Luisa Huertas: “Ayotzinapa, Aguas Blancas, la del 68 y tantas otras matanzas son aún deudas pendientes del Estado para con las víctimas”
‘No nos moverán’, que se inspira en la masacre de Tlatelolco, es el primer protagónico en el cine de la experimentada intérprete. El filme ha recibido 15 nominaciones a los premios Ariel, incluyendo la de mejor película y mejor actriz


Entrevistas por aquí y por allá. Presentaciones, proyecciones, espacios de diálogo con el público y hasta su participación en la realización de un mural con su rostro en las inmediaciones de la Cineteca de Ciudad de México. El último mes y medio ha sido una montaña rusa para Luisa Huertas. La experimentada actriz, con 56 años de experiencia, se ha llevado los reflectores por su participación en No nos moverán, la película que ha sido su primer protagónico en el cine. Tras un recorrido por distintos festivales nacionales e internacionales, además de ser multigalardonada, el filme de Pierre Saint-Martin Castellanos ha logrado afianzarse en la cartelera del país desde su estreno el pasado 24 de julio.
La ópera prima del director, que ha obtenido 15 nominaciones a los premios Ariel —entre los que se incluyen las categorías de mejor película y mejor actriz—, surge de una mezcla de recuerdos. Desde un homenaje a la madre y la pérdida de un familiar del director, a conocer los testimonios de personas cercanas que vivieron de primera mano y perdieron a un ser querido el 2 de octubre de 1968. Ese fatídico día cuando más de 300 estudiantes que protestaban en la Plaza de las Tres Culturas, ubicada en la Unidad Habitacional Nonoalco-Tlatelolco, en la capital, fueron acribillados por el Ejército.
La actriz mexicana-salvadoreña de 74 años, que ha participado en más de 80 obras de teatro, en festivales y giras internacionales, ve este primer protagónico en el cine como “un premio de la vida, de la constancia, del amor por la actuación y mi disciplina, mi esfuerzo por hacer siempre mi trabajo”. A lo largo de su carrera, según cuenta por videollamada, se le fueron dos o tres oportunidades de estelarizar proyectos precisamente por trabajo, pero que incluso en las participaciones más pequeñas siempre ha tratado de dar lo mejor de sí misma.
“Como mi principal quehacer en la vida ha sido el teatro, este [No nos moverán] ha sido un premio que yo le agradezco mucho a Pierre Saint-Martin, porque el papel es precioso. Me gusta muchísimo lo que dice la película y me encanta hacer a Socorro”, afirma.

Inspirado por los sucesos de 1968, nace esta comedia negra, la historia de Socorro, una testaruda abogada que está obsesionada con encontrar al soldado que mató a su hermano durante la masacre estudiantil. Esta necesidad de justicia enmascara una antigua culpa que la ha enemistado con su hermana Esperanza y su hijo Jorge. Después de décadas de espera, la protagonista recibe la pista faltante para encontrar al soldado, lo que la lleva a conjurar un absurdo plan de venganza poniendo en riesgo su patrimonio, a su familia e incluso su propia vida.
“Pienso que el humor es una manera de afrontar los más graves problemas de la vida. En No nos moverán es un humor no buscado, no tratando de hacer chistes. Es un humor fino, inteligente. En ese sentido, me parece que es estupendo para acompañar un tema tan difícil y tan doloroso como es el del 68 y específicamente el de Socorro”, complementa.
Un filme con una temática vigente
Cuando era estudiante en la Escuela de Arte Teatral del INBA vivió en carne propia el movimiento estudiantil y llegó a presenciar cómo el Ejército entró a su escuela. Bajo ese contexto, cuando recibió el guion se interesó en la película, por lo que contaba la historia y cómo lo cuenta.
“Es una herida que los que vivimos todo aquello seguimos trayendo. La manera en que lo resuelve Pierre me parece espléndida. Con mi quehacer en la carrera como actriz, como docente, me considero un poco como Socorro, en cuanto a la lucha por la justicia, por las reivindicaciones de los ciudadanos. He seguido activa políticamente como ciudadana en muchas cosas, como la lucha por los presupuestos para la cultura y en la lucha por la educación gratuita”, relata la actriz que con un currículum con más de 50 películas, así como telenovelas y series como Capadocia, Diableros y La casa de las flores.
La actriz, que ganó el Ariel en 1989 en la categoría de coactuación femenina por su papel en Mentiras piadosas —de Arturo Ripstein— y que fue nominada en otras cuatro ocasiones, dice que aprendió desde niña el espíritu de lucha y de procurar estar con las causas más justas y protestar contra todo aquello que oprima. En gran parte fue una enseñanza de su padre, Alfredo Huertas, quien llegó a México como un refugiado después de la Guerra Civil española.
Para Huertas, casos como la masacre de Tlatelolco o la desaparición forzada de los 43 normalistas no deben ser olvidados hasta que se enmienden sus daños. “Ayotzinapa, Aguas Blancas, la del 68 y tantas otras matanzas son aún deudas pendientes del Estado para con las víctimas, que no se han esclarecido y con culpables que no se ha castigado. Eso hace a No nos moverán un tema totalmente vigente”, agrega.
Una de las luchas principales que sostiene la actriz es intentar mantener en pie la escuela de la que es directora y cofundadora, el Centro de Estudios para el Uso de la Voz, un sitio de enseñanza especializado para el trabajo de la técnica vocal, que como muchos otros espacios culturales se ha quedado sin recursos. En ese sentido, ve el apoyo al arte y la cultura como la gran asignatura pendiente por parte del Gobierno.
“Hay buenas intenciones [de la Administración de Claudia Sheinbaum]. Creo que se quiere reivindicar todo lo que se ha quitado y ha hecho falta, pero todavía no se cristaliza. Aún no se comprende que la cultura es muy amplia. Mientras haya prejuicios, no va a haber un desarrollo completo, igualitario y fuerte de la cultura en el país”, precisa la actriz.
No nos moverán, ganadora del premio del público y a mejor película mexicana en el Festival de Cine en Guadalajara; y que también fue reconocido en el Festival de Cinélatino de Toulouse, en Francia, con el galardón a Ficción de los Alumnos, de la Crítica y el de Mejor Ficción, ha alcanzado la marca de 1 millón de pesos en taquilla, según da a conocer Edgar Apanco, analista de la industria cinematográfica. La cifra es relevante porque lo ha conseguido con menos de 50 pantallas. Para Huertas, el mejor premio que le pueden seguir dando a la película es el de la asistencia a las salas. “El año pasado en Guadalajara, un joven de 17 o 18 años nos dijo que ‘No nos moverán, me movió’. A mí me encantó esa frase. Fue muy amable. Es lo más gratificante. Espero que el público nos siga premiando”, finaliza.
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