La UNAM y el Instituto Nacional de Cancerología desarrollan una nueva molécula para tratar el cáncer de mama agresivo
Las inmunólogas Edda Sciutto y Gladis Fragoso, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, descubrieron la molécula GK-1 hace 20 años mientras buscaban una vacuna para la cisticercosis


Las científicas e inmunólogas Edda Sciutto y Gladis Fragoso del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) junto al Instituto Nacional de Cancerología (INCan) preparan un protocolo para probar un nuevo fármaco que ataque el cáncer de mama triple negativo, uno de los más agresivos, con la molécula GK-1, un péptido —una molécula que contiene dos o más aminoácidos— con propiedades antitumorales y antimetastásicas, y que en altas concentraciones no reporta efectos secundarios. “Si se demuestra su eficacia, nos ayudará a cambiar la vida de pacientes con mal pronóstico”, dijo Claudia Arce Salinas, jefa del Departamento de Oncología Médica en el INCan y profesora de pregrado en la UNAM, a la Gaceta UNAM, una publicación bisemanal de la universidad.
Hace 20 años, la argentina Sciutto y la mexicana Fragoso descubrieron la molécula mientras trabajan en una vacuna para la cisticercosis, una infección ocasionada por el parásito Taenia solium que puede producir tumores en el cerebro y se contrae con la ingesta de alimentos contaminados.
El cáncer de mama triple negativo representa entre el 10% y 15% de los cánceres de mama en general, según informa la organización sin fines de lucro Breast Cancer; si se detecta en etapa metastásica, el pronóstico suele ser malo y la esperanza de vida es de un máximo de 15 meses. Claudia Arce explica que cuando una célula muta, el sistema inmunológico la identifica y propicia su muerte para evitar su crecimiento. Pero, las células neoplásicas —una masa anormal de tejido que crece sin control— son capaces de evadir esa respuesta y formar tumores que crecen a tal grado que ya no pueden ser atacadas por el sistema. La función del GK-1 es revertir esa inhibición.
Según explican las científicas, los estudios preclínicos muestran una alta efectividad y seguridad de la molécula: es inocua —no es tóxica ni mutagénica— y en altas concentraciones no reporta efectos secundarios. Por el momento, están terminando el proceso de formulación para definir cómo se presentará para inyectarla vía subcutánea al paciente.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en 2022, en el mundo, murieron 670.000 personas por cáncer de mama, y aproximadamente afecta entre 0,5% y 1% de los varones. México ocupa el primer lugar de mayor incidencias, con 31.043 nuevos casos y 8.195 muertes, también en 2022, de acuerdo con el Global Cancer Observatory.
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