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El bombardeo de Estados Unidos solo logró retrasar el programa nuclear iraní unos meses, según el Pentágono

Un informe preliminar filtrado a los medios sobre la operación militar contradice el discurso triunfalista de Trump sobre la “total y completa destrucción” de las instalaciones atacadas

Imagen captada por un satélite de la instalación nuclear de Fordow tras el ataque estadounidense.Foto: MAXAR TECHNOLOGIES (via REUTERS) | Vídeo: EPV
Iker Seisdedos

Un informe, aún preliminar, de la inteligencia estadounidense aconsejó este martes moderar el entusiasmo de Donald Trump, quien definió como un “éxito espectacular” la operación militar lanzada durante el fin de semana contra tres instalaciones de enriquecimiento y almacenamiento de uranio iraníes. El presidente estadounidense también aseguró que las plantas de Fordow, Isfahán y Natanz quedaron “total y completamente destruidas”. Según ese primer informe filtrado a la prensa, la cosa no fue para tanto: el espectacular despliegue militar, que incluyó misiles tomahawk lanzados desde submarinos y 125 aviones cargados con, entre otro armamento, 14 bombas de más de 13.000 kilos, solo logró retrasar unos meses el programa nuclear iraní.

El jarro de agua fría lleva la firma de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA son sus siglas en inglés). El texto, cuyo contenido adelantó la CNN y confirmaron después otros medios estadounidenses citando fuentes anónimas, no solo asegura que ciertos componentes clave del programa nuclear, incluidas las centrifugadoras, podrían reiniciarse en cuestión de meses, también revela lo que muchos sospechaban: gran parte de las reservas iraníes de uranio enriquecido, de la clase que se emplearía en la fabricación de un arma nuclear, se trasladaron antes de los bombardeos, previsiblemente, a otras instalaciones secretas repartidas por Irán.

La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, respondió este martes a la información de la CNN desde su cuenta de X. “Esta supuesta ‘evaluación’ es completamente errónea y tenía la consideración de ‘máximo secreto’, lo que no impidió que la filtrara un desconocido anónimo [sic], un perdedor de bajo nivel en la comunidad de inteligencia“.

Leavitt consideró que todo obedece a “un claro intento de denigrar al presidente Trump y desacreditar a los valientes pilotos de combate que llevaron a cabo una misión impecablemente ejecutada para aniquilar el programa nuclear iraní”. La portavoz de la Casa Blanca concluyó: “Todos saben lo que ocurre cuando se lanzan 14 bombas de 13.600 kilos sobre sus objetivos: la aniquilación total”.

Lo único en lo que están de acuerdo ambas partes es en que aún es pronto para obtener la fotografía completa del impacto real que tuvieron los ataques, en los que se emplearon aviones B-2, que dejaron caer bombas antibúnker, como había pedido Israel tras varios días de asedio aéreo a Irán, sobre las plantas de enriquecimiento de Fordow y Natanz. Era especialmente compleja la misión en Fordow, cuyas instalaciones están enterradas a una profundidad que se calcula de entre 45 y 90 metros bajo las montañas al sur de Teherán.

Según el informe de la DIA, el daño tanto en esas instalaciones como en la de almacenamiento de Isfahán se limitó principalmente a las estructuras superficiales, que, eso sí, resultaron gravemente afectadas.

“Lo he visto todo”

El secretario de Defensa, Pete Hegseth, reaccionó este martes a la información de la CNN y dijo que, basándose en “todo lo visto” −“y lo he visto todo”, añadió− la “campaña de bombardeos anuló la capacidad de Irán para fabricar armas nucleares”. “Nuestras enormes bombas impactaron exactamente en el punto preciso de cada objetivo y funcionaron a la perfección. El impacto de esas bombas está enterrado bajo una montaña de escombros en Irán; así que cualquiera que diga que no fueron devastadoras solo intenta socavar al presidente y el éxito de la misión”, advirtió Hegseth.

Pete Hegseth, secretario de Defensa, responde a las preguntas de los periodistas el domingo pasado en el Pentágono.

Por la mañana, Trump había vuelto a incidir en su mensaje de las primeras horas tras el ataque y que luego atemperó el jefe del Estado Mayor, el general Dan Caine, el domingo. “Creo que [las instalaciones nucleares] han quedado completamente destruidas”, insistió el presidente estadounidense. “Esos pilotos alcanzaron sus objetivos. Esos objetivos fueron destruidos, y hay que reconocerles el mérito a los pilotos”. A la pregunta de si creía que Irán estaba en condiciones de retomar su programa nuclear, Trump respondió: “Ese lugar está enterrado. Ese lugar está destruido”.

El mandatario republicano hizo esas declaraciones a los reporteros que lo esperaban a que cogiera el helicóptero presidencial Marine One, al inicio de su viaje a La Haya (Países Bajos), donde lo aguardaba la cumbre de la OTAN más trascendental de la memoria reciente. No solo por la situación en Oriente Próximo −Trump llega a Europa después de haber forzado un acuerdo de alto el fuego entre Israel e Irán−, sino también por su exigencia a los socios de la Alianza Atlántica de que aumenten el gasto militar.

La evaluación del daño causado por los bombardeos ordenados por el presidente estadounidense es una batalla aún abierta que se libra en varios frentes y de cuya resolución depende el mérito que Trump pueda finalmente atribuirse tras un arriesgado órdago. Este martes, los senadores demócratas criticaron el aplazamiento de la presentación de un informe confidencial sobe lo que pasó y, sobre todo, cuánto se destruyó en la madrugada del domingo pasado en Teherán.

Chuck Schumer, líder de la minoría en el Senado, criticó el “aplazamiento de última hora” de la sesión informativa. “Es indignante, evasivo y negligente”, dijo visiblemente airado a los periodistas destacados en el Capitolio de Washington. “La administración tiene la obligación legal de informar al Congreso sobre lo que está sucediendo. ¿A qué tienen miedo? ¿Por qué no comparten detalles cruciales, el resultado del reciente ataque, el alcance y las perspectivas del conflicto, la estrategia a largo plazo de la administración para evitar que Irán obtenga armas nucleares, los riesgos potenciales a los que enfrentan los ciudadanos estadounidenses y nuestros militares, a quienes todos tenemos la obligación de proteger?“, añadió Schumer.

El próximo viernes está previsto que los congresistas reciban la información sobre el ataque a Irán que les fue hurtada este martes.

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Sobre la firma

Iker Seisdedos
Es corresponsal de EL PAÍS en Washington. Licenciado en Derecho Económico por la Universidad de Deusto y máster de Periodismo UAM / EL PAÍS, trabaja en el diario desde 2004, casi siempre vinculado al área cultural. Tras su paso por las secciones El Viajero, Tentaciones y El País Semanal, ha sido redactor jefe de Domingo, Ideas, Cultura y Babelia.
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