Felipe Calderón: “Cuando yo salí, se dejó que los criminales volvieran a crecer y se apoderaron del Estado”
El expresidente de México defiende en un foro en Buenos Aires su política contra el crimen organizado y critica la estrategia de Morena en Michoacán


En plena crisis de seguridad en México, agravada por los asesinatos que han conmocionado a Michoacán en las últimas semanas, el expresidente Felipe Calderón ha añadido más leña al fuego del descontento social. Desde el foro ABECEB realizado en Buenos Aires este fin de semana, Calderón ha defendido su lucha contra el crimen organizado y ha señalado que desde su salida del poder, los gobiernos han abandonado al país a los narcotraficantes, dejando a Estados enteros como Michoacán a su merced. “Cuando yo salí, se dejó que los criminales volvieran a crecer y se apoderaron del Estado”, ha señalado y ha añadido que la delincuencia ha tomado el control de varios países de la región. “Es un problema gravísimo para América Latina, el más grave de México, el más grave de muchos países y no estamos teniendo la certeza, la cordura ni el espíritu de Estado para superarlo”, ha sentenciado.
Calderón, que estuvo al mando de México bajo la bandera del PAN entre 2006 y 2012 y que ahora vive en España, ha vuelto a cargar contra la estrategia de seguridad del Gobierno de Morena. Durante su intervención en el foro, ha criticado que el único poder que resistía la corrupción de las administraciones y se enfrentaba al régimen del terror de los grupos armados eran los jueces antes de ser sustituidos por la reforma judicial impulsada por Andrés Manuel López Obrador y consumada por su sucesora, Claudia Sheinbaum. “[Ahora] son planillas autorizadas por el partido que gobierna, puros militantes simpatizantes de Morena, donde hay de todo. Hay gente capaz y la gran mayoría gente sin preparación, algunos corruptos e incluso abogados de narcotraficantes lograron ser jueces”, ha indicado el expresidente.
En su discurso ha subrayado que la inseguridad derivada del narcotráfico es una crisis general que aqueja a América Latina. “El problema para mí no es la droga en sí misma, no es el consumo, obviamente es una variable fundamental del problema. El problema es que las bandas criminales en América Latina se están apoderando del Estado y están reemplazando o pretendiendo reemplazar funciones del Estado claves que eran monopólicas”, ha asegurado en referencia a la función legislativa, la judicial y la fiscal en México.
En la lucha de los carteles por controlar no solo las rutas, sino amplias extensiones de territorio para otros negocios como el dominio sobre los comercios, el Estado perdió el control de la red de sobornos a funcionarios mexicanos implicados en el crimen, según Calderón. “Necesitamos hacer un estado mucho más capaz, mucho más confiable, mucho más eficaz. Fiscales, jueces, policías, mucho más eficaces para este nuevo flagelo de América Latina”, ha urgido.
El expresidente también ha hecho referencia al desamparo que vive el Estado de Michoacán ante la extorsión, que considera que tendría que ser una de las mayores preocupaciones de los gobiernos. “El criminal que ya domine esa esquina le pide a la trabajadora sexual, le pide al comerciante ambulante, al migrante, le pide cuota. Ahora, cuando se deja que ese negocio criminal avance y capture al Estado completo, las víctimas de un negocio ilegal no pueden pedir la protección del Estado. Nadie la puede pedir porque los criminales son el Estado. Esa es la tragedia que en Michoacán está pasando”, ha asegurado sobre las cuotas que se les cobran a los productores agrícolas del Estado.
“Yo lancé efectivamente una ofensiva contra el crimen organizado para expulsar a las organizaciones criminales del Estado. Lo logramos en buena medida a pesar del sabotaje de los gobiernos locales”, ha recordado. Sin embargo, culpa a sus sucesores del abandono de esa política y de la consecuente crisis de seguridad que derivó de ello, poniendo como ejemplo a Michoacán. “El líder de los limoneros, que lo extorsiona el crimen organizado, organizó y pidió la protección del Estado. El gobierno entonces no lo apoyó y lo mataron. 11 años después, su hijo hizo lo mismo. Y hace 15 días lo mataron también. Y el sábado el alcalde”, ha enumerado sobre los últimos homicidios en el campo agrícola michoacano. “Mi advertencia es esta: la mayor amenaza de nuestros pueblos es el crimen organizado y tenemos que recomponer con una verdadera política de Estado, llevar a otras dimensiones nuestras instituciones de seguridad y justicia que puedan enfrentar este mal”, ha zanjado.
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