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La falta de consenso en la UE impide imponer sanciones a Israel por la violación de derechos humanos en Gaza

Los Veintisiete revisarán cada dos semanas los avances en el acuerdo con el Gobierno de Netanyahu para incrementar la entrada de ayuda humanitaria en la Franja

Kaja Kallas
Silvia Ayuso

La seguridad con la que el ministro de Exteriores de Israel, Gideon Saar, afirmaba el lunes en Bruselas que la UE no iba a adoptar ninguna sanción contra su país se ha visto validada. Los Veintisiete coinciden en que todavía queda mucho para que mejore la terrible situación humanitaria en Gaza. También se ha constatado formalmente que Israel ha violado sus obligaciones en materia de cumplimiento de derechos humanos en la Franja. Aun así, los ministros de Exteriores no han acordado este martes ningún paso concreto para sancionar al Gobierno de Benjamín Netanyahu, a pesar de contar con todas las “opciones” que les había presentado la alta representante para Política Exterior, Kaja Kallas, en el marco del Acuerdo de Asociación UE-Israel que establece las relaciones bilaterales.

La falta de acuerdo para tomar una medida conjunta, como reclaman países como España, la había adelantado la ministra de Exteriores eslovena, Tanja Fajon: “Lamento que no haya consenso en la UE para actuar ante la conclusión de junio de que Israel está violando el Artículo 2 del Acuerdo de Asociación sobre derechos humanos”, escribió en las redes sociales poco antes de que concluyera la cita de ministros de Exteriores en Bruselas. En esta, los representantes europeos debían decidir los próximos pasos en Oriente Próximo, después de haber recibido la semana pasada hasta 10 propuestas concretas —desde una suspensión total o parcial del acuerdo a sanciones individuales a ministros israelíes por su actuación en Gaza o un embargo de armas— para responder a las acciones de Israel contra la población palestina.

Pese a que se han dado todos los pasos formales hasta constatar las violaciones por parte de Israel de sus obligaciones humanitarias y se han presentado múltiples opciones para responder a ellas, buena parte de los Estados miembros siguen reticentes a dar pasos concretos. Menos aún cuando, argumentan, se acaba de llegar a un acuerdo con el Gobierno de Netanyahu —anunciado el pasado jueves— por el que Israel se compromete a facilitar el ingreso de ayuda humanitaria a Gaza que prácticamente ha bloqueado desde que dio fin a la última tregua con Hamás, hace ya casi cuatro meses.

Según ha explicado Kallas al término de la cita del martes —donde tampoco se ha logrado acordar el 18º paquete de sanciones contra Rusia por el veto insistente de Eslovaquia—, aunque ha pasado poco tiempo para medir el acuerdo con Israel, se ven algunas “señales positivas”. “Vemos que llegan más camiones y provisiones a Gaza. Vemos más puntos de entrada abiertos. También vemos que se están reparando algunas líneas eléctricas”, ha enumerado la jefa de la diplomacia europea. No obstante, ha subrayado, “claramente no es suficiente, porque la situación todavía es insostenible”.

“Israel tiene que dar más pasos concretos para mejorar la situación humanitaria sobre el terreno”, ha reclamado, a la par que ha anunciado que la UE vigilará de cerca la implementación de unos compromisos que, pese a todo, siguen siendo vagos: por ejemplo, no se ha especificado cuántos camiones con ayuda deben entrar cada día a la Franja.

La jefa de la diplomacia europea ha explicado que se ha acordado establecer un sistema de monitoreo del acuerdo —entendimiento, lo ha calificado— con Israel por el que se deberán enviar informes cada dos semanas sobre la situación de la entrega de ayuda humanitaria. A partir de ahí, la UE decidirá si da algún paso más o no. En este sentido, ha subrayado Kallas, la posibilidad —que sigue sobre la mesa— de adoptar sanciones concretas contra Israel sigue siendo un elemento de presión contra el Gobierno de Netanyahu.

“La única garantía que tenemos es que se ha presentado el inventario de todas las opciones que podrían tomar los Estados miembros. Y si la situación no mejora, entonces los Estados miembros también están dispuestos a dar los siguientes pasos, porque el objetivo es mejorar la situación humanitaria, que es realmente insostenible”, ha explicado en rueda de prensa.

“Excusa para la inacción”

Aunque fuentes diplomáticas consideran que supone un cambio de tono, más duro, hacia Israel —que ahora es consciente de la llamada de atención que le hace la UE—, a países como Eslovenia no les satisfacen los argumentos. “Un acuerdo de principio sobre ayuda humanitaria no puede ser excusa para la inacción. Todos tenemos la responsabilidad de proteger a los civiles”, ha subrayado Fajon. Tampoco a España, que pretendía ir mucho más allá en la reunión de este martes.

“El acuerdo humanitario es un buen paso (…), pero por sí solo no es todo lo que necesitamos, no va a parar la guerra”, dijo el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, a su llegada a Bruselas. En declaraciones a periodistas, adelantó que pediría que la UE adopte medidas concretas contra Israel para mantener la presión, como suspender el Acuerdo de Asociación “al menos mientras dure la guerra” o imponer un embargo de armas al Estado judío. Albares también habló ante sus colegas de la necesidad de “seguir incrementando la lista de sancionados a aquellos que quieren malograr la solución de dos Estados” y recordó que existe una normativa sobre etiquetados para productos procedentes de los territorios ocupados que hay que “hacer cumplir”.

Con todo, también el jefe de la diplomacia española reconoció que era muy difícil lograr la unanimidad o incluso la mayoría cualificada requeridas para adoptar algunas de las sanciones previstas en el marco del Acuerdo de Asociación UE-Israel. Una constatación de la que se ufanaba su homólogo israelí, Gideon Saar, que participó la víspera en un encuentro ministerial de la Vecindad Sur en la que coincidió por primera vez desde el inicio del conflicto, en octubre de 2023, con su par palestino y otros ministros de la región.

“Ninguna de las opciones serán adoptadas, estoy seguro”, declaró a periodistas el lunes sobre las propuestas de acciones contra Israel. “No hay justificación alguna, hasta ahora no han sido adoptadas y no creo que vayan a adoptarlas mañana [por este martes]”, agregó.

La falta de acción de Bruselas ha sido criticada por organizaciones como Oxfam, que ha advertido de que el tiempo se agota.

El calendario de la UE también preocupa a los países que insisten en una acción más rápida. Porque —salvo que se convoque de emergencia un encuentro en el verano—, los ministros de Exteriores no tienen previsto volver a reunirse hasta finales de agosto. Se verán en la tradicional reunión informal que se celebra en el país que ostenta la presidencia de turno de la UE —Dinamarca en esta ocasión—, y en la que no se toman decisiones, y ya de manera formal solo en octubre. Todo ello cuando, como ha recordado Oxfam, “cada día que pasa sin una acción real significa más muerte y destrucción”. Pese a ello, “Europa, una vez más, sigue dando largas”, ha lamentado la responsable de la organización humanitaria internacional en los Territorios Palestinos Ocupados, Bushra Khadi.

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Sobre la firma

Silvia Ayuso
Corresponsal en Bruselas, después de contar Francia durante un lustro desde París. Se incorporó al equipo de EL PAÍS en Washington en 2014. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, comenzó su carrera en la agencia Efe y continuó en la alemana Dpa, para la que fue corresponsal en Santiago de Chile, La Habana y Washington.
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