Del gazpacho a la ‘caprese’: 10 platos frescos que puedes preparar sin encender el fuego
Si agosto te tiene frito y ya no das para más, aquí van unas cuantas recetas cuya elaboración no implica usar hornos ni fogones

A estas alturas del mes, y salvo que habite en las montañas o en alguna zona privilegiada del norte, el español medio ya puede servirse asado, frito o confitado en su propio jugo. Los calorazos estivales no animan precisamente a meterse en la cocina, encender los fogones y los hornos y liarse con sartenes y cazuelas, pero por suerte hay fórmulas culinarias sencillas que no implican usar esas fuentes de calor. A continuación te ofrecemos una selección de aperitivos, ensaladas, cremas o postres 100% libres de sofocón.
Aceites con cosas para untar pan
Si vienen invitados a cenar, quieres poner algo de picar pero no tienes ganas de trabajar, existen soluciones que no exigen demasiado esfuerzo. Los aceites con cosas, por ejemplo. La base de estos aperitivos es el aceite de oliva, y el resto de ingredientes van picados finitos. Son perfectos para untar con pan, aunque también puedes usarlos como aliño para una ensalada, como salsa para unas verduras o como guarnición para una crema. Y sí, el primero incluye un escaldado en caliente del tomate, pero te lo puedes saltar tranquilamente picando el tomate con piel o pelándolo sin más.
Gazpacho sin errores
El gazpacho es un plato sencillo, y tirando de brocha gorda, su preparación se podría resumir como un triturado de verduras frescas con aceite, vinagre y sal. Sin embargo, hay gazpachos excelentes, buenos, regulares y malos, y seguro que has probado ejemplares que caben en las distintas categorías. Como siempre ocurre en la cocina popular, el secreto está en los detalles: por mucho que discutamos si lleva pepino, cebolla o pan, la técnica importa tanto o más que los ingredientes que decidas usar o no.
Crema fría de lechuga y limón
De una lechuga no solo salen ensaladas: hemos visto ya que es posible cocinarla a la plancha, convertir sus hojas en cuenquitos para hacer ‘tacos’ o triturarla junto a otros ingredientes y hacer una crema de lechuga. Este último recurso, no solo da como resultado un plato refrescante y veraniego en menos de 10 minutos, sino que da salida a esas hojas que empiezan a mustiarse en la nevera.

Crema de feta y yogur con remolacha
Un primer plato fresquito, colorido y tiradísimo de hacer, siempre que tengas una batidora a mano. La crema de feta y yogur griego es la base ideal para montar este invento a medias entre un untable y una ensalada. Está muy bueno, es perfecto para dar salida a esas hierbas que compras para otras recetas de las que siempre quedan remanentes y como la industria nos ofrece las remolachas ya cocidas y peladas -un procesado saludable que puede dar mucho juego- se prepara sin encender el fuego.
Tortilla al microondas de José Andrés
Al catálogo de recetas que indignan a los puristas, como la pizza con piña, la paella con chorizo o la carbonara con nata, se le ha sumado un nuevo miembro: la tortilla al microondas con mayonesa. ¿El culpable de este supuesto sacrilegio gastronómico? Antes de que empieces a gritar “¡blasfemia!”, te informamos de que es José Andrés, chef asturiano de fama mundial y activista culinario al frente de World Central Kitchen que, desde hace poco, también puede añadir a su currículum “experto en encender a los inmovilistas”.

Ensalada de alubias y espinacas con pesto
Si tuviéramos que decir cuál es el mejor uso que se le puede dar a unas legumbres de bote, diríamos, sin dudarlo, que es añadirlas a una ensalada. Aunque son practiquísimas para infinidad de platos, en las ensaladas aportan contundencia y buenas cualidades nutricionales, convirtiéndolas así en muchas ocasiones en platos únicos. En esta ocasión optamos por las alubias blancas -normalmente más cremosas que las lentejas o los garbanzos- y las mezclamos con espinacas y un “pesto” de hierbas.

Todo lo que puedes hacer ‘caprese’
Lo bueno de la ensalada caprese no es solo lo bien que combinan el sabor del tomate, la mozzarella y la albahaca, sino también su frescura –especialmente codiciada a estas alturas del año– y lo adaptable que es a otros formatos. Como tal es perfecta, pero ¿por qué no llevar este trío a otros platos?

Tres quesadillas rápidas en tostadora
Para estas quesadillas en tostador conviene usar tortillas de tamaño grande, para poder extraerlas con mayor comodidad. Los rellenos los puedes variar a tu gusto y se prestan a las mil maravillas al aprovechamiento de restos cocinados, desde verduras al horno o rehogadas a carne y pollo, porque casi cualquier cosa recibe una nueva vida con un poco de buen queso fundido. El truco está en dejar el relleno un poco más fino por el centro de la tortilla para que el doblez final cueste poco.

Tarta de lima y pistacho sin horno
El postre sin horno de hoy se puede justificar de muchas maneras: “es perfecto para el verano porque no necesita calor”, “lo he hecho porque la electricidad está muy cara”, “es muy respetuoso con el medio ambiente y no consume combustibles fósiles”... Sin embargo, todos sabemos cuál es su principal gancho, el que te llevará a repetirlo si alguna vez lo preparas: no requiere ningún tipo de esfuerzo. Es para vagos redomados, adictos al jetapostrismo como nosotros.
Horchata de arroz
Tanto si te gusta la horchata de chufa como si no, te aseguramos que esta de arroz te encantará, pues es como beber arroz con leche líquido y fresquito. Tiene cierto cuerpo gracias al almidón del grano aunque es ligerísima, dulce pero no empalagosa y aromática debido a la canela. Si estos motivos no son suficientes para ponerte a hacerla, debes saber también que su preparación es mucho menos laboriosa que la de la horchata de chufa.

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