Las autoridades de Michoacán identifican al asesino de Carlos Manzo como Víctor Manuel, un adolescente de 17 años originario de Paracho
La Fiscalía estatal confirma que la familia del menor ha reclamado los restos del atacante del exalcalde de Uruapan. Las pruebas forenses confirman que fue quien disparó el arma


La Fiscalía de Michoacán ha dado a conocer este jueves la identificación del cuerpo del presunto homicida de Carlos Alberto Manzo Rodríguez, expresidente municipal de Uruapan. De acuerdo con el titular, Carlos Torres Piña, Víctor Manuel Ubaldo Vidales, de 17 años de edad, oriundo del vecino municipio de Paracho, estaría vinculado con el crimen organizado. Su cuerpo fue reconocido y reclamado por sus parientes la tarde de este miércoles. La familia del atacante reconoció que este se había ausentado de su casa desde hace una semana antes de los hechos.
Torres Piña ha dado a conocer que Víctor Manuel N dio positivo a la prueba de rodizonato de sodio, un compuesto químico que, junto con otros ácidos, se usa en una prueba forense para detectar la presencia de residuos de plomo y bario, lo cual confirma que él fue quien le disparó en al menos seis ocasiones al alcalde. Estos mismos análisis, según el fiscal, han dado a conocer que el joven era adicto a la metafentamina, información que fue ratificado por sus allegados.
En plena celebración del Día de Muertos, con la plaza del municipio a reventar, Manzo fue atacado a disparos la noche del sábado pasado y murió minutos más tarde. Ubaldo Vidales fue abatido justo después de disparar contra la autoridad municipal y otros dos acompañantes fueron detenidos al instante, según dieron a conocer las autoridades. El alcalde fue trasladado aún con vida al Hospital Fray Juan de San Miguel, donde falleció, de acuerdo con la confirmación oficial que figura en la investigación.
“Los avances de la investigación nos han permitido determinar que en estos hechos participaron más de dos personas y que el homicidio se encuentra relacionado con grupos de la delincuencia organizada”, ha dicho Torres Piña en conferencia de prensa.
El joven de 17 años estaba relacionado con el Cartel Jalisco Nueva Generación. El atentado, según fuentes al tanto de la investigación, había sido ordenado por esta organización criminal, que fue golpeada en agosto por el alcalde, cuando la policía local atrapó en un operativo a su líder, René Belmonte, alias Rino.
La situación en Uruapan, uno de los municipios más importantes de Michoacán, que cuenta con 350.000 habitantes y se erige en el núcleo de la industria de los cultivos de aguacate en la región, ha empeorado en los últimos meses. Una fuente vinculada al caso menciona que El Rino era quien conducía el esquema de extorsión del CJNG en la zona, principalmente dirigida contra pequeños y medianos campesinos, incapaces de sufragar equipos de seguridad y protección, a diferencia de los grandes productores de la zona.
Grecia Quiroz, viuda de Manzo, ha tomado protesta este miércoles, ante el Congreso del Estado, como relevo de su esposo en la presidencia municipal. “Mataron a Carlos Manzo, pero no pudieron matar lo que despertó”, ha sido parte del mensaje de la nueva alcaldesa de Uruapan, que ha tomado las riendas de un municipio aterrorizado por el crimen organizado.
Quiroz ha denunciado la falta de respuesta que tuvieron los llamados de su esposo al gobierno federal por la situación de violencia. El propio Manzo pidió apoyo a las autoridades federales y estatales tras la captura de Rino. El mismo día de la captura, el 27 de agosto, publicó un video en sus cuentas de redes sociales, en el que pedía a los vecinos que se quedaran en casa, porque, según dijo, pistoleros del CJNG se preparaban para entrar al municipio.
En las semanas siguientes, la violencia aumentó en Uruapan, con ataques incluso contra policías locales. Tras el asesinato de un agente el 14 de agosto, el fallecido alcalde se reunió con autoridades estatales, para buscar ayuda contra la delincuencia. Manzo es la séptima autoridad municipal del país asesinada en lo que va de año y el tercero de Michoacán, que vive un mes aciago. El mismo día que balearon a Manzo, mataron en su casa al sobrino del antiguo líder de las autodefensas del Estado Hipólito Mora, Alejandro Torres Mora, y a su esposa, y solo unas semanas antes caía el productor de limones Bernardo Bravo.
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