Illa busca que la crisis del PSOE no mine el modelo de financiación pactado con ERC
El Govern se comprometió con los republicanos a aterrizar ese acuerdo con el Ministerio de Hacienda antes del 30 de junio

El Govern de Salvador Illa preveía que este junio iba a muy intenso, pero seguramente no imaginó que tanto. Tras su llegada de Japón y Corea, en su primer viaje oficial fuera de Europa, el Ejecutivo encaró la complicada Conferencia de Presidentes, presentó la polémica reforma de ampliación del aeropuerto que no gusta nada a sus socios y el acuerdo sobre la empresa para dirigir Rodalies. La explosión del caso de corrupción en el seno del PSOE ha impactado de lleno en el Govern que intenta encapsular esa crisis y que no perturbe ni salpique su hoja de ruta. La primera prueba se verá en días: Illa se comprometió con los pactos de investidura a presentar el modelo de financiación antes del 30 de junio. De momento, no hay pistas de cuándo será.
El lider del Ejecutivo catalán sabe que tiene que lidiar esta semana con la digestión del endurecimiento de las condiciones de la OPA del BBVA sobre el Sabadell fijadas por el Consejo de Ministros y la sentencia sobre la amnistía que tiene dictar el Tribunal Constitucional pero, sobre todo, en cómo articula la respuesta sobre el modelo de financiación singular. Teóricamente, debía de celebrarse una Comisión Bilateral Estado Generalitat como preludio para aterrizar el acuerdo entre los dos Gobiernos pero, con el comité federal del PSOE en el horizonte, no está de momento convocada.
De hecho, pese a la inminencia de la fecha límite, el grupo de expertos designado por la Generalitat aún no ha terminado el trabajo que se le encargó en su día y continúan las negociaciones entre ambos Ejecutivos, también con la participación de representantes de ERC. Lo cierto es que la meta del día 30 es solo una de las muchas que le espera de recorrido a una reforma con la que se pretende que Cataluña recaude y gestione todos los impuestos, empezando con el IRPF del próximo año, aporte una cuota de solidaridad interterritorial y pague al Estado por determinados servicios. Las que faltan, con la actual situación política, se antojan muchísimo más complicadas: todo ha de pasar por reformas legales de calado en el Congreso, tocando por ejemplo la ley de financiación de las Comunidades Autonómicas.
El clima político, de momento, limita cualquier paso. Alineado por completo con Pedro Sánchez -“Ha actuado con medidas rotundas y contundentes, rápido y bien”-, Illa se ha convertido en uno de los principales apoyos del presidente del Gobierno. Y, sin duda, es uno de los que tiene más poder. El PSOE y el PSC son partidos hermanos y, de hecho, el también primer secretario del PSC ha deslizado en alguna ocasión que el caso de corrupción ha aflorado en el PSOE, un partido que “quiere y aprecia” y no en el suyo. Esa complicidad y esa solidaridad se desprende de esa cita del viernes en La Moncloa por la que pasaron otros políticos afines. Pero eso no quita que Illa, que no ha alterado su agenda, a diferencia de Sánchez, quiera encapsular a su Govern, protegerlo y seguir su hoja de ruta.
Los dos Gobiernos comparten socios parlamentarios y tienen mucho de vasos comunicantes porque una eventual caída de Sánchez podría provocar una onda expansiva en la plaça de Sant Jaume. “Es el momento de hablar de nuestra obra de Gobierno”, afirma un diputado del PSC en el Congreso que afirma que su partido está para ayudar a buscar una solución al PSOE. “Pedro se ha partido la cara por nosotros. El vínculo emocional es muy fuerte”, afirma otro cargo del partido. La cuestión es qué papel jugará ERC.
De momento, los liderados por Oriol Junqueras no están presionando excesivamente a los socialistas y sostienen que tampoco viene de unos días porque lo buscan es que el avance en este capítulo sea estructural y definitivo. El mandato del Govern en minoría de Illa se sustenta en buena parte en los avances del modelo de financiación singular. De cierto entusiasmo inicial que mostraron los republicanos al presentar el pacto del tercer suplemento de crédito, hace poco más de un mes, se pasó a una fase de enroque en las negociaciones, algo que desde las filas de ERC se achacó a las aspiraciones políticas en Andalucía de la vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero. “El pacto sigue congelado pero al menos ya está fuera del frigorífico”, explica una fuente de la dirección del partido independentista, para explicar el estado actual.
Aún en ERC nadie se atreve a emitir el mensaje nítido de que se resignan a que no se cumpla el calendario previsto y se aferran a los mensajes del president. “Cumpliremos en financiacion: es bueno para Cataluña y desde mi punto de vista para España. Cumpliremos como lo hemos hecho con el refuerzo de los Mossos, en Rodalies, en vivienda o bajando las tasas universitarias o con el pacto del catalán. Será difícil”, admitió Illa la semana pasada en la sesión de control en el Parlament. “E Iría bien que hubiera un consenso amplio en esta Cámara”, afirmó en una respuesta al líder de Junts, Albert Batet. “Yo me debo a las responsabilidades como president y cumpliré los acuerdos de investidura”, le garantizó al jefe de filas de la bancada de ERC, Josep Maria Jové. “El de financiación es muy complejo pero muy relevante para Cataluña. Conozco las fechas claves y trabajamos para cumplirlas. No dude de que así será”, apostilló el también líder del PSC.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.