Zelenski rectifica tras las protestas y presenta una ley para garantizar la lucha contra la corrupción

Volodímir Zelenski eliminó el martes por sorpresa y con urgencia la independencia de las agencias anticorrupción de Ucrania. Y con la misma urgencia ha querido este jueves corregir el desaguisado que ha provocado. Tras sufrir las primeras protestas públicas en tres años y medio de guerra, tras recibir por primera vez la crítica unánime de sus aliados europeos, el presidente ucranio ha registrado en el Parlamento una reforma legal para garantizar que la Oficina Nacional Anticorrupción (NABU) y la Fiscalía Anticorrupción (SAPO) puedan actuar al margen del control del poder político.

La mayoría absoluta del partido de Zelenski en la Rada (la Cámara legislativa), Servidor del Pueblo, sacó adelante el martes una propuesta de ley, la ahora infausta Ley 12414, que sitúa la NABU y la SAPO bajo el control del fiscal general, un cargo político afín al presidente. Estos organismos anticorrupción fueron creados tras la revolución proeuropea del Maidán, en 2014, y tanto una mayoría de la ciudadanía como la UE, los consideran fundamentales para la reforma de un Estado que todavía sufre una corrupción sistémica.

El presidente justificó la medida como una manera de evitar que agentes rusos se infiltren en los organismos anticorrupción. Con esta justificación se produjo el lunes una gran redada contra 19 agentes de la NABU y de la SAPO por parte de los Servicios de Seguridad (SSU) del Ministerio del Interior. Aquella operación provocó la primera reacción negativa desde el exterior: los embajadores del G-7 para Ucrania emitieron una nota avisando de que podía estar en riesgo la independencia de estos organismos contra el fraude en la Administración.

El martes por la tarde se aprobó la Ley 12414 y a las pocas horas, miles de personas en Kiev y en otras grandes ciudades de Ucrania salieron a la calle a protestar. Todavía más personas, sobre todo jóvenes, volvieron a protestar al día siguiente. Cuando empezaron las manifestaciones del miércoles, Zelenski anunció que presentaría una nueva ley.

Zelenski comunicó este mediodía a través de sus redes sociales que en las próximas horas enviaría a la Rada una propuesta de ley que garantizará “que no hay injerencia rusa alguna y la completa independencia de la NABU y de la SAPO”. Además de responder rápido a las protestas, el presidente también ha querido desactivar una propuesta de ley que 48 diputados de varios partidos habían registrado este mismo jueves para recuperar la autonomía de las oficinas anticorrupción.

Los principales activistas convocantes de las manifestaciones habían advertido en un primer momento de que todavía tenían que leer la proposición de ley de Zelenski para darle apoyo. Las protestas se han vuelto a convocar este jueves en Kiev. Lo más probable es que la propuesta de ley de Zelenski pueda ser votada el viernes.

Los principales instigadores de las protestas han reconocido que el cambio del presidente es positivo. “El texto [de la nueva ley] es equilibrado, esto es gracias a vosotros, que habéis ido un paso por delante de nuestros diputados”, ha escrito a sus seguidores en las redes sociales el activista y celebridad entre los jóvenes Igor Lachenkov.

Zelenski ha informado al canciller alemán, Friedrich Merz, del contenido de la reforma legal. Tanto la embajadora de la UE en Kiev, Katarina Mathernova, como los representantes diplomáticos de los países del G-7 para Ucrania han recalcado este jueves que, tras reunirse con el ministro de Exteriores, Andrii Sibiga, y con la primera ministra, Yulia Sviridenko, están satisfechos con la reforma que será propuesta.

La NABU y la SAPU han emitido un comunicado a última hora de la tarde en el que aseguran que han participado en el redactado del proyecto de ley de Zelenski y que este sí garantiza su independencia y la de la Fiscalía Anticorrupción. Ambos organismos piden a los diputados que den apoyo a la nueva ley. El texto especifica que la Fiscalía General no tiene capacidad de dar instrucciones a las instituciones anticorrupción. El borrador de la ley también garantiza medidas extraordinarias de supervisión para el SSU para determinar que los funcionarios de la NABU y de la SAPU no tienen vínculos con Rusia.

Zelenski, que el miércoles admitió que era consciente del malestar que había causado su decisión, ha reiterado que lo importante es preservar la unidad de la sociedad mientras se libra una guerra contra Rusia por la supervivencia de Ucrania: “Es importante ahora que mantengamos la unidad. Es importante que preservemos la independencia. Es importante que respetemos la posición de todos los ucranios”.

El siguiente paso inmediato que deberá dar Zelenski para satisfacer a la Comisión Europea, en el camino hacia la pertenencia a la UE, es aprobar el nombramiento del director de la oficina contra los delitos fiscales, el BEB. El candidato elegido por el consejo de supervisión del BEB, con el visto bueno del FMI, es Oleksandr Tsivinski. El Gobierno se ha negado hasta ahora a firmar su nombramiento. Esto ha llevado a organizaciones civiles y a medios de comunicación en Ucrania a hacer públicas sus quejas por lo que consideran que es una maniobra del presidente para bloquear la elección de una persona al margen de su círculo de influencia.