Macron habla con Putin por primera vez en tres años para tratar los temas de Ucrania e Irán
La conversación, de más de dos horas, pone fin a un largo silencio entre los dos mandatarios, que acordaron seguir en contacto

Los presidentes de Francia, Emmanuel Macron, y de Rusia, Vladímir Putin, han conversado en la tarde del martes por teléfono durante más de dos horas para tratar el programa nuclear iraní y la guerra en Ucrania. La llamada, a iniciativa del jefe del Estado francés y de la que pocos mandatarios estaban al corriente, pone fin al bloqueo y al silencio que mantenían los líderes europeos con el presidente ruso. La última conversación entre Macron y Putin se produjo en marzo de 2022, días después de que Rusia iniciase su ofensiva total sobre Ucrania tras convencer a París de que había margen para evitar la guerra.
En lo que respecta al conflicto en Irán desatado tras los bombardeos de Israel y Estados Unidos, Macron recordó a Putin las responsabilidades de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y, por tanto, de Francia y Rusia, en la cuestión nuclear. Subrayó también la urgencia de que Irán cumpla con sus obligaciones en el marco del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), en particular con la plena cooperación con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), cuyos inspectores deben poder reanudar su labor sin demora.
La Unión Europea había evitado conversar con Putin hasta ahora. Las excepciones habían sido sus dos grandes apoyos dentro del bloque comunitario, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, con el que se ha reunido y ha charlado por teléfono en varias ocasiones durante la guerra, y el primer ministro eslovaco, Robert Fico, al que recibió en el Kremlin en diciembre del año pasado. Ambos líderes están interesados en el suministro de gas ruso barato.
En su conversación con Putin, Macron ha expresado su determinación de buscar una solución diplomática que permita una resolución duradera y exigente del expediente nuclear, de la cuestión de los misiles iraníes y del papel de Irán en la región. Putin, por su parte, según fuentes diplomáticas, no ha hablado en ningún momento en nombre de Irán, pero ha recordado de forma clara la alianza estratégica que su país mantiene con Teherán. Los dos presidentes han decidido coordinar sus acciones y volver a hablar próximamente para dar seguimiento conjunto a este asunto.
Tras el capítulo iraní, Macron ha tomado la iniciativa de abordar la guerra en Ucrania. El presidente francés ha insistido en el apoyo inquebrantable de Francia a la soberanía y la integridad territorial de Ucrania. Además, ha hecho un llamamiento para el establecimiento, lo antes posible, de un alto el fuego y para el inicio de negociaciones entre Ucrania y Rusia con el fin de lograr una solución sólida y duradera al conflicto. Los dos presidentes, ha asegurado también el Elíseo en un comunicado, continuarán intercambiando puntos de vista sobre este tema.
Macron ha invitado a Putin a concentrarse en la situación actual —en referencia a la escalada bélica—, más que en retomar una conversación sobre “las causas profundas del conflicto”, como suele llamarlo Rusia, porque es imposible compartir el análisis. Macron ha insistido en que la urgencia hoy es que Rusia acepte un cese el fuego inmediato y se creen condiciones para una negociación en la que los americanos y europeos se impliquen.
Después de la conversación, Macron llamó al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, para informarle del contenido de la misma. El presidente francés le había ya dejado caer hace una semana que la conversación podía tener lugar, principalmente motivada por el conflicto en Irán. El Elíseo no se ha pronunciado sobre la reacción del ucranio a dicha iniciativa que, de algún modo, rompe la unidad establecida entre los aliados de Kiev hasta ahora en la relación con Putin.
Rusia ha escalado en la agresividad de su retórica contra Francia después de que París diese un paso adelante en la defensa de Ucrania ante los titubeos del nuevo Gobierno estadounidense. Putin y su propaganda comenzó a tildar a Macron de “Napoleón” en primavera, mientras que su Ministerio de Exteriores llegó al extremo de insinuar que el presidente francés consume estupefacientes mediante la difusión de un vídeo manipulado.
El Kremlin, por su parte, ha asegurado que el contenido de la conversación “fue sustancial”, aunque Moscú no se movió un centímetro de sus exigencias sobre Ucrania. Según Putin, la única salida al conflicto es “la eliminación de las causas profundas de la crisis ucrania tomando como base las nuevas realidades territoriales”. Es decir, entregar al ejército ruso las provincias que ocupa a medias y acatar todos los objetivos del Kremlin: la imposición de un Gobierno afín a Rusia, desarmar a Ucrania y que Occidente abandone totalmente al país agredido.
Putin ha insistido en repetir a Macron su versión sesgada de la guerra desatada contra Ucrania. “Es una consecuencia directa de la política de los Estados occidentales, que durante muchos años ignoraron los intereses de seguridad de Rusia, crearon un bastión antirruso en Ucrania y toleraron violaciones de los derechos de los residentes de habla rusa”, ha señalado el Kremlin en un comunicado. Según la versión rusa, Europa “prolonga las acciones militares, alimentando al régimen de Kiev con diversas armas modernas”.
Putin engañó a Macron antes de emprender su invasión de Ucrania, país que hasta entonces apenas había recibido instrucción y algunos misiles antitanque Javelin de Estados Unidos. Rusia preparó su despliegue militar a lo largo de toda la frontera con Kiev desde comienzos de 2021, y Putin mantuvo su última reunión con Macron el 7 de febrero de 2022 en una serie de intentos desesperados de los líderes europeos por evitar la guerra a cambio de no ayudar militarmente al Gobierno de Zelenski. Tras aquel encuentro, París anunció que Moscú se había comprometido a no iniciar “nuevas iniciativas militares”. Dos semanas después, las columnas rusas trataron de conquistar Kiev.
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