El Supremo ordena a los Franco devolver dos esculturas del Pórtico de la Gloria
El alto tribunal atribuye “un error patente” a la Audiencia Provincial de Madrid, que permitió a los herederos del dictador conservar las piezas, y establece que deben retornar al Ayuntamiento de Santiago


La sala de lo civil del Tribunal Supremo ha atendido la reclamación del Ayuntamiento de Santiago de Compostela a la familia Franco de dos esculturas románicas que tenían en su poder y ha ordenado su restitución. Se trata de dos piezas atribuidas al Maestro Mateo y que formaban parte del conjunto escultórico del pórtico exterior de la catedral de Santiago. La sentencia que pone fin a un viejo conflicto por la propiedad de las esculturas critica con dureza la actuación de las instancias anteriores, como la Audiencia Provincial de Madrid, que en 2019 permitió a los herederos del dictador quedarse con ellas por un “error patente en la valoración de las pruebas”, a juicio del alto tribunal.
La demanda presentada por el Ayuntamiento de Santiago de Compostela doocumentaba cómo el consistorio adquirió ambas esculturas para el patrimonio artístico de la ciudad en 1948 y relataba que en una visita en julio de 1954, “la esposa del general Franco mostró interés por ellas al alcalde, quien, movido por el deseo de complacer a la esposa del jefe del Estado, por vía de hecho, sin adoptar acuerdo alguno, envió las estatuas al Pazo de Meirás”. La familia también perdió en los tribunales este inmueble que los Franco usaban como “residencia de verano”.
Pese a que el Ayuntamiento presentó la escritura pública otorgada el 4 de junio de 1948, así como sendos informes que describían con detalle las esculturas, incluyendo la fractura que presentaba una de ellas, la Audiencia Provincial de Madrid desestimó la demanda al considerar que los bienes “no estaban adecuadamente identificados”, que no existían pruebas de que las estatuas en posesión de los Franco fueran las mismas que demandaba el Consistorio y que ninguna de ellas presentaba la fractura de la que hablaba el informe pericial. La sentencia del Supremo recuerda, sin embargo, que ni siquiera los propios demandados, es decir, los herederos del dictador, negaron, a lo largo del procedimiento que fueran las mismas esculturas y afirma que cometieron un “error patente y manifiesto en la valoración de varias pruebas”, ya que “a simple vista” puede apreciarse en una de ellas la fractura descrita en el lugar señalado.
La sentencia del Supremo concluye que “la identificación de las estatuas reivindicadas como las que están en poder de los demandados es clara y se desprende sin lugar a duda de los documentos aportados y del informe pericial emitido”. Fue Martiño Noriega, alcalde de Santiago de Compostela entre 2015 y 2019 con las llamadas Mareas, quien impulsó en 2017 la demanda para reclamar las esculturas. La sentencia que le da la razón ocho años después le pilló en plena consulta -es médico en un centro de salud- tras dejar la política en 2020. “En su día montamos un equipo multidisciplinar, con juristas, historiadores... para reconstruir todo el expediente de adquisición de las piezas y las pruebas eran irrefutables. Por eso la frustración fue enorme cuando la Audiencia Provincial de Madrid no nos dio la razón. Ahora el Supremo hace justicia y estoy muy contento. Era una espinita que tenía clavada”.
La actual alcaldesa de la ciudad, Goretti Sanmartín (BNG), ha compartido un vídeo en redes sociales donde también celebra la sentencia: “Hoy es un día histórico para Santiago de Compostela y para todo nuestro país. Abraham e Isaac vuelven a casa”.
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