Ir al contenido
_
_
_
_

México logra pequeños avances en negociaciones con Estados Unidos ante la avalancha de ataques de Trump

La reapertura a la exportación de ganado o el impuesto del 1% a las remesas son acuerdos concretos, pero la relación bilateral no acaba de encontrar cauces

Claudia Sheinbaum en el Palacio Nacional de la Ciudad de México, el 30 de junio.
Carmen Morán Breña

Las relaciones entre México y Estados Unidos atraviesan estos días una inquietante calma de ojo de huracán, si se toma en cuenta la tormenta de las últimas semanas, meses ya, y lo que queda por venir, con el horizonte arancelario del 9 de julio, otra fecha para temblar. Con satisfacción se ha recibido la rebaja en el impuesto sobre las remesas que pendía sobre México con un 3,5%, lo que habría ocasionado un enorme agujero económico. Ahora será un 1% y solamente para aquellas que los migrantes envíen en efectivo, muy minoritarias. Claudia Sheinbaum ha comunicado también que se irán abriendo en estos días paulatinamente las exportaciones del ganado, vetadas hasta ahora por la plaga del gusano barrenador. Son pequeños acuerdos que, sin embargo, no despejan el horizonte y que los internacionalistas adjudican más a negociaciones entre sectores concernidos a ambos lados de la frontera que a un equipo diplomático lo suficientemente robusto como para afrontar los grandes problemas que se han abierto en unas relaciones bilaterales tradicionalmente más sosegadas.

“La diplomacia se está quedando corta”, opina la analista internacional Aribel Contreras. Estos pequeños acuerdos, dice, los toman diversos actores no políticos más al interior de Estados Unidos: “Empresarios, legisladores, sindicatos y otras figuras, que también tienen su contraparte en México con algunos líderes empresariales, cámaras de comercio o industriales que están alzando la voz y se han acercado al embajador estadounidense, pero tiene más peso lo que pasa en Estados Unidos”, afirma Contreras, coordinadora de la licenciatura en Negocios Globales de la Universidad Iberoamericana. A su parecer, lo conseguido por parte del gobierno mexicano no son más que “grandes fracasos” que no ha disipado en absoluto las amenazas arancelarias en un país que tiene un acuerdo comercial con Estados Unidos. “Es deplorable”, afirma. Y opina que si se percibe cierta calma estos días es porque el presidente Donald Trump tiene otras prioridades que atender, como son “los conflictos en Oriente Medio con sus turbulencias bursátiles, o la amenaza China”. México es relevante para Estados Unidos, afirma, pero no es ahora la prioridad. “Lo que se ha guardado en un cajón ya se irá resolviendo, no podemos estar tranquilos ni cruzados de brazos”, advierte.

México y Estados Unidos mantienen importantes relaciones desde hace siglos, como no podía ser de otro modo compartiendo una vecindad de más de 3.000 kilómetros, y hace más de 60 años que establecieron acuerdos subnacionales en la región fronteriza, la más implicada comercialmente. La comisión Sonora-Arizona, por ejemplo, tiene más de 60 años compartiendo negociaciones que les son propias, con numerosos organismos implicados, además de sus gobiernos locales, por no hablar de acuerdos legales que pueden tomar entre ciudades vecinas. A todo ello se refiere Roberto Zepeda, del Centro de Investigaciones Sobre América del Norte (CISAN), de la UNAM, cuando menciona también la paradiplomacia que podría estar resolviendo cuestiones como las del gusano barrenador, que todavía tiene en vilo las exportaciones de más de 1.000 millones anuales de ganado hacia Estados Unidos.

“Hay acuerdos pequeños, como podría ocurrir con uno laboral que acabe con la crisis de los jornaleros mexicanos en el campo estadounidense, porque los empresarios de allá se están quejando”, afirma Zepeda. “El problema es que estos convenios por partes que se daban antes ahora Trump los ha metido todos en el mismo saco”, dice el investigador, y eso dificulta las relaciones. Pero Zepeda siente que “hay pocos cauces diplomáticos, que faltan canales ágiles” para afrontar todo ello. “Puede que se trate de una diplomacia más silenciosa, al estilo del canciller mexicano actual, Juan Ramón de la Fuente, pero aun así, hace falta más presencia, un canal de comunicación con Trump como el que se tenía en su primer mandato con su yerno, Jared Kushner”, afirma Zepeda. “La comunicación en México no es al mismo nivel y está siendo reactiva, a la espera de lo que hace Trump”, dice el analista.

“Yo creo que las cosas van saliendo bien”, afirma Arturo Rocha, que fue el coordinador mexicano de la Estrategia para América del Norte en el sexenio anterior. “La desventaja de México es que pesa la política interna también, no es solo una cuestión de política exterior con Estados Unidos, como puede ser el caso de China o de Irán o Israel, pero creo que la estrategia de cabeza fría de la presidenta Claudia Sheinbaum está ahí para el que la quiera ver, se avanza paso a paso”, asegura. “Hemos sorteado un tema espinoso con la ganadería, pero también con el agua fronteriza con Texas, que no es menor; también con las remesas se ha conseguido algo razonable, aunque hayan caído un poco en los últimos meses”, dice. “Ahí está el silencio de la diplomacia, con resultados claros”.

Pero todos los consultados coinciden en que la diplomacia de alto nivel tiene todavía “áreas de oportunidades”, es decir, que se podría hacer algo más de lo que se está haciendo. Con la tormenta desatada entre ambas naciones desde que Trump llegó al poder, todavía se mantiene en Estados Unidos al mismo embajador mexicano, Esteban Moctezuma, un desaire protocolario, afirma Aribel Contreras. “Sería de cortesía que hubieran sustituido al embajador que ya trabajó con Biden y que además no tiene el perfil adecuado que ahora se necesita, más comercial y menos político. No hay que olvidar que está pendiente de negociar el Tratado Comercial entre Estados Unidos, México y Canadá, y ni siquiera la Secretaría de Economía ha constituido los equipos para eso”, critica. Por si fuera poco, la antigua Subsecretaría para América del Norte se ha rebajado a una jefatura “con perfiles más inexpertos”, mientras que se mantienen las subsecretarías para América Latina y El Caribe, se queja Contreras.

Que Trump y Sheinbaum hayan mantenido cerca de 10 llamadas por teléfono le indica a Zepeda que las cosas no se desatascaron antes convenientemente, “tampoco con el embajador”, afirma. En los últimos tiempos se menciona con insistencia la falta de recursos humanos y económicos que presentan los consulados mexicanos en Estados Unidos, un área que todos piensan que debería “reforzarse con nuevos perfiles y mayor financiamiento”, señala Rocha. “México tendría que hacer un ejercicio de cabildeo más robusto con los republicanos y las trincheras consulares son importantes en eso”, dice. Pero estos nuevos nombramientos no acaban de llegar y las críticas arrecian, porque el ojo del huracán solo aventura una nueva tormenta.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Carmen Morán Breña
Trabaja en EL PAÍS desde 1997 donde ha sido jefa de sección en Sociedad, Nacional y Cultura. Ha tratado a fondo temas de educación, asuntos sociales e igualdad. Ahora se desempeña como reportera en México.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_