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La reconstrucción del atropello a la niña difiere de la versión policial: ocurrió a las 14.14 y un testigo ‘wasapeó’ que el coche iba “a toda leche”

Las pruebas recabadas por EL PAÍS contrastan con las conclusiones del informe policial que exculpa al director Rodríguez

La reconstrucción del atropello a la niña difiere de la versión policial: ocurrió a las 14.14 y un testigo ‘wasapeó’ que el coche iba “a toda leche”
Fernando Peinado

La respuesta al atropello a una niña ha puesto en aprietos al director de la Policía Municipal de Madrid, Pablo Enrique López, quien ha solicitado una baja médica tras la polémica. El accidente sucedió el lunes del gran apagón, cuando el coche conducido por un inspector de su confianza arrolló a una niña de 10 años, Aitana S. Las averiguaciones posteriores hechas por EL PAÍS arrojan indicios de irregularidad en la gestión del accidente. No obstante, la vicealcaldesa Inmaculada Sanz cree que esa actuación fue correcta, según figura en un informe elaborado por la propia policía. Lo que aparentemente ha erosionado su confianza en él fue que Sanz y, por ende, el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, se enteraron de lo sucedido por la información de este diario.

La reconstrucción de EL PAÍS difiere del informe que exculpa al director Rodríguez y que ha avalado la vicealcaldesa. El siguiente relato cronológico es el más completo sobre el caso, e incluye fotos, vídeos, mapa y parte de asistencia sanitaria.

12.33. Se produce el gran apagón en España y Portugal.

13.35. El director Rodríguez es visto saliendo del Cisem, el edificio municipal desde donde se gestionan las emergencias, junto a la plaza de Manuel Becerra de la capital. Se monta en un coche Skoda Superb conducido por un hombre de confianza, el inspector que desde hace años hace de chófer para él. Se dirige a la sede de la Jefatura Superior de Policía Municipal, en la Casa de Campo, según han informado varios medios. Esas informaciones hablan de que el motivo era la posible caída del sistema de seguridad del cuerpo. A esas horas, la M-30 ya comenzaba a colapsarse.

La vista desde la peluquería Milano del paseo de Extremadura 16, donde el lunes 28 de abril a las 13.56 se produjo el atropello de una moto a un peatón.

13.56. Rodríguez y el inspector viajan a la Casa de Campo. Minutos antes de que circulen por el paseo de Extremadura, se produce un primer atropello en el que no tienen participación alguna. Un joven que cruzaba un paso de peatones es arrollado por una moto a la altura del número 16. “El chico atropellado salió volando como Superman”, dice Jorge, un trabajador de la peluquería Milano que ve el accidente junto con dos compañeras desde la acera porque no pueden trabajar debido a que faltaba la luz.

La trabajadora de un comercio vecino sale a socorrer al joven. Llega un vehículo del Samur, el servicio sanitario del Ayuntamiento que atiende emergencias en la vía pública. Según dice esta mujer y confirman otros testigos, todo queda en un susto.

14.12. Un peatón, Jorge V., toma este vídeo en el puente de Segovia, a 300 metros del lugar donde se iba a producir el atropello. Dice que salió a la calle para registrar con el móvil aquel día extraordinario. “Era como una película apocalíptica”.

14.14. Jorge V. camina por la acera del paseo de Extremadura. A su lado, por el carril bus y taxi, pasa rápido un coche que, según ve, lleva la sirena de policía: “Circulaba a gran velocidad en comparación con el resto de vehículos, que se movían con mucha precaución debido al caos circulatorio. Me pareció que a unos 50 kilómetros por hora”.

Jorge V., al igual que otros viandantes consultados por EL PAÍS, ve caer al suelo a una niña tras pasar ese coche, a la altura del número 28 del paseo de Extremadura, junto a una ferretería.

La víctima es Aitana S., una niña de 10 años vestida de uniforme escolar, que caminaba acompañada de su madre, Johanna Cepeda. Iban al bazar Mil Cosas a comprar velas para la noche y cruzaban por el paso de peatones, según su madre y otros testigos. Aitana cae al ser golpeada en su rodilla izquierda por uno de los neumáticos del vehículo. Los testigos la ven llorando, ensangrentada y con la marca del neumático.

El conductor que viajaba con el director Rodríguez ha asegurado durante la investigación que la madre tira del brazo de la niña y esta cae delante del coche. También sostiene que él circulaba “con la debida prudencia”. El director Rodríguez, que no ha atendido a EL PAÍS, también ha defendido esa versión, según fuentes consultadas por El Mundo.

La hora del choque, 14.14, se basa en los registros del teléfono de Jorge V. y ha sido verificada por este diario con otros testigos. Difiere de la que ha ofrecido la policía como resultado de la investigación: 13.30.

14.19 en adelante. Llega una unidad de soporte vital avanzado del Samur. Probablemente, se trata del mismo vehículo que había intervenido minutos antes al peatón arrollado por la moto. Aitana y su madre entran y una enfermera asiste a la menor.

Jorge V. toma una foto del coche policial aparcado, a cierta distancia del lugar del atropello (la foto completa abre este artículo). Esa misma noche, antes de que saltara la noticia, Jorge V. escribe un mensaje de WhatsApp a varios allegados: “Lo peor ha sido cuando un coche de policía casi arrolla a una madre y su hija pequeña. Les ha rozado pasando a toda leche. El coche ha parado a los pocos metros y se ha liado un alboroto de narices. Espero que no le haya pasado nada grave a la nena”.

Mensaje atropello. foto cedida

En los instantes posteriores al choque, el abuelo de Aitana, Fernando Cepeda, y otro testigo se encaran con el conductor, al que reprochan la velocidad a la que iba. Según cuenta él, el director Rodríguez lo empujó. “Le dije que era mi nieta y él se metió en su coche y subió el vidrio”, dice el abuelo.

Al lugar llega un coche policial sin distintivo para hacer el obligatorio parte de accidente. No es una patrulla de la comisaría del distrito de Latina ―lugar de los hechos―, sino que se trata de agentes que trabajan en el edificio de jefatura, en la Casa de Campo.

La enfermera del Samur redacta un parte de asistencia que describe un “atropello a muy baja velocidad” (esquina inferior izquierda). Esta afirmación extraña a fuentes del servicio consultadas. Indican que una observación así se justificaría porque lo ha visto o porque se lo ha dicho alguien. En este segundo caso debería haber especificado qué testigo da esa versión.

Hay otras anomalías. El código patológico TØØ, de heridas y contusiones menores, no es correcto. (En realidad se trataba de un T4.16: herida abierta/complicada en rodilla y/o pierna). Además, no se indica en el casillero al pie del documento el traslado al hospital ni a cuál (Aitana fue llevada al Hospital Clínico San Carlos).

Urgencias

Martes y miércoles. Este periódico pregunta el martes al servicio de prensa de Emergencias Madrid, que informa sobre las intervenciones del Samur, por una intervención en paseo de Extremadura 28 debido a un atropello a peatón de un coche. La respuesta es que solo figura un atropello de una moto a un peatón a las 13.56, en el paseo de Extremadura 16.

Al final de ese día, un portavoz de Policía Municipal reconoce que ha habido un atropello de un coche policial a una niña, pero que no les aparecen los datos porque el parte no está disponible debido a los retrasos causados por el apagón. El miércoles a primera hora de la tarde, 48 horas después, seguía sin estar disponible. Esto supone una vulneración del protocolo, que obliga a subir esa información en menos de 24 horas con los datos básicos del incidente. El portavoz añade que, en todo caso, no podrá confirmar si en el coche viajaba el director Rodríguez porque su servicio nunca revela datos personales.

El miércoles por la tarde, el padre de Aitana sale del hospital preocupado. Le han informado en el Clínico de que debe conseguir los datos del seguro del conductor. De lo contrario, deberá pagar de su bolsillo el coste de la asistencia, al ser un accidente de tráfico. El único dato del que dispone es la matrícula del vehículo, que fue facilitada a la madre por los agentes que intervinieron.

Con ese dato, acude a una comisaría de la Policía Nacional. Allí, lo recibe en su despacho un jefe policial. Le dice que ese coche no es de ellos, pero se presta a ayudarlo. Llama a la Policía Municipal. “Me dijo que era muy raro. Que me estaban ocultando algo. Que el parte no existe”, ha relatado Jefferson a EL PAÍS.

Finalmente, le dieron la dirección de la comisaría de la Policía Municipal del distrito de Aluche donde, a última hora de la jornada, le entregaron el parte del accidente con los datos del seguro.

Las piernas dañadas de Aitana, la niña que fue atropellada por el coche del director Rodríguez, el jueves pasado en su domicilio.

Jueves y viernes. EL PAÍS revela que no se localizan los partes de asistencia ni de accidente en las bases de Emergencias Madrid y de la Policía. También revela que no intervino un equipo especial de accidentes, como exige el reglamento (el Equipo IT). Tampoco se le hizo la prueba de alcoholemia al conductor, obligatoria siempre que hay heridos.

Viernes entre 19.00 y 20.00. El Equipo IT interviene en el Paseo de Extremadura 28, cuatro días después del incidente.

Un furgón del equipo de investigación de accidentes de la Policía Municipal permanece aparcado a pocos metros del lugar donde fue atropellada Aitana, en el paseo de Extremadura, en Madrid.

Miércoles 7 de mayo. La policía publica una nota de prensa en la que exculpa al director Rodríguez. Se trata de las conclusiones de una investigación que había sido anunciada previamente por el alcalde Almeida. La nota, que no cita qué departamento ha hecho el informe, afirma que el parte fue subido al sistema el día después del accidente, a las 13.03.

Además, se da por buena la versión del conductor en cuanto a la velocidad prudente y a que la madre “tiró del brazo de la menor, provocando su caída”. Asimismo, el documento defiende que no se haya hecho prueba de alcohol al conductor, a pesar de que el reglamento prescribe que es obligatoria siempre en los siniestros con heridos.

En cuanto al Samur, la falta de rastro del atropello a Aitana en el sistema informático puede deberse a que se han mezclado los datos del primer atropello, el de la moto, con el segundo, el del coche policial. Fuentes de ese servicio informan de que la base de datos muestra una sola intervención a un solo paciente que empieza a las 13.56 y acaba con el traslado al hospital (de Aitana) a las 14.59.

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Sobre la firma

Fernando Peinado
Es reportero de la sección de Madrid desde 2018. Antes pasó ocho años en Estados Unidos donde trabajó para Univision, BBC, AP y The Miami Herald. Es autor de Trumpistas (Editorial Fuera de Ruta).
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