Toda la oposición coincide: “Con más dinero que nunca los servicios públicos están peor que nunca”
Vox se viene arriba enel debate para la aprobación de los presupuestos andaluces y advierte a Moreno: “Se van a llevar una sorpresa en las elecciones”


La mayoría absoluta del PP ha tumbado las cuatro enmiendas de devolución presentadas por toda la oposición (PSOE, Vox, Por Andalucía y Adelante Andalucía) al proyecto de ley de Presupuestos de la Junta para 2026. Se trata del último presupuesto de la legislatura antes de que el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, convoque las elecciones autonómicas no más allá del mes de junio de 2026.
Es el último presupuesto tranquilo, sin sobresaltos, “estable”, en palabras de la consejera de Economía, Hacienda, Fondos Europeos y Diálogo Social, Carolina España. “Sin estabilidad llegan la incertidumbre, la parálisis y el retroceso, y este Gobierno andaluz no lo va a permitir”, ha dicho en la tribuna con la cabeza puesta en la próxima competición electoral.
En estos cuatro ejercicios nada ha turbado el rumbo del Gobierno en cuanto a las votaciones parlamentarias, aunque en la recta final del mandato se ha encontrado con un socavón imprevisto: los fallos en los cribados de cáncer de mama que ha evidenciado la vulnerabilidad del sistema sanitario andaluz.
Todos los grupos de la oposición han centrado principalmente en la crisis sanitaria sus intervenciones. Y todos – el Gobierno también- están mirando el reloj electoral. Las intervenciones de la oposición sobre las cuentas andaluzas de 2026 -las más altas de la historia con 51.597 millones de euros, un 5,6% más que el actual- han coincidido en que “con más dinero que nunca los servicios públicos están peor que nunca”.
Lo han dicho la socialista Alicia Murillo, los portavoces de los grupos Vox, Manuel Gavira; de Por Andalucía, Inma Nieto; del Mixto-Adelante, Begoña Iza. Se han escuchado críticas idénticas desde la extrema derecha a la extrema izquierda del arco parlamentario. Ha sonado la misma música -el Gobierno andaluz minimiza los problemas, le echa la culpa a otro, se dedica sin descanso a la propaganda y publicidad institucional-, aunque la letra ha sido distinta.
En siete años, Vox (antiguo socio de investidura en la primera legislatura de Moreno) ha pedido tres veces la devolución del proyecto de ley. Y ha esperado al último presupuesto de este mandato para subrayar su oposición. “No entendemos esta enmienda. Están ustedes en campaña. Sus votantes querrán que Andalucía siga creciendo, no creo que quieran intercambiar la estabilidad por la incertidumbre”, le ha dicho España a Gavira. “¿Y qué pasa que estemos en campaña?”, le ha replicado el portavoz de Vox.

En el debate entre ambos ha habido recaditos de un lado a otro sobre el próximo ciclo electoral y todo a partir de las expectativas espumosas que señalan las encuestas. El PP cree que el PSOE no es una alternativa y que su mayor peligro viene de la ultraderecha. Gavira ha usado muy pocos números y porcentajes. Ha ido buscando el cuerpo a cuerpo electoral anticipando una campaña, ya iniciada, pero no convocada. Para él, PP y PSOE son “cómplices” y comparten políticas. “Ustedes esperan que le digamos sí a todo y gratis y además nos insultan. Ni lo sueñe no va a pasar”, ha sido una de sus mensajes.
Otro presentimiento ha sido que “ningún voto de Vox se va a ir al PP” y “se van a llevar una sorpresa en las elecciones”. También ha llegado a ironizar sobre el discurso que el PP empezó a desplegar en su pasado congreso regional sobre la necesidad de lograr una mayoría estable, es decir, absoluta para garantizar el cambio: “¿Usted cree que el que está en una lista de espera le preocupa la estabilidad política?”. España ha equiparado a Vox “con sus compañeros de izquierda y extrema izquierda” detrás de la misma pancarta. “Están muy subiditos”, le ha reprochado. “Son lo mismo y quieren lo mismo: desgastar al Gobierno y a Juanma Moreno”.
La portavoz de Hacienda del grupo socialista, Alicia Murillo, lo ha fiado todo a lo que el PSOE califica de “privatización”. “Es el presupuesto de la privatización, la opacidad y la propaganda; es el presupuesto de la desigualdad y del abandono”, ha subrayado Murillo, “el presupuesto del bulo”.
Hora antes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, había hecho de avanzadilla de la oposición en el Congreso, donde aseguró: “El Gobierno de España ha transferido más de 53.800 millones de euros de financiación extraordinaria a la Junta de Andalucía desde el año 2018. Pero ese dinero no está yendo a contratar sanitarios o a mejorar las infraestructuras públicas. Está yendo a rebajar cerca de 200 millones de euros los impuestos a las élites de Andalucía y a regar con contratos a la sanidad privada”.
El Gobierno andaluz considera que es “falso lo de la privatización” y para combatirlo exhibe los porcentajes destinados a conciertos en la etapa socialista (del 4,1% en el último año del PSOE en 2018 y del 3,7% en 2025 con el PP). También, declaraciones antiguas de la candidata socialista, María Jesús Montero, cuando se refería a los conciertos como un medio “complementario” de prestar servicios.
Para la portavoz de Adelante Andalucía, Inma Nieto, “las últimas cuentas de Juan Manuel Moreno cierran un ciclo en el que ya la ciudadanía les ha cogido la matrícula y les ha pillado todas las mentiras”. Para Nieto, el presupuesto contiene un “récord histórico de privatizaciones” no solo en la sanidad, sino también en la educación. “Un total de 1.075.445 andaluces serán derivados a centros, hospitales concertados en el 2026 para hacerles pruebas diagnósticas y nunca antes más de un millón de andaluces fueron atendidos por la sanidad privada para saber cuál era su dolencia”, ha destacado.
Begoña Iza, del grupo Mixto-Adelante, ha justificado así la enmienda de devolución: “Rechazamos unos presupuestos injustos, antisociales que profundizan en la brecha de la desigualdad”. Iza se ha preguntado cómo es posible que con 6.000 millones de euros más, “la sanidad siga colapsada”
El Presupuesto andaluz prevé un crecimiento del PIB andaluz del 2,3% y calcula la creación de 85.000 empleos para dejar la tasa de paro en el 14%. Dos de cada tres euros se destinan a políticas sociales (alcanza los 32.705,8 millones de euros, el 63,4% del total). De esa cantidad, la sanidad acapara 16.265,9 millones de euros (un tercio del total). España destacó que por primera vez el gasto sanitario por habitante alcanza los 1.887 euros, lo que supera por vez primera la media de España en inversión sanitaria por habitante.
Las políticas de Educación reciben un total de 11.186,4 millones de euros (un 5,5% más que el ejercicio en vigor), lo que representa el 21,7% del presupuesto total. La otra partida de la que presume el Gobierno andaluz es la destinada a la dependencia a la que se destinan 2.610,6 millones de euros.
El Gobierno al igual que en 2025 ha pintado un presupuesto con déficit cero “a pesar de la incertidumbre generada por la ausencia de Presupuestos del Estado y la infrafinanciación que sufre Andalucía·, que España estima en 1.528 millones de euros cada año. El impacto de las rebajas fiscales (siete desde que Moreno fue elegido presidente en enero de 2019) tiene un impacto de 1.000 millones en las cuentas. Las previsiones de ingresos tributarios totales crecen un 10,2%, alcanzando los 25.826 millones de euros, fundamentalmente porque hay más gente trabajando, aunque según España se debe a que “cuando se bajan los impuestos, las familias gastan más, las empresas invierten más y la economía crece”. Otra novedad del proyecto de ley, que ahora se debatirá en comisión parlamentaria para la aprobación de enmiendas, no recurrirá a las vías estatales para financiarse sino que lo hará en los mercados. La Junta rechaza la quita de la deuda que ha ofrecido el Ministerio de Hacienda a todas las comunidades y que supondría eliminar del saldo fiscal andaluz 18.791 millones de euros.
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