Los corridos aparcan la épica criminal y le cantan al amor
Tres de los artistas más representativos del género en la actualidad apuestan por las letras de amor y desamor en el contexto de la polémica por la prohibición que atraviesa al contenido violento


La idea de Gabito Ballesteros era componer sus corridos de siempre. Hasta que un día se puso bohemio. “Empezamos a escribir temas más románticos, más dolidos. El tema Cleopatra [de amor] me llevó a hacer este tipo de canciones”, explicó a Spotify. El resultado de todo ello fue Ya no se llevan serenatas, un proyecto de 18 canciones lanzado a finales de mayo, casi dos meses después de que la enésima polémica de los corridos estallase por las letras apologéticas de algunos de ellos. La tendencia de Ballesteros, uno de los grandes exponentes de los corridos tumbados, seguía al álbum de 111xpantia, publicado en mayo por Fuerza Regida, donde el contenido violento se llevaba a su mínima expresión. Algo parecido sucedía también con Óscar Maydon y su Rico o Muerto la semana pasada. Los discos de tres de los grandes exponentes de los corridos actuales abren la puerta a una nueva apuesta por temas alejados de la violencia.
A finales de marzo, todo voló por los aires para los intérpretes de corridos cuando Los Alegres del Barranco proyectaron las imágenes de Nemesio Oseguera, El Mencho, líder del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), durante un concierto en Guadalajara. La trama derivada de aquella noche —e impulsada por más polémicas— ha dado lugar a un vendaval de prohibiciones y sanciones para los intérpretes en algunos Estados del país —aunque el Gobierno Federal sostiene que “no tiene sentido” prohibir estos temas— y en la retirada de visas por parte de Estados Unidos a varios músicos.

En su entrevista de mayo, Ballesteros (20,8 millones de oyentes mensuales en Spotify) defendió las nuevas letras de Ya no se llevan serenatas: “Todo el mundo se enamora, todo el mundo de repente anda dolido también. Lo plasmamos en las letras […] Con el favor de Dios, si este álbum es un éxito total, vamos a seguir sacando mucha música de este estilo”. El cantante es uno de los músicos que abrazó los corridos tumbados, la variante que une los corridos tradicionales con la cultura urbana, desde el comienzo. Ha llegado a participar en temas como Cuerno Azulado, Presidente, AMG o El Tsurito, algunas de las canciones señaladas por las autoridades y que él y los artistas con los que colabora han dejado de cantar en eventos públicos.
El historiador especializado en música del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) Luis Omar Montoya considera que esa tendencia surge de la polémica. “No solo tiene que ver con la prohibición, sino con eventos muy violentos como los del rancho de Teuchitlán [donde el CJNG torturaba y asesinaba a jóvenes]. Pienso que los artistas y las empresas que los respaldan [disqueras, mánagers] no ven conveniente que en este punto se ligue a sus productos —porque al final los artistas son productos— con esa polémica”, afirma. Y sentencia: “Grabar corridos en este punto significaría correr un riesgo innecesario”.
La lista de Trump
Las letras de Fuerza Regida (37,6 millones) han incluido referencias constantes a grupos criminales como el Cartel de Sinaloa o el CJNG. En 111xpantia (pronunciado Ixpantia) la agrupación mexicoestadounidense apuesta por el despecho y la fiesta, dejando que las letras violentas pasen a ser resquicios, menciones de paso. Como en Marlboro Rojo, una de las más populares del álbum: “Primo, es que así es la movida / Las duras pa’ los impactos / Las balas del diablo, yo solo pienso en tus ojos”. Solo el reguetonero Anuel AA menciona explícitamente a Joaquín El Chapo Guzmán y a Rafael Caro Quintero en LOKiTA: “Si me voy preso como El Chapo, / apóyame mentalmente […] Yo soy tu Caro Quintero y tú, mi Cartel de Sonora”.
Los músicos de Fuerza Regida, nacidos al norte de la frontera, son algunos artistas que han esquivado la retirada de visas por parte de Estados Unidos. Una amenaza sí que terminó por hacerse realidad para músicos mexicanos como Los Alegres, Julión Álvarez o Grupo Firme.
Para Óscar Maydon (24,3 millones), esta polémica resulta algo agobiante. “Está bien raro. Si hay corridos que hablan de gente [del crimen organizado]. Pero es un arte, es música […] Es estresante. Le quieres dar lo mejor al público, para que no te dejen [las autoridades]. Y el malo es uno [mismo]”, explicó al cómico mexicano La Mole a principios de mes. Allí, dijo que la onda de la controversia es “bien cabrona”, porque afecta precisamente a las visas. Aunque a él (“gracias a Dios”), no le afectó y las renovaron hace unos meses.

Maydon no ha tenido letras tan polémicas dentro de sus álbumes personales. Algunos de sus corridos más en la mira han sido colaboraciones para sencillos o en discos de otros músicos. Rico o Muerto —nombre que también le puso a su sello— es la apuesta de Maydon por seguir la filosofía del rapero estadounidense 50Cent, la de darlo todo por lograr el éxito. En el disco, tantea el trap y utiliza la opulencia y las drogas como recurso, pero, sobre todo, priman las canciones románticas.
“Grabar corridos en este punto significaría correr un riesgo innecesario”Luis Omar Montoya, historiador del CIESAS
Pese a estos cambios y a la controversia, aún hay artistas que aprovechan la ola de éxito de los corridos urbanos en el panorama actual. “Los intérpretes de consumo regional tienen mucho menos que perder [que los artistas transnacionales]. Ellos sí necesitan a los corridos para poder sobrevivir, manifestarse. Para intentar trascender. Existe esta dualidad: el corrido no va a desaparecer, se va a mover dependiendo de los contextos”, asegura el experto del CIESAS, que considera que esta vertiente es un fenómeno “temporal”. “La música responde a momentos históricos. En este momento, lo más sensato es resguardarse”.
Los discos de los tres referentes del género en la actualidad dan muestras de un posible cambio en la creación, la de un refugio entre canciones románticas para protegerse de la tormenta que asola a los corridos. El precursor de los tumbados, Natanael Cano, anunció hace unas semanas el lanzamiento de un álbum el próximo 1 de julio bajo el título Ya no noto las diferencias. La posible continuación de esta apuesta en ese proyecto pasaría a confirmar de alguna manera la legitimidad de la tendencia.
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