Ayuso y su familia disfrutan de un chalé propiedad de la Comunidad tras criticar “los palacios” de Sánchez
La presidenta no ha informado de este uso, conocido por EL PAÍS. Su equipo defiende que es un inmueble “muy austero” y que llevó “su propia comida”

Isabel Díaz Ayuso y parte de su familia se alojaron el pasado fin de semana en un chalé con piscina en la sierra de Madrid, comprado por 4,3 millones de euros en 2023 por la Comunidad, junto a sus montes anexos, para ampliar el Parque Nacional de Guadarrama. La presidenta no ha anunciado el disfrute de este inmueble y su uso ha sido conocido por EL PAÍS por medio de vecinos de la zona. Fuentes de la presidencia regional responden que esa propiedad “se puede usar” y que esta ha sido la primera vez. “Es un uso permitido. Muy austero, no digamos nada con La Mareta (Lanzarote) o Quintos de Mora (Toledo)”, dicen en referencia a las residencias en las que se hospedan de manera privada las altas autoridades del Estado y, en concreto, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. “Por otra parte”, agregan estas fuentes, “[Ayuso] no ha utilizado ningún servicio de la Comunidad. Ni camareros, ni cocineros. Ella se ha llevado su propia comida y ha estado en la casa sin servicio”.
Antes de conocerse este disfrute, la presidenta había atacado a Sánchez por vivir en “cuatro palacios”. Lo hizo en varias ocasiones después de la decisión del presidente de mantenerse en el cargo tras cinco días de reflexión, en abril del año pasado. “Las Marismillas, la Mareta, la Moncloa y Doñana, pagados por todos los españoles”, enumeró el año pasado en el pleno de la Asamblea. En realidad, la presidenta cometió un lapsus porque Las Marismillas y Doñana son el mismo edificio y se olvidó de nombrar a la residencia de Quintos de Mora, en Toledo.
Ayuso también había sugerido en el parlamento regional que el Ejecutivo madrileño debería pagar una vivienda oficial al presidente autonómico. Fue en marzo del año pasado, en medio de la polémica por los indicios de obra irregular en el piso que compró su pareja tras cometer un presunto fraude fiscal por el que ha sido procesado. “Yo llevo viviendo casi 20 años de alquiler, casi cinco años como presidenta de la Comunidad de Madrid, sufragándome mi casa, no como hace la mayoría de los que tengo enfrente, especialmente ministros a los que les pagamos absolutamente todo, que es a lo mejor lo que tendría que empezar a hacer el Gobierno de la Comunidad de Madrid, sufragar una vivienda oficial para el presidente”, dijo.
La propiedad en la que se ha hospedado ahora Ayuso fue comprada por su propio Gobierno en octubre de 2023. El vendedor era un antiguo dueño de los históricos almacenes de ropa Cortefiel, Juan Luis Hinojosa Fernández de Angulo, quien había puesto en venta su finca de 453 hectáreas, donde se encuentra ese chalé. La familia Hinojosa es conocida por ser una de las mayores propietarias de cotos de caza de España. La Comunidad decidió ejercer su derecho de tanteo (adquisición preferente) para anexionar los terrenos al Parque Nacional de Guadarrama, cuyo territorio en la región madrileña —21.714 hectáreas— es gestionado por el Ejecutivo autonómico. Así, Hinojosa recibió 4,3 millones de euros, tal y como contó Infobae.
La nota de prensa anunciando la adquisición destacaba su alto valor ecológico. En ese paraje se pueden encontrar ejemplares de buitre negro, lobo, gato montés, gineta, tejón, zorro, jabalí, águilas reales o búhos. Su flora diversa contiene bosques de roble y pino silvestre.
Los nuevos terrenos incluían este chalé usado por Ayuso, que se encuentra a las afueras del núcleo urbano de Rascafría (1.707 habitantes), uno de los pueblos de la sierra a los que suelen escapar los madrileños los fines de semana. Vecinos de Rascafría conocen bien esta propiedad, visible desde la carretera. Un residente que conoce el interior del inmueble dice que Hinojosa lo conservó bastante bien.
Una de las propietarias que se lo vendieron a Hinojosa es Asunción García, que recuerda con cariño sus veranos en el lugar. “Desde ahí se ve divinamente el pico de Peñalara, el pinar silvestre, los pastos, los arroyos... es fenomenal”, dice al teléfono. “No conozco una finca más bonita”.
El catastro informa de que la parcela, edificada en 1970, consta de 355 metros cuadrados construidos, que incluyen la vivienda de 138 metros cuadrados; la piscina, de 94 metros cuadrados; y dos almacenes, de 92 y 25 metros cuadrados, respectivamente.
En 2024, Ayuso citó a los medios de comunicación para ir a la finca donde anunció que, tras una restauración, habían abierto al público un área de descanso junto a una ermita de gran devoción para los vecinos de la sierra.

El terreno es propiedad de la Comunidad, aunque formalmente aún no ha sido incorporado al parque de Guadarrama porque este tipo de ampliaciones de los parques nacionales son procesos largos que toman años. En marzo, el Ministerio de Transición Ecológica realizó una primera consulta al público para recabar la opinión de la ciudadanía. Aún precisa la aprobación por el Consejo de Ministros, el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid y su ratificación en las Cortes.
La Comunidad de Madrid, al contrario que otras regiones, no cuenta con una residencia oficial para sus presidentes. Los presidentes de la Comunidad sí han usado la Residencia Santillana, en el municipio de Manzanares el Real, para reuniones de trabajo con sus equipos. Esta vivienda de alrededor de 2.000 metros cuadrados pertenece al Canal de Isabel II, la empresa pública de aguas, y su uso siempre ha estado vinculado a labores de Gobierno, tal y como recuerdan ex altos cargos regionales consultados. Ayuso ha pasado fines de semana en el chalé de Santillana con sus consejeros, al inicio del curso político, en septiembre, y al comienzo del año, en enero.
Fuentes de la Comunidad de Madrid dicen que tras la compra, el chalé de Rascafría ha sido usado para reuniones del Canal de Isabel II. Ahora, en la puerta de esta casa hay un cartel que contiene el mensaje “Estación biológica El Paular” junto a una bandera en miniatura de la Comunidad de Madrid, con sus siete estrellas.
El disfrute de las residencias por los presidentes del Gobierno se rige por los usos y costumbres
El Estado posee tres residencias que los presidentes del Gobierno suelen utilizar como lugares de descanso vacacional o reuniones de trabajo informal: Las Marismillas, en el Parque Nacional de Doñana (Huelva); Quintos de Mora, en Los Yébenes (Toledo) y La Mareta, en Lanzarote. Su uso no está regulado, más allá de la costumbre y de la Ley del Patrimonio de las Administraciones Públicas, que establece la responsabilidad en su conservación.
A lo largo de los años se han sucedido las polémicas. Una de las primeras fue por el uso por parte de el entonces jefe del Ejecutivo, el socialista Felipe González, del yate de Franco, el Azor, para realizar un crucero por aguas portuguesas con su familia en 1985. Al año siguiente, González eligió el parque de Doñana, que se convirtió a partir de ese momento en lugar de veraneo habitual de los presidentes del Gobierno y al que fueron convidados mandatarios de otros países.
El monte de Quintos de Mora fue adquirido por el Patrimonio Forestal del Estado al municipio de Mora en el año 1942. Además de lugar de descanso, esta finca con casa de campo ha acogido a mandatarios extranjeros. La Mareta fue construida por el rey Hussein de Jordania a finales de los setenta y en junio de 1989 se la regaló a los Reyes de España. Ese año se incorporó a Patrimonio Nacional.
En 2022, Vox criticó el gasto que el presidente del Gobierno había hecho en La Mareta, incluyendo el mantenimiento de una cancha de baloncesto y señalando que Sánchez había jugado a este deporte “en su juventud”. El Ejecutivo aclaró que la cancha “ya estaba construida cuando se recibió la donación de dicha residencia” y que no generaba “ningún gasto especifico de mantenimiento”.
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