El León (XIV) devora a los ultras
El nuevo papa ha dejado claro su compromiso con la doctrina social de la Iglesia y su apoyo a la inmigración


La elección del cardenal estadounidense-peruano Prevost Martínez (tiene doble nacionalidad) es una severa derrota del trumpismo y de los ultras. Su conspiración para impedir la elección de otro papa de línea franciscana fue descarada: redes-Bannon, dosieres a conclavitas, diplomacia subterránea, presión con la foto de Donald Trump de falso pontífice y dictando órdenes con el índice... Todo estéril.
La derrota es absoluta en asuntos de justicia social-laboral y de migración (cuestiones de género aparte). Su nombre adoptivo, ese símbolo, confiesa su ADN y DNI. León XIV. Como León XIII, el autor de la Rerum Novarum, que codificó en 1891 la doctrina social de la Iglesia. La catapultó del feudalismo al capitalismo de rostro menos inhumano.
Y es una declaración de guerra cultural contra el iliberalismo. El de Javier Milei. Ese íntimo de Santiago Abascal e Isabel Díaz Ayuso reitera y repugna: “La justicia social es una aberración desde el punto de vista moral” (la última vez en Washington, el 21 de febrero). Pues bien, la veterana encíclica leonista postula esa justicia, la menciona 24 veces, y la desarrolla: derechos laborales, jornada limitada, protección a mayores y viudas, elogio de los sindicatos, deber de los gobernantes de “aliviar gravemente la situación de los proletarios”… Además, León XIV se declara seguidor explícito de Francisco.
Su desautorización del trumpismo es directa. Viene de lejos, no es copia del antecesor. Ya el 20 de junio de 2018, siendo obispo peruano, apoyó la proclama contra la política migratoria del primer Trump lanzada por el cardenal Cupich, de Chicago, su ciudad de origen… y de la lucha obrera que en 1886, cinco años antes que la Rerum, logró con sangre la jornada de ocho horas: “No hay nada remotamente cristiano en una política que separa a los niños de sus padres y los encierra en jaulas”.
Este año, el vicepresidente de EE UU J.D. Vance explicó así el American First y las deportaciones de inmigrantes, a la Fox (29 de enero): “Amas a tu familia y luego a tu comunidad y luego a tu país…” y solo muy al final al resto; “la extrema izquierda ha invertido ese orden”, añadió, manipulando a San Agustín. Prevost, ex superior agustino, le replicó en tuit taxativo (3 de febrero): “Vance se equivoca: Jesús no nos pide que jerarquicemos nuestro amor por los demás”. No es “selectivo”, ni “discriminatorio”, precisaban algunos teólogos.
JD Vance is wrong: Jesus doesn't ask us to rank our love for others https://t.co/hDKPKuMXmu via @NCRonline
— Robert Prevost (@drprevost) February 3, 2025
Luego vino la famosa larga carta de Francisco a los obispos de EE UU (11 de febrero): su “juicio crítico” a las deportaciones masivas; su “desacuerdo” a confundir inmigrantes y “criminalidad”; la “fraternidad abierta a todos, sin excepción”. Prevost la difundió a granel el día 13. Y asumió (14 de abril) el mensaje del vaticanista Rocco Palmo contra la brutal expulsión del salvadoreño Kilmar Abrego: “¿No ves el sufrimiento? ¿No te revuelve la conciencia? ¿Cómo puedes permanecer callado?”. Amén.
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