Ir al contenido
_
_
_
_

Grupo Minsa rechaza influir en el precio del maíz en plena ola de protestas de los agricultores

El gigante mexicano de la harina para tortillas afirma solo compra el 1% del consumo total del maíz en el país por lo que “no define” su cotización

Karina Suárez

Grupo Minsa, el gigante mexicano de la harina para tortillas de maíz, ha rechazado tener injerencia en los precios del grano, en plena oleada de bloqueos y protestas de los campesinos por el desplome de los precios del alimento. La compañía, encabezada por Altagracia Gómez, actual enlace entre el empresariado y el gobierno de Sheinbaum, explicó este martes a sus inversionistas que adquiere aproximadamente el 1% del consumo total de maíz en México, por lo que no define, ni tiene la intención de establecer los precios del maíz. Con el campo en ebullición como telón de fondo, la empresa ha salido a defender su estructura de costes e ingresos, asegurando que paga un precio competitivo a sus agricultores y prioriza el abasto nacional sobre el grano de exportación. “Los precios que paga Minsa se encuentran por arriba de los precios internacionales debido a que incorpora un premio al maíz nacional que actualmente representa alrededor de mil pesos por tonelada sobre la referencia internacional, lo que resulta en un incremento de 24% sobre el precio del maíz amarillo importado que se usa en otros sectores”, explicó.

La empresa afirmó que compra, prioritariamente, maíz nacional y solamente en temporadas de escasez regional se ha visto en la necesidad de importar el grano para asegurar el abasto. “La importación de maíz por parte de la empresa en los últimos años representa menos de 4% de las compras totales y menos del 0,1% del volumen de la cosecha nacional. En los últimos seis años, la empresa ha comprado cerca de cuatro millones de toneladas de maíz blanco nacional y ha importado únicamente 69.815 toneladas”, declaró. Además, aclaró que el coste de la harina de maíz representa solamente el 35% del precio de la tortilla en México, el resto de los costos está integrado por otros componentes en los que Minsa no tiene participación.

En medio de las quejas de los productores mexicanos para exigir al gobierno un precio de garantía sobre el maíz, Minsa desgranó sus fuentes de ingresos: un 51% proviene de los industriales de masa y tortilla. En segundo lugar, con el 34%, se sitúan los industriales de tostadas y botanas de maíz y el resto se reparte entre los abarroteros, tiendas de autoservicio y exportaciones. Además, la empresa participa en licitaciones con gobiernos federales y locales para suministro de harina en paquete. De acuerdo con la firma, su venta de harina de maíz a entidades gubernamentales ha disminuido al pasar de 7,8% en 2020 a 4,2% este año.

El gigante harinero en México reconoció la situación que aqueja a los productores de maíz en México debido a la caída de los precios internacionales y el fortalecimiento del tipo de cambio y afirmó que cuenta con acuerdos directos de comercialización con los agricultores de los Estados de Jalisco, Michoacán, Guanajuato, Sinaloa y Campeche. “Minsa confía en que, con diálogo y buena fe de todos los actores de la cadena de valor, se logrará establecer una solución de largo plazo para atender la problemática que enfrentan los productores de maíz en México”, zanjó.

El pronunciamiento del corporativo ocurre en plena ebullición agropecuaria. Esta semana, miles de campesinos han realizado bloqueos carreteros y protestas para exigir al gobierno de Claudia Sheinbaum mejores precios para sus cosechas y más garantías de seguridad en sus trayectos. Los manifestantes exigen que se les cubra el 100% del costo de producción, más un 30% de utilidad, pero el gobierno solo ofrece el pago del 50% de la producción. Este martes, tras una jornada caótica de negociaciones fallidas, los agricultores dinamitaron la mesa de negociación con las autoridades federales y amagaron con más movilizaciones en las calles.

La polémica por los bajos precios del maíz ha salpicado a Minsa. Algunas de las organizaciones en pie de protesta afirman que los grandes corporativos de la harina para tortillas, Maseca y Minsa, no se han formado parte de las mesas de negociación con el gobierno para garantizar los precio de compra de sus mazorcas y denuncian que el secretario de Agricultura, Julio Berdegué, y la propia Altagracia Gómez, solo ven por los intereses de la industria, pero no de quienes producen el maíz.

A principios de mes, la heredera de Minsa, Altagracia Gómez, se desmarcó de la polémica por los precios del grano. En un foro, la empresaria y principal interlocutora de Sheinbaum con el mundo empresarial, declaró que la mayor presión sobre el mercado de este alimento proviene del sector pecuario, principal consumidor del maíz en México. “No es solo Minsa y no es solo Maseca y no son solo las harineras ni la industria molinera. El gran comprador en México es la industria pecuaria y al darlo al ganado, como uno de los alimentos principales para la engorda de animales, pues ellos sí basan mucho el precio sobre el precio internacional”, indicó al participar en un foro en Guadalajara.

Grupo Minsa, fundado en 1993, es la segunda productora más grande de harina de maíz, solo detrás de Gruma, que maneja la marca Maseca. Actualmente, Minsa es propietaria de seis plantas de harina de maíz en el país. Al tercer trimestre de este año, la firma reportó ventas por 122.000 toneladas métricas, lo que supuso un alza de 10%, respecto al mismo periodo de 2024, un incremento provocado por un mayor volumen de toneladas colocadas dentro de los mercados denominados especiales y de exportación. En su informe financiero, la compañía dio cuenta de un menor costo de ventas debido, principalmente, a una disminución en el costo de maíz, insumo principal en la fabricación de harina de maíz. Minsa obtiene aproximadamente el 90% de sus ingresos de la producción, comercialización y venta de harina de maíz nixtamalizado.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Karina Suárez
Es periodista de EL PAÍS en México. Cubre temas de economía. Antes trabajó en Grupo Reforma. Es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Máster de periodismo de EL PAÍS.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_