Alemania y el Reino Unido sellan una alianza de defensa mutua ante la incertidumbre que generan Trump y Putin
El primer ministro Starmer y el canciller Merz firman en Londres un tratado bilateral una semana después de los acuerdos del británico con Macron


Las dudas sobre el compromiso del presidente estadounidense, Donald Trump, con sus aliados y la amenaza de la Rusia de Vladímir Putin aceleran un reordenamiento de las prioridades y las alianzas en Europa. La prioridad es el rearme. Y el juego de alianzas pasa de nuevo por las grandes capitales. Una semana después de que París y Londres estrechasen los lazos militares durante una visita del presidente Emmanuel Macron al Reino Unido, llega el turno de Alemania. El primer ministro británico, Keir Starmer, recibió este jueves al canciller Friedrich Merz para firmar un tratado que obliga a ambos países ―uno, potencia nuclear; el otro, económica y en vías de un rearme masivo― a “ayudarse mutuamente, incluido por medios militares, en caso de ataque armado contra el otro”.
Hay mucho de simbolismo en el llamado Tratado de Kensington: la cláusula de la defensa colectiva ya existe en la OTAN, aunque con este documento, Londres y Berlín la refuerzan. El tratado “de amistad y cooperación”, que también prevé estrechar la cooperación entre ambas industrias militares, significa más de lo que contienen sus 30 artículos. Porque es el primero entre el Reino Unido y Alemania, países aliados desde la posguerra mundial y muy cercanos en algunos momentos mientras los británicos pertenecían a la Unión Europea (UE), pero sin un texto bilateral solemne y codificado que les ligase. Y porque, si hay un hilo conductor en todas las discusiones y en un contenido, es la defensa y la seguridad: el diagnóstico compartido de que Europa no podrá contar para siempre con EE UU y que Rusia representa una amenaza ante la que los europeos deben poder defenderse por sí solos.
Londres ha encontrado, por la vía de los tratados bilaterales, una manera de rehacer los lazos con el continente después del Brexit, la salida del club en 2020. Este es el sentido del tratado germanobritánico y el de la visita de Estado de Macron, la semana pasada, y los anteriores acuerdos francobritánicos. Se está configurando una geometría europea de alianzas que, sin ser del todo nueva, adquiere peso específico con el Reino Unido fuera de la UE y el contexto actual de inestabilidad, con una Europa entre Putin y Trump. Es el E3, como lo llaman sus propios dirigentes. Un directorio oficioso europeo de los tres Estados europeos occidentales más poderosos económicamente y militarmente: Francia, Reino Unido y Alemania.
“Nosotros, en tanto que E3, colaboramos estrechamente en política de seguridad, migratoria y económica”, proclamó Merz en una rueda de prensa, junto a Starmer, celebrada en la factoría de Airbus en Stevenage, todo un símbolo de europeísmo industrial. “Que quede claro”, precisó. ”Esta dinámica no es exclusiva. Tenemos en cuenta a Polonia, Italia y otros países miembros de la Unión Europea, y países también pequeños”. Starmer añadió que la coordinación del apoyo a Ucrania ante la agresión de Rusia “demuestra la fuerza de Alemania, Francia y el Reino Unido cuando trabajan juntos tan estrechamente.” En otros terrenos, como la diplomacia para evitar el bombardeo de Irán por parte de EE UU, este formado resultó inútil.
Una parte de la rueda de prensa de Starmer y Merz el jueves la ocupó Ucrania, y la disposición de Washington a entregar baterías antiaéreas Patriot siempre que estén financiadas por Europa, iniciativa que el canciller alemán ha descrito esta semana como “importante”. Y ha añadido: “Yo le he asegurado [a Trump] que Alemania se implicará decisivamente. Lo hacemos en nuestro propio interés”. Tanto el canciller como el premier británico han apostado por cultivar una relación, dentro de lo posible, de confianza con el presidente de EE UU para evitar que rompa con Europa. Merz, que en mayo llegó a la cancillería con un margen financiero insólito para la defensa, cree que el compromiso de la OTAN, en su reciente cumbre, para aumentar el gasto hasta el 5% del PIB ha permitido por ahora mantener a Trump junto a los europeos.
El Tratado de Kensington, además de los artículos sobre defensa, prevé agilizar la circulación de estudiantes y profesionales entre Alemania y el Reino Unido, dificultada tras el Brexit. E incluye una parte sobre política migratoria que compromete a Alemania a reforzar el control sobre el tráfico por las rutas que pasan por el país antes de cruzar el canal de la Mancha. Era un punto anecdótico para los alemanes, pero fundamental para el laborista Starmer, que se encuentra bajo presión de una derecha antiinmigración que le exige medidas rotundas, y en posición de debilidad en la política interior. El canciller democristiano también actúa, ante la inmigración, condicionado por la extrema derecha, pero en su caso aplica sus políticas de mano dura con mayores controles en sus fronteras orientales, principalmente con Polonia. Como le sucede al primer ministro británico, tiene problemas para mantener la disciplina en la frágil coalición con los socialdemócratas.
En los dos meses que lleva en el cargo, Merz se ha dedicado principalmente a la política internacional y ha logrado reposicionar a Alemania en el centro del tablero. El viaje a Londres y el tratado, aunque negociado por el equipo de su antecesor, el socialdemócrata Olaf Scholz, son un paso más en este esfuerzo. La semana próxima recibe a Macron en Berlín.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
