Los musulmanes por fin tendrán cementerio en Madrid: 15.000 metros para enterrar a sus muertos en Carabanchel
En una primera fase se construirán 150 sepulturas y, en función de la demanda, se podrán alcanzar 1.150, que se ampliarán a 2.350 en una segunda fase


Desde febrero de 2023, los musulmanes no tienen dónde enterrar a sus muertos en la Comunidad de Madrid, tras el cierre, al alcanzar el máximo de ocupación, del único camposanto del que disponían para enterramientos por el rito musulmán, que estaba en Griñón, a 40 minutos en coche de la capital. La solución que propuso el equipo de Manuela Carmena allá en 2016 fue habilitar 10.000 metros cuadrados en Cementerio Sur-Carabanchel, una medida que se ha retomado ahora, casi una década después, y ampliado en 5.000 metros más.
Según el Observatorio Andalusí, de los 2,5 millones de musulmanes que hay en España, unos 323.000 viven en la región, lo que supone unas 90 muertes anuales. El problema radica en que, en el islam, los cadáveres deben enterrarse mirando a La Meca y con el cuerpo pegado a la tierra. Este precepto es contrario a la ley de sanidad mortuoria de la Comunidad de Madrid, que obliga a enterrar con ataúd. Al no haber cementerios musulmanes en la región, que sí acoge a los fallecidos judíos o anglicanos, los familiares de los difuntos musulmanes tienen que intentarlo en otra comunidad, aunque muchas no admiten a las personas no empadronadas allí, o repatriar el cuerpo, lo que cuesta unos 3.000 euros extra.
En España hay 35 cementerios exclusivos para musulmanes, además de parcelas en algunos cementerios municipales. La mayoría están en Andalucía, que sí permite muertos sin ataúd, y en Cataluña. Según la entidad Entierro Digno, que lucha por este derecho, además de Madrid, esta comunidad religiosa tampoco dispone de espacios de sepultura en Galicia, Cantabria, Extremadura y Castilla-La Mancha.
Pero este miércoles, el gerente de la empresa municipal de servicios funerarios y cementerios de Madrid, Javier Ruiz Santiago, ha anunciado un primer paso para solucionar el asunto en la comisión de Vicealcaldía, Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de la capital, en respuesta a una pregunta del concejal de Más Madrid Nacho Murgui. Según Ruiz, en estos momentos están en marcha los estudios previos para el acondicionamiento de una parcela de 15.000 metros cuadrados en el Cementerio Sur-Carabanchel, uno de los 14 con los que cuenta Madrid.
La iniciativa se ha concretado tras una serie de reuniones en las que han participado los servicios funerarios de Madrid, la Fundación Pluralismo y Convivencia, la Dirección General de Libertad Religiosa del Ministerio de Presidencia, la Asociación Entierro Digno y la Comisión Islámica de España. “En este momento estamos todos de acuerdo”, ha celebrado Ruiz.
El cementerio, que estará acotado con especies vegetales y contará con “señalética adaptada”, se hará en dos fases. En la primera, se construirán 150 sepulturas en 1.800 metros cuadrados y, en función de la demanda, se podrán alcanzar 1.150, mientras que en la segunda fase, también en función de la demanda, se podrá ampliar a 2.350 utilizando el total de 15.000 metros.
Eso sí, Ruiz, que no ha hablado de plazos ni de presupuestos, ha admitido que aún falta por acometer el anteproyecto y el proyecto para la urbanización de la zona, aunque ha destacado que se han alcanzado “importantes avances” porque hay acuerdo “en cuanto a la capacidad de las sepulturas y la orientación respetando el rito musulmán” y en cuanto a la preparación, lavado y acondicionamiento del cuerpo por el rito musulmán.
Un puñado de tierra en el ataúd
Así, las sepulturas se orientarán en perpendicular a La Meca y los cadáveres se colocarán con la misma orientación y en posición lateral. También se ha llegado a un acuerdo en cuanto al uso del féretro, el principal “escollo”: la solución pasará por introducir un puñado de tierra en el ataúd. A juicio del gerente, esta es una muestra de que, cuando “hay voluntad por ambas partes”, se logra un entendimiento.
El proyecto también contempla que haya un servicio funerario dirigido a musulmanes (y que incluya la purificación y amortajamiento del cuerpo) y que, para la oración funeraria Salat al-Janaza, se ofrezca trasladar el ataúd a una mezquita o hacerla en la sala aconfesional del Tanatorio Sur, que es el punto equipado para las purificaciones.
Nacho Murgui ha reclamado concreción en las fechas porque se lleva “demasiado tiempo escuchando que se están produciendo importantes avances desde hace tres años, cuando se aprobó la propuesta”. En 2022, Ramón Silva, concejal del Grupo Municipal Socialista, volvió a reavivar la petición, que fue aprobada a pesar de las abstenciones del PP y Ciudadanos y el voto en contra de Vox.
Murgui ha recordado que se han emitido sentencias que obligan a los municipios a adaptar espacios de inhumación inclusivos y que la Asamblea de Madrid ha aprobado una proposición no de ley para modificar la normativa sobre el uso de féretros mientras que el Gobierno de España ha desarrollado una guía de consenso destinada a las consejerías de salud de las comunidades para el reconocimiento de la libertad religiosa en la gestión de las inhumaciones sin obligación de féretros, cuando la situación freática lo permita.
Además, se presentó una queja formal al Defensor del Pueblo, respaldada por 5.000 firmas. “Esos son avances, pero en ninguno de ellos está el Ayuntamiento de Madrid”, ha criticado Murgui. “Ya es momento de poner plazos porque es un problema que afecta a 100.000 madrileños y madrileñas, la comunidad musulmana en Madrid, en su ejercicio al derecho fundamental de libertad de culto, recogido en el artículo 16 de la Constitución española”, ha instado el concejal de Más Madrid.
Ruiz ha coincidido con Murgui en que “las instituciones públicas tienen que hacer un esfuerzo” para asegurar “el respeto de los derechos de las personas musulmanas que vienen a Madrid a enterrarse por su rito”. Tampoco ha obviado que la situación se ha enquistado durante tiempo porque “hubo una cierta indecisión entre las propias comunidades musulmanas, porque ellas tampoco se ponen de acuerdo en cuál es la forma de aplicar el rito”. En declaraciones a Efe, a presidenta de Entierro Digno, Maysoun Douas, ha tildado el acuerdo de “histórico” y ha señalado que “hace justicia” con la comunidad musulmana.
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