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Diez recetas dulces y saladas para aprovechar el esplendor de las frutas de verano

Melocotón, ciruelas, melón, sandía... agosto es el mes de las frutas frescas y jugosas. Comerlas tal cual es fantástico, pero también se pueden usar en postres, bebidas, cremas o ensaladas

Recetas con frutas

Existen pocas comidas más agradecidas que una raja de melón fría, un buen trozo de sandía o un melocotón jugoso en pleno verano. Agosto aprieta con sus calores, pero no ahoga porque nos da el mejor momento de esas y otras frutas, como las ciruelas, los paraguayos o las nectarinas. ¿Tomarlas tal cual? Maravilla, a cualquier hora y en cualquier situación. ¿Usarlas en la cocina para postres, cremas, ensaladas o bebidas? Una forma inteligente de refrescar o añadir sabor. Aquí tienes unas cuantas ideas para introducirlas en el menú.

Ensalada de pollo, melocotón y salsa ranchera

El aliño puede hacer la diferencia entre una ensalada del montón y una riquísima, y aunque me da la impresión de que no solemos tirar demasiado de los que son cremosos por estas tierras, lo cierto es que le dan una untuosidad muy atractiva. Esta ensalada de cogollos, pollo y melocotón podría ir perfectamente aliñada con una vinagreta simple y sería un plato fresquísimo, pero la combinación de ingredientes se viene arriba al añadirle la salsa ranchera.

La salsa le da el toque

Panzanella de sandía

Preparar unapanzanellaes realmente sencillo: piensa en ella como si fuese un gazpacho sin triturar. Ingredientes como el tomate, el pepino y el pan se acompañan de una buena cantidad de sal, vinagre, aceite de oliva y un toque aromático y fresco de la albahaca. Como en todo, variaciones hay miles: esta, en concreto, va a llevar una parte de sandía y un punto de mostaza para dar algo más de juego. Tomadla muy fría y veréis que no todo se hace tan cuesta arriba.

Huele a verano

Tres recetas para aprovechar todo el melón

El aprovechamiento máximo de la comida y la alergia a su despilfarro han sido seña de identidad de esta santa casa desde su fundación en 2010. Por eso vimos la luz el día que el dios del pan Ibán Yarza tuiteó una receta para hacer “horchata a la antigua”, con un sólo ingrediente además del agua: las pepitas de melón. Decidimos mangársela inmediatamente añadiéndole algunas fruslerías como leche de coco, lima y menta, y además redondeamos el cocinado integral de la fruta con una ensalada de la pulpa y unas tiras encurtidas de la carne más pegada a la piel, esa que se suele ir a la basura.

Ensalada de higos y burrata

La temporada de los higos ya ha comenzado a estas alturas de agosto, y pocos placeres hay en el mundo que se puedan comparar a cogerlos directamente de una higuera y zampárselos allí mismo al sol (después de lavarlos: no es tan poético pero sí más higiénico). Después de esta escena bucólica hay otra opciones que tampoco están nada mal, como comerte los higos aunque los hayas comprado en una tienda. Aquí les ponemos encima un queso italiano cuyo desparrame siempre asegura alegría -la burrata- y una sencilla vinagreta con un toque cítrico para rematar.

Puedes hacer que los higos maduren con otras frutas

Ciruelas asadas sin horno

La fruta de hueso hace nuestras delicias en verano; dulce y ácida, jugosa, además de ser consumida de la forma más obvia —a bocados— se presta a muchas elaboraciones: cruda o a la parrilla en ensaladas, en tartas y bizcochos. Al horno es donde expresa lo mejor de sí: los azúcares se concentran, pero se mantiene el toque ácido, así que nunca se hace aburrida. Pero en verano también hace calor, y para la mayoría encender el horno es un deporte de riesgo: ¿hay una forma de poder disfrutar de unas ciruelas asadas sin morir en el intento? Aquí estamos para contártelo.

Recetas con frutas

Tarta desmigada de ciruelas

Las ciruelas asadas suben unos cuantos peldaños en la escalera hacia la perfección si van acompañadas de harina, azúcar y mantequilla, es decir, de masa quebrada. Esta receta, que rebautizamos en español como “desmigada” –esperamos que el término sea incorporado rápidamente por la Fundéu–, está a medio camino entre un Streuselkuchen alemán y un crumble inglés, pero en realidad es una prima despeinada de una crostata italiana.

Buf, ¡vaya pinta!

Vasitos ligeros de yogur y melocotón

Estos vasitos de yogur y melocotón tan vistosos y suculentos emulan los trifles británicos, unos postrecillos superfáciles –lo que en El Comidista llamamos jetapostre–, que se montan en capas con algún tipo de soletilla o bizcocho en el fondo, empapado en jerez u otro vino dulce, cubiertos con fruta y rematados con natillas, nata montada o ambas. Las variaciones son infinitas y en esta nos permitimos la licencia de poner la fruta encima del elemento cremoso, que además cambiamos por un buen yogur griego espesote.

También admite otras frutas

Cómo usar la fruta congelada y rallada

Si sueles bucear entre reels y vídeos de Instagram y TikTok, es muy probable que lo hayas visto: gente congelando frutas y verduras para luego rallarlas sobre distintos platos. Es una idea original, curiosa, llamativa a la vista, y tal vez, nunca se te había ocurrido hacerlo. Así que, una vez más, nos lanzamos a probar una tendencia que circula en la red y te damos cinco recetas para aplicarla. Queda bonito, es muy refrescante y ofrece una nueva forma de utilizar frutas y verduras, que nunca está de más.

Toda fruta es susceptible de ser congelada

Aguas con sabor a frutas

El agua es la bebida más saludable, hidratante, económica y fácil de conseguir; tal vez no valoramos lo suficiente el privilegio de abrir un grifo y que salga de él agua potable, que podemos tomar los afortunados habitantes de países desarrollados. Pero no motiva a todo el mundo, y no siempre cumple los parámetros de transparencia, ausencia de color, olor y sabor de su forma pura. Aquí tienes unas cuantas maneras sencillas de darle un punto sin añadirle azúcar en ninguna de sus chiquicientas formas, ni pasarse a las versiones industriales “con zumo de frutas” (“procedente de concentrado”).

Fresca y saludable.

Cóctel helado de nectarina y tequila

La nectarina es una fruta ligeramente ácida, pero con un toque dulce que supera en todos los aspectos al melocotón -esto es ciencia exacta- y a su irritante y peluda piel. Es asequible y se encuentra fácilmente en cualquier supermercado. En resumen, una maravilla de la naturaleza. Para hacer este cóctel necesitaremos congelar unas cuantas nectarinas, y es importante que nos acordemos de quitarles antes el hueso (o nos cargaremos la batidora).

100% libre de pelitos melocotoneros

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