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La chuche de marihuana que le complicó el concierto a Austin Butler en La Casita de Bad Bunny

Invitado por el cantante a uno de sus famosos ‘shows’ en el Coliseo de San Juan, en Puerto Rico, el actor se hizo viral por su forma de moverse, extraña y desubicada. “No quería ser el tipo que baila como un loco y acapara la atención”, ha contado ahora en el programa de Jimmy Fallon

Austin Butler actor
El País

Austin Butler (California, 33 años) nunca imaginó que coincidir con Bad Bunny en la próxima película de Darren Aronofsky, Bala perdida, que se estrenará en España el próximo octubre, le iba a resultar tan enriquecedor. Durante su visita al late show de Jimmy Fallon del pasado martes, el actor contó los detalles de una anécdota que se ha hecho viral en los últimos días, después de que este fin de semana estuviera con su nuevo amigo en Puerto Rico, en uno de los 30 conciertos de la residencia del cantante en el Coliseo de la capital, San Juan. Allí, según le ha contado a Fallon, Butler se lo pasó de miedo en La Casita [la construcción típica de la isla que hace de segundo escenario y en la que Bad Bunny ubica a los invitados de cada noche], aunque su baile con los brazos cruzados y expresión desubicada pudiera indicar lo contrario. La razón de su comportamiento errático, ahora lo sabemos, fue una chuchería de marihuana, un edible, como se conocen en inglés. Aunque en realidad, la razón también fue que el protagonista de Elvis no tenía muy claro dónde iba a meterse.

Tras declarar su amor a Puerto Rico y a su gente, que visitó por primera vez junto a Aronofsky y Bad Bunny para promocionar su cinta, el intérprete le ha contado a Fallon que la noche anterior al concierto salieron por las calles de la isla y disfrutaron de su autenticidad, y que el día de autos habían comido con el cantante, cuyo nombre real es Benito Antonio Martínez Ocasio. “Él nos contó de qué iba el show, pero yo no llegué a entender lo que en realidad iba a ser”, reconoce Butler con inocencia. “Pensé que íbamos a estar entre el público ―continúa su relato― junto al resto de gente. Entonces alguien me ofreció un edible [la chuche de marihuana] justo antes de que empezara el concierto y en ese momento me pareció una buena idea". A partir de ahí, tras las risas del público del programa, es sencillo empezar a entender qué le pasó al actor esa noche en la que bailó raro.

“Me comí la chuche y me llevaron a La Casita. Y de pronto, yo estaba en el escenario, lo que es irónico porque ni siquiera me gusta que me canten el Cumpleaños feliz. Entonces, la chuche empieza a hacer efecto y mi cerebro se encuentra entre dos películas: por una parte, pienso ‘qué orgulloso estoy de Benito, de todo lo que él significa para toda esta gente’. Por otra, me digo a mí mismo: ‘No se te ocurra bailar, porque le vas a quitar protagonismo y este es su momento’. Y entonces mi cuerpo decide esconderse. Pero al mismo tiempo la música es tan buena que se me mete en los huesos y quiero bailar, a pesar de que la otra voz me sigue diciendo ‘no seas el centro de atención’. Al final, solo muevo las caderas con los brazos cruzados”.

En ese punto de su charla, Fallon le reconoce al actor que internet había estado comentando su extraño baile y no duda en mostrarle las imágenes que Butler, ya sin la marihuana haciendo efecto, tiene que volver a ver mientras el presentador le imita. “Ahora conocemos la intrahistoria”, le dice Fallon, a lo que el actor añade: “Cada vez que descruzaba los brazos sentía que volvía a atraer la atención. También me acordé de Ben Affleck en los Grammy, cuando dijo que no se lo estaba pasando bien [el inicio del meme conocido como ”Affleck triste”]. No quería ser ese tipo, pero tampoco el tipo que baila como loco y acapara el protagonismo”.

Bautizada como No me quiero ir de aquí, la residencia de Benito Antonio Martínez Ocasio en San Juan es un homenaje a su tierra que celebrará el último concierto el 14 de septiembre. Siguiendo con la temática de su último trabajo, DeBÍ TiRAR MáS FOToS, lanzado el pasado enero, los 30 espectáculos —cuyas entradas se vendieron en tan solo cuatro horas— son una reivindicación del artista a la identidad puertorriqueña. De hecho, quiso que el primer mes de conciertos, el de julio, fuera solo para residentes de Puerto Rico. Además de a Butlet, por La Casita se ha visto a otros famosos como Penélope Cruz y Javier Bardem, Ricky Martin, Kylian Mbappé o LeBron James.

Bala perdida, que cuenta en su reparto con Bad Bunny y Butler, es la historia de un exfenómeno del béisbol que, por casualidad, acaba viéndoselas con un variopinto grupo de mafiosos amenazantes. Los dos protagonistas, junto al director del filme, viajaron hasta Puerto Rico para una proyección especial de la película el pasado 7 de agosto y, de paso, un concierto que el actor no olvidará.

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