El abogado que le ganó un pulso legal a Almeida: Madrid no tendrá cantones en zonas verdes, ni ventajas para las sedes de los partidos
Un excolaborador de Marta Higueras, exmano derecha de Carmena, logra en el TSJM cambiar la modificación parcial del plan general de ordenación urbana de la capital


El Ayuntamiento de Madrid no podrá instalar cantones de limpieza en zonas verdes. Los partidos políticos tampoco disfrutarán de la ventaja de ser homologados a la Administración Pública, para instalar sus sedes en parcelas destinadas a ese uso. Y esa doble rectificación, que supone cambiar las normas urbanísticas del plan general de ordenación urbana de la capital (PGOU), tras una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, es la obra de un abogado que se estudió el acuerdo de 2023 que cambiaba la reglamentación, y concluyó que “no era justo”. Pleitear, explica, fue “una forma de protesta”. Se llama Javier Flores, tiene “cuareintaitodos”, ironiza sobre sus 49 años, y tras acercarse a la política atraído por la UPyD de Rosa Díez (de la que acabó desencantado) y hacer camino de la mano de Marta Higueras, que fuera número dos de la capital con Manuela Carmena, sostiene que lo público no se defiende solo. Y que a veces toca dar un paso al frente.
“Mi trabajo con Marta ha influido muchísimo. Absolutamente todo”, dice sobre las razones que le llevaron a pleitear con el Ayuntamiento de la capital, que dirige José Luis Martínez-Almeida, y la Comunidad de Madrid, que preside Isabel Díaz Ayuso. “Tendemos a tener la idea de que hacer política es entrar en un partido, presentarse a las listas... ¡Y qué va!“, se queja. ”Es muchísimo más: desde el asociacionismo, que es lo que he conocido con Marta, a todo lo que tiene que ver con la ciudadanía de a pie”, argumenta. “Después de salir Marta del gobierno [tras gobernar con Ahora Madrid hasta 2019], dije que quería seguir haciendo cosas, dentro de mi mayor o menor alcance. Porque pasas por ahí, entras en contacto con un montón de gente, y ya no volteas la cara. No puedes mirar a otro lado”, argumenta. Y remata: “Pensamos que siempre alguien se va ocupar de lo correcto, y no es así. A veces tienes que ser tú mismo. El cambio propuesto en el Plan eliminaba derechos de los ciudadanos de Madrid”.
Flores pleiteó con el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid por múltiples aspectos de la modificación del PGOU. Únicamente le han dado la razón en un puñado, según se desprende de la sentencia que publicó este miércoles el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM), y que recogía la anulación de cuatro puntos del articulado, incluyendo uno que facilitaba incumplir las regulaciones de habitabilidad en los casos de transformación de locales a vivienda, al poder dar las ventanas “a un patio con dimensiones menores a normativa”.
Así, la victoria de Flores no ha sido ni mucho menos total. Pero sí tiene efectos prácticos, puesto que el Ayuntamiento de Madrid ha renunciado a recurrirla, por lo que la sentencia ya es firme.
“Los partidos políticos efectivamente no podrán ubicarse en parcelas con calificación de Servicios de la Administración Pública”, reconoce un portavoz del área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, que dirige Borja Carabante, hombre de confianza del alcalde Martínez-Almeida. “Y, efectivamente, no se podrán localizar cantones en zonas verdes”, añade este interlocutor del gobierno municipal, que precisa que en este momento “no hay ningún cantón en zona verde”.

Es decir, según el Ayuntamiento, lo que Flores ha logrado ha sido cerrar la puerta a una posibilidad futura. Garantizar que las cosas sigan como están. Por eso la de este abogado es una de esas victorias parciales que corren el riesgo de pasar desapercibidas: la mayoría de los casi cuatro millones de habitantes de la capital de España nunca sabrán que gracias a él no les han puesto en una zona dedicada a su disfrute y esparcimiento uno de los polémicos nuevos cantones de limpieza, que tanto rechazan por toda la ciudad, por ejemplo, en Montecarmelo. Estás instalaciones sirven como centros neurálgicos de las operaciones de recogida de basura y adecentamiento de las vías, y pueden almacenar maquinaria pesada, o vestuarios. En ellos también se pueden almacenar los residuos temporalmente, o catalogarlos antes de su envío a su destino final.
¿Cómo ha llegado Flores hasta esto? “Con Rosa Díez es donde descubrí la política, y salí espantado”, recuerda sobre la impulsora del partido UPyD, partido del que fue miembro de la ejecutiva regional y secretario de comunicación en Madrid, y a cuyas primarias por la candidatura para el Ayuntamiento se presentó en 2010. “Rosa es experta en marketing político, en ganar votos, y eso es muy duro para la gente que llega a la política con ilusión”, añade. “Luego descubres la forma de hacer política de Manuela [Carmena], de Marta [Higueras], y es otra cosa: la vocación de servicio, siempre poner por delante de cualquier interés electoral o personal el compromiso de servicio. Son visiones tan diferentes...”
Nuevo pleito con el Ayuntamiento
Flores, que considera que el concepto de lo público se está devaluando, y que si no se lucha contra eso las ciudades acabarán convertidas en una forma de hacer negocios, fue asesor de asuntos públicos de Higueras, y llegó a ser su jefe de gabinete entre noviembre de 2021 y mayo de 2023. De su paso por el Ayuntamiento de Madrid, donde también fue vocal vecino en el distrito de Moncloa-Aravaca en representación del grupo mixto escindido de Más Madrid, conserva un conocimiento experto de la normativa urbanística.
Aunque hoy dedica la mayoría de su labor pro bono (altruista) a la atención de población especialmente vulnerable, ya tiene la diana puesta en un nuevo pulso legal con el Ayuntamiento del abogado del Estado José Luis Martínez-Almeida, que por su parte acumula traspiés jurídicos que van de las zonas de bajas emisiones a la ordenanza de terrazas, pasando por los aparcamientos del Bernabéu.
“Almeida presume mucho de la seguridad jurídica, pero Madrid tiene una serie de errores de fondo muy graves en la normativa urbanística”, sostiene este abogado especializado en la materia. “El primero es que no están correctamente publicados los planes de ordenación, que son los que dicen qué se puede y qué no se puede hacer en el suelo”, explica. “Es como si alguien al publicar el código de circulación se hubiera olvidado de publicar el anexo con el diseño de las señales de tráfico”, abunda. “Debería estar publicado en el Boletín oficial, y al no estarlo, abre la puerta tanto a anular sanciones [urbanísticas], como licencias y proyectos que se fundamentan sobre una normativa urbanística que no está publicada completamente”, apunta. Y advierte: “Por ahí tendremos novedades y noticias”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
