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Los Franco “claudican en su batalla” por las estatuas del Maestro Mateo y apremian a Santiago para que las recoja

El Ayuntamiento inicia las consultas a expertos para decidir la ubicación definitiva de los profetas mientras la Iglesia aún no desvela públicamente su interés por acogerlas

Estatuas del Maestro Mateo

Nadie se atrevía a decir una palabra estos días. En el Ayuntamiento de Santiago, después de conocerse —el 19 de junio— la sentencia del Supremo que reconocía la titularidad municipal de las dos estatuas del Pórtico de la Gloria en manos de los Franco desde hace 65 años, se contenía la respiración. No fuera a ser que un paso en falso gafase de nuevo el enrevesado destino de Ezequiel y Jeremías, las expresivas esculturas procedentes del nártex que durante la dictadura el consistorio entregó al caudillo para satisfacer un capricho. Hasta que la sentencia fuese firme, es decir, hasta que los herederos de Francisco Franco no desvelasen si continuarían la batalla en instancias europeas, la alcaldesa compostelana, Goretti Sanmartín (BNG), no descolgaría el teléfono para convocar a los sabios. Esta mañana, sin embargo, con una carta fechada el día 7 y enviada por burofax, que acababa de llegar a sus manos, empezó a hacerlo.

El documento, recibido por el abogado Xoaquín Monteagudo, de los servicios jurídicos del consistorio, era la renuncia definitiva de los nietos de Franco a las figuras del taller del Maestro Mateo. El Gobierno local de Santiago abre así las consultas para estudiar el traslado desde el Pazo de Meirás y debatir cuál será la futura ubicación más idónea dentro de la capital de Galicia.

Según la carta, firmada por Juan José Aizcorbe, diputado por Vox y abogado que ha representado a la familia en esta causa concreta (tras la reclamación presentada por el Ayuntamiento cuando era alcalde Martiño Noriega), los Franco han asumido la condena impuesta por el Supremo y muestran su “voluntad expresa” y “total” de restituir las estatuas que formaban parte del conjunto del Pórtico en Santiago. Las esculturas están, ahora, a disposición “inmediata” del Ayuntamiento, que debe ir a recogerlas a la capilla del Pazo de Meirás. El escrito, especifica en su encabezado, traslada la decisión tomada por María del Mar, José Cristóbal, María Aránzazu, Jaime Felipe, María del Carmen y María de la O Martínez-Bordiú Franco, además de la sociedad Prístina SL, la inmobiliaria de Francis Franco a cuyo nombre se registraron las figuras pétreas en 2018.

Las esculturas románicas de Ezequiel y Jeremías, identificadas también con anterioridad como representaciones de Abraham e Isaac, permanecen en el inmueble que ahora depende del Estado en el municipio coruñés de Sada. Fueron declaradas BIC (Bien de Interés Cultural) por parte de la Xunta y esta condición ya obligó en su momento a los herederos del Generalísimo a exhibirlas gratuitamente al público al menos cuatro días al mes. Cuando el palacete de Meirás, ideado por Emilia Pardo Bazán y después entregado a Franco, pasó a manos del Estado, los profetas quedaron allí aguardando el último giro judicial de su porvenir.

Tras recibir la carta que confirma la victoria definitiva del Ayuntamiento, la alcaldesa ha celebrado este miércoles como “un día grande”: los Franco “claudican en su batalla de seguir siendo los dueños de las estatuas, que evidentemente no les pertenecen” y “comenzamos la cuenta atrás para materializar el regreso”, ha anunciado Sanmartín a los medios congregados.

El Ayuntamiento recogerá las esculturas que formaban parte del nártex de la antigua fachada románica, desmontada y reemplazada por el envoltorio barroco, y las depositará en un lugar provisional hasta que se encuentre un espacio permanente para que queden expuestas. Consultada la Fundación Catedral de Santiago acerca de si presentará una propuesta para acoger las esculturas que completaban el conjunto y el mensaje iconográfico del Pórtico de la Gloria en el siglo XII, la entidad se muestra cautelosa. Pero suenan diversas voces, tanto dentro de la basílica como en el ámbito académico, que sugieren que el lugar idóneo para ser expuestas sería el Espacio Mestre Mateo en el Pazo de Xelmírez (lateral norte de la catedral), incluido en el itinerario del museo catedralicio.

Esculturas de los profetas (en primer plano), expuestas en 2017 en el Pazo de Xelmírez de la Catedral de Santiago de Compostela, en la exposición "Descubriendo al Mestre Mateo", que también visitó el Prado.

Sanmartín ha dado las gracias este mediodía a los colectivos por la memoria histórica implicados en el procedimiento, y a grupos como la asociación cultural O Sorriso de Daniel, que inició la batalla por la recuperación desde la sociedad civil. Este colectivo envió una carta en 2012, pidiendo la restitución, a la Fundación Francisco Franco. La alcaldesa ha querido recordar también a “todas las personas” que han contribuido, entre ellas el regidor que “inició esta lucha” por la vía judicial, Martiño Noriega (desde su antigua formación, Compostela Aberta), y el también exalcalde Xosé Sánchez Bugallo, que “continuó con ella”.

El burofax del abogado de los Franco, compartido por Noriega en la red social X, insta a que se coordine “a la mayor brevedad posible” la recogida de las figuras. También solicita que sea remitida la correspondiente propuesta de tasación de costas o, en su caso, que el Ayuntamiento comunique la cuantía procedente según los baremos legales. La sentencia del Supremo impone el pago a la familia del dictador.

La alcaldesa ha asegurado que su voluntad es que la mudanza se haga “lo antes que se pueda”. “Cuando tengamos un poco definido cuál puede ser el camino para hacerlo, escogeremos el que sea más rápido, pero también el que tenga todas las garantías”, ha recalcado, al tiempo que ha anunciado que se buscará un espacio con las “mejores condiciones técnicas para la conservación” de los profetas y para que “se expongan al público de manera permanente”. El consistorio planea, además, acompañar las figuras de una explicación para que las “generaciones venideras” conozcan los avatares de su historia y el “largo proceso de lucha para conseguir este regreso”.

La alcaldesa de Santiago de Compostela, Goretti Sanmartín, en la rueda de prensa donde ha confirmado que la familia Franco ha aceptado devolver de manera inmediata las estatuas atribuidas al Maestro Mateo al Ayuntamiento.

En los juzgados desde 2017

La Sala de lo Civil del Tribunal Supremo condenó en junio a la familia del dictador a restituir al Ayuntamiento de Santiago las esculturas. La demanda presentada en 2017 ponía el foco en que fueron adquiridas por el Ayuntamiento al conde de Ximonde el 4 de junio de 1948 por 60.000 pesetas. Una de las condiciones para esta venta era la de que las esculturas no salieran nunca de la ciudad. De lo contrario, el Ayuntamiento debería indemnizar al vendedor con 400.000 pesetas. Pero un día, antes de 1960, el matrimonio Franco visitó la casa consistorial, el Pazo de Raxoi, y se encaprichó con las dos figuras que lucían allí. En el proceso judicial, los herederos sostuvieron que, por tradición oral de su familia, sabían que Franco había comprado las piezas a un particular. En 1961, las figuras forman parte de una exposición y ya aparecen presentadas como propiedad de “Su excelencia el jefe del Estado”.

Tras la demanda de los tiempos en que gobernaba la ciudad la marea compostelana (Compostela Aberta), el Juzgado de Primera Instancia número 41 de Madrid dio la razón a los herederos del dictador. También lo hizo, años después, la Audiencia de Madrid con el argumento de que no quedaba patente que las esculturas reclamadas fuesen las mismas registradas a nombre de los Franco. Pero el Ayuntamiento de Santiago, con el socialista Xosé Sánchez Bugallo como regidor y respaldado por el BNG, volvió a recurrir, y esta vez el Supremo le dio la razón. La máxima instancia afeaba al anterior tribunal que había juzgado el caso que hubiese cometido “un error patente en la valoración de la prueba”, ya que la identificación de las obras de arte reivindicadas era “clara”.

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