Alarma en Ucrania por la suspensión del envío de armas de EE UU
Kiev convoca una reunión de urgencia con diplomáticos estadounidenses después de que el Pentágono cancelara la transferencia de misiles y munición clave, partidas aprobadas por la Administración Biden

Donald Trump no solo rechaza ayudar con armamento a Ucrania, también ha suspendido lo que su antecesor en la presidencia de Estados Unidos, Joe Biden, acordó transferir al país invadido por Rusia. El Pentágono confirmó el martes que ha frenado el suministro de armas clave para la defensa ucrania, alegando que Estados Unidos y otros aliados las necesitan más.
Washington ha cancelado el envío de docenas de misiles de defensa antiaérea Patriot, de misiles de precisión GMLRS, munición de artillería, lanzadores Stinger de misiles antiaéreos, cohetes para los aviones de combate F-16, como los misiles antiblindados Hellfire, y lanzagranadas, entre otros recursos.
La noticia es particularmente alarmante para Ucrania en lo que concierne a la defensa ante los bombardeos rusos de largo alcance. Moscú ha triplicado en el último medio año el uso de drones bomba y misiles en los ataques a gran escala sobre las ciudades ucranias. El ejército ruso ha utilizado en bombardeos de largo alcance en junio 5.277 drones y 233 misiles, un 32% más de vehículos no tripulados y el doble de cohetes que en mayo.
La situación es tan preocupante que el Ministerio de Exteriores ucranio ha convocado una reunión de urgencia este miércoles con John Ginkel, representante de la Embajada de EE UU en Kiev. “La parte ucrania ha enfatizado que cualquier retraso o freno en el apoyo a las capacidades defensivas de Ucrania solo motivaría al agresor para continuar con la guerra y el terror, en vez de empujar [a Rusia] a sellar la paz”, ha dicho el Ministerio de Exteriores en un comunicado.
Dinero europeo
Los Patriot son la piedra angular de las defensas antiaéreas ucranias contra misiles. Pero su número está bajo mínimos y su uso es cada vez más escaso. Es por eso que Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania, planteó a Trump en la cumbre de la OTAN celebrada la en junio en La Haya que su Gobierno está dispuesto a comprar el armamento de EE UU, haciendo hincapié en los Patriot. El dinero para adquirirlo vendría de los aliados europeos. El líder estadounidense respondió que buscaría qué opciones están disponibles.
El anuncio del Pentágono del martes parece indicar que las opciones de suministrar armas a Ucrania son mínimas. No es la primera señal en este sentido que transmite Washington. Pete Hegseth, secretario de Defensa de EE UU, confirmó también en junio que había frenado la entrega a Ucrania de 20.000 misiles antidrones presupuestados durante la era Biden, para enviarlos a Oriente Próximo, para la defensa de las bases estadounidenses y de Israel, aliado histórico de Washington. Hegseth también declaró este junio ante el Congreso estadounidense que la Casa Blanca tiene intención de reducir de forma significativa la aportación militar para Ucrania.
Todo esto fue justificado el martes con estas palabras por Anna Kelly, portavoz de la Casa Blanca: “La decisión ha sido anteponer los intereses de América tras la valoración de los Departamentos de Apoyo Nacional y Asistencia a nuestro país y a otros países en el mundo. El poder de las Fuerzas Armadas de EE UU continúa sin rival, y si no, pregunten a Irán”. Kelly se refería así al bombardeo frustrado del régimen de Teherán del 26 de junio contra la principal base estadounidense en Qatar.

Decisión favorable para Rusia
“Si Putin pudiera escribir una lista de deseos de las armas que quiere que Trump bloquee para Ucrania, sin dudas son las anunciadas”, ha escrito en un análisis Phillips P. O’Brien, profesor de estudios estratégicos de defensa de la Universidad de Saint Andrews: “Otra vez más, EE UU deja coja a Ucrania en un momento vital”. Timofi Milovanov, exministro de Economía de Ucrania y destacado analista del conflicto, ha calificado la situación en sus redes sociales en términos parecidos: “Los aislacionistas en EE UU han ganado otra batalla interna que daña a Ucrania”.
“Sin duda, es una situación muy desagradable para nosotros”, ha explicado a los medios ucranios Fedir Venislavskii, diputado del grupo parlamentario del partido de Zelenski, Servidor del Pueblo. Venislavskii ha añadido que Kiev todavía no ha recibido la confirmación oficial y que esperan poder revertir la decisión por la vía diplomática. El Ministerio de Defensa ucranio ha insistido en que la decisión estadounidense no es definitiva, porque no ha sido comunicada a la parte ucrania.
Trump ya dejó claro durante la campaña electoral de las presidenciales, en 2024, que una de sus primeras decisiones al llegar a la Casa Blanca sería cortar el grifo de ayuda militar para Ucrania. Incluso en el acuerdo para la explotación de minerales conjunta entre empresas estadounidenses y ucranias firmado en abril, Trump se negó, pese a la insistencia de Kiev, a incluir en el tratado dar a cambio asistencia en seguridad. El mandatario republicano ha demostrado que su prioridad es mantener una relación diplomática cordial con su homólogo ruso, Vladímir Putin.
Trump quiere forzar a Kiev y Moscú a firmar la paz, pero Putin se ha negado hasta ahora a asumir su propuesta de un alto el fuego sin condiciones. La Casa Blanca ha descartado hasta ahora aumentar la presión sobre Rusia con nuevas sanciones o con un mayor apoyo armamentístico al país invadido.
Un tercio del arsenal ucranio está compuesto por armamento estadounidense. Desde la llegada de Trump al poder, el pasado enero, Ucrania ha acelerado la producción propia de munición, blindados y drones, y cada vez se apoya más en la asistencia de sus aliados europeos. Pero Zelenski admitió el 16 de junio, cuando anunció que propondría a Trump comprar sus armas, que no contemplaba que fuera posible continuar la guerra sin EE UU: “No puedo imaginarlo y no quiero imaginarlo, cómo vivir y cómo combatir sin la ayuda de EE UU”.
El Gobierno ucranio concretó en diciembre de 2024 que las aportaciones recibidas a última hora por la Casa Blanca de Biden le garantizaban recursos de EE UU hasta este verano. Varias fuentes militares ucranias consultadas por este diario en junio en las provincias de Donetsk y Dnipropetrovsk precisan que el racionamiento de la munición estadounidense es enorme y que esto puede darles margen para medio año más en el frente.
Washington sí mantiene inalterada la asistencia para Ucrania en lo que concierne a datos de inteligencia sobre el movimiento de tropas rusas, centros logísticos militares del invasor y, en especial, sobre el despegue de bombarderos en Rusia o el lanzamiento de misiles desde territorio ruso. Esta información es clave para advertir a la población de un inminente bombardeo y para preparar a las defensas ucranias.
Esta información de inteligencia es el principal resorte de presión de Trump sobre Ucrania, como se demostró el pasado marzo, cuando el presidente estadounidense ordenó durante unos días su interrupción para forzar a Zelenski a asumir sus condiciones de negociación con Rusia y para sellar el acuerdo para la explotación de los recursos minerales de Ucrania.
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