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Von der Leyen: “Imponer aranceles del 30% a la UE provocaría una disrupción”

La presidenta de la Comisión apuesta por la negociación “para alcanzar un acuerdo” aunque advierte de respuestas si no se alcanza. Macron reclama acelerar la réplica si no hay pacto

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante una intervención en el Parlamento Europeo, el 8 de julio.
Manuel V. Gómez

Apenas una hora ha tardado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en responder a la carta del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciándole aranceles del 30% a las importaciones europeas. La respuesta europea es contenida, aunque no por ello deja de advertir de consecuencias duras si se materializa la amenaza lanzada desde Washington: “Imponer aranceles del 30% a las exportaciones de la UE provocaría una disrupción en las cadenas de suministro, a las empresas, a los consumidores y a los pacientes a los dos lados del Atlántico“, ha apuntado Von der Leyen en su primera respuesta, en la que se declara dispuesta a negociar hasta el 1 de agosto.

Von der Leyen sigue pegada al guion que se marcó cuando Trump abrió la guerra comercial: negociar hasta la extenuación mientras se prepara una respuesta por si no hay pacto. Ambas ideas están presentes en su comunicado, pero ha cambiado el énfasis que se les da a estas ideas. “Tomaremos todas las medidas necesarias para salvaguardar los intereses de la UE, incluida la adopción de contramedidas proporcionadas en caso necesario”, señala la alemana.

Tras hablar Von der Leyen —que dirige la institución que posee la competencia de Comercio de la UE—, han empezado a salir otros altos cargo de la Unión. Como António Costa, presidente del Consejo Europeo, que ha criticado los aranceles por “crear incertidumbre y golpear al crecimiento económico” para después dar su apoyo a la Comisión “para conseguir un acuerdo justo con Estados Unidos”.

Después, como en una cadencia pactada, ha sido el turno de los jefes de Gobierno. Entre ellos el español, Pedro Sánchez, con unas palabras muy parecidas a las de Costa, tanto por contenido como por el orden: “Los aranceles injustificados destruyen prosperidad. [...] Los europeos constituimos el mayor bloque comercial del mundo. Usemos esa fortaleza para alcanzar un acuerdo justo”.

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, ha apostado por seguir negociando para lograr un acuerdo comercial con EE UU y evitar un choque comercial. Tras conocerse los aranceles del 30% a los productos de la Unión Europea, la mandataria ha hecho público un comunicado en el que afirma que “el Gobierno italiano sigue con gran atención el desarrollo de las negociaciones en curso entre la UE y EE UU” y que respalda “plenamente los esfuerzos de la Comisión Europea, que se intensificarán en los próximos días”.

Meloni: “No tendría sentido un choque comercial”

“En el contexto actual no tendría ningún sentido desencadenar un choque comercial entre las dos orillas del Atlántico”, asegura el comunicado. “Ahora es fundamental permanecer concentrados en la negociación, evitando las polarizaciones que complicarían el logro de un acuerdo”, añade.

También el presidente francés, Emmanuel Macron, ha respaldado a la Comisión en la apuesta negociadora “para alcanzar un acuerdo mutuamente aceptable antes del 1 de agosto”. Pero su mensaje, más largo que otros, da un paso más: “Corresponde más que nunca a la Comisión afirmar la determinación de la Unión de defender con firmeza los intereses europeos. Esto incluye acelerar la preparación de contramedidas creíbles, movilizando todos los instrumentos a su disposición, incluido el mecanismo anticoerción, si no se llega a un acuerdo antes del 1 de agosto”.

La Administración estadounidense había avisado a la Comisión antes de que Trump publicara su carta en la red Truth Social, según señalan fuentes del propio Ejecutivo de la Unión. De hecho, la carta está fechada el viernes 11 de julio, aunque se haya dado a conocer este sábado.

En la respuesta de Von der Leyen destaca la mención a “los pacientes”, un colectivo que raramente ha aparecido en otros comunicados. La referencia es un guiño al sector farmacéutico y a países como Irlanda, que exportan a EE UU una cantidad importante de medicamentos. Sobre ese sector, además, Washington ha abierto una investigación y Trump ha llegado a señalar que baraja imponer aranceles del 200%.

La respuesta de Von der Leyen cuenta incluso con un párrafo que busca desmontar los argumentos que utiliza Trump en su misiva. Él habla de que la UE es un mercado cerrado. La presidenta de la Comisión apunta que “pocas economías en el mundo igualan el nivel de apertura y la adhesión a las prácticas justas del comercio [internacional]” de la Unión. “Consecuentemente, la UE ha priorizado una negociación con EE UU, reflejando nuestra implicación con el diálogo, la estabilidad y una asociación transatlántica constructiva”.

Conforme han ido pasando las semanas, el escenario se iba oscureciendo sobre Bruselas. El lunes, después de la conversación telefónica que Trump y Von der Leyen mantuvieron el día anterior, se confiaba en un acuerdo “en días”, incluso se esperaba que no llegara la carta. Pero conforme iban cayendo las hojas del calendario, la liturgia del mandatario republicano se iba imponiendo y llegó la carta con aranceles del 30% para las importaciones.

Ahora el foco se traslada a la reunión de ministros europeos de Comercio del próximo lunes. En ella tendrá que debatirse tanto el contenido de la carta como las posibles respuestas. Lo primero que hay que decidir es qué pasa con la retorsión que está suspendida desde abril, cuando se aplicó un paquete de aranceles adicionales a productos importados desde Estados Unidos por valor de unos 20.000 millones. Ese paquete se congeló durante tres meses para dar una oportunidad al diálogo y la suspensión caduca este 15 de julio.

Otro aspecto que está pendiente en las contrarréplicas europeas es qué hacer con la respuesta por los falsamente llamados aranceles recíprocos. La Comisión planteó una lista de importaciones estadounidenses a sancionar por unos 91.000 millones. Tras la consulta pública, con alegaciones de Estados y empresas, ese montante se ha reducido, pero estaría ya lista, aunque Bruselas no ha publicado la medida definitiva.

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Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.
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