecho a querer volver a la política y su propuesta tiene mucho de reivindicación personal tras años de juicios, pero la idea de Camps como renovación del partido produce estupefacción, también en Génova. Con él volvería la vieja guardia que llenó de vergüenza las instituciones valencianas en los años de excesos.

Mientras, la incapacidad de Mazón para ejercer como líder de una comunidad traumatizada, lejos de frenarse, sigue escalando niveles de patetismo. La semana pasada, la Asociación de Damnificados Dana Horta Sud-Valencia, una de las más representativas y activas de las víctimas, se reunió con Feijóo en Génova. Esta asociación, junto con otras dos, ya fue recibida en Bruselas hace tres meses por la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, También se reunieron con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El eurodiputado popular valenciano Esteban González Pons se reunió con dos de ellas. Sin embargo, ninguna de estas tres organizaciones ha sido todavía recibida por el presidente de la comunidad autónoma.

Nueve meses después de la dana, el PP valenciano sigue mirando a Génova, esperando órdenes. Pero la parálisis política que genera la situación se extiende a la cúpula de Feijóo, que cree que puede retrasar la decisión hasta octubre. No debería ser tan difícil. Mazón nunca fue un líder por sí mismo y le debe el puesto al aparato nacional. Si ha revelado algo su mandato, del que se acaban de cumplir dos años, es su banalidad como político. La tragedia de la dana solo vino a exponerlo. Todavía hoy, Mazón considera que explicar lo que estaba haciendo aquella tarde es más dañino que el silencio. El PP les debe a los valencianos una respuesta clara sobre si esta es su apuesta para gobernar la Comunidad Valenciana o no.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_