Andalucía destina el 31% de su presupuesto a sanidad tras la crisis de los cribados

Los presupuestos elaborados en año electoral (y 2026 lo es en Andalucía) suelen traer buenas noticias: rompen techos simbólicos, aumentan los capítulos de inversión y engordan las partidas destinadas a políticas sociales. Estas características las tiene el proyecto de ley de Presupuestos de la Junta de Andalucía para el próximo ejercicio: supera por primera vez la barrera de los 50.000 millones de euros, exactamente 51.597 (un 5,6% más que el actual); la inversión sale del congelador; y destina a la sanidad el 31% del total de las cuentas.

Pero los fallos en los cribados del cáncer de mama, que el Gobierno andaluz sigue aún sin explicar, ha puesto en cuestión que este dineral (solo el SAS supera al del total de muchas comunidades autónomas) vaya a resolver un problema de gestión que en el caso de la sanidad no es solo de dinero sino “estructural” como reconoció el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, el pasado día 15.

Los errores sanitarios con los cribados han obligado a la Consejería de Hacienda a cambiar el paso durante la elaboración de los presupuestos, como ha reconocido la consejera y portavoz del Gobierno, Carolina España. “Nos hemos puesto manos a la obra para aumentar el presupuesto y atender estas necesidades”, ha dicho en la rueda de prensa posterior a la aprobación del proyecto tras el Consejo de Gobierno. Lo que está por ver es si eso se culminará con las contrataciones ya anunciadas, y en qué plazo, dada las dificultades de la Junta para atraer a los sanitarios.

La consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina España, entregará este miércoles al Parlamento el proyecto de ley para su debate y discusión con la previsión de que será aprobado a mediados del mes de diciembre. Ese ha sido el motivo esgrimido por España para no facilitar ningún cuadro comparativo ni información presupuestaria precisa y ha remitido a otra rueda de prensa mañana para facilitar esa información. Ningún aliado extra necesita el Gobierno de Juan Manuel Moreno para sacar las cuentas adelante dada su mayoría absoluta parlamentaria.

España ha presentado las cifras del presupuesto a grandes rasgos, como el que canta números de la lotería de navidad, y con el lema de que el Gobierno andaluz “ofrece solvencia, frente a la incertidumbre” del Ejecutivo central que preside Pedro Sánchez.

El Presupuesto para 2026 crece un 5,6% respecto al actualmente en vigor hasta situarse en 51.597,9 millones de euros. El gasto en sanidad asciende a 16.265,9 millones de euros (un 6,6% más), lo que representa el 31% de las cuentas autonómicas, las más abultadas de España tras las del Estado. Hacienda ha dibujado un presupuesto sin números rojos y en el que dos de cada tres euros se destinan a políticas sociales.

Por primera vez, desde 2012 el Gobierno andaluz no pedirá financiación extra al Estado para obtener liquidez. Acudirá a los mercados y destinará unos 3.500 millones de euros (cifra aproximada) a las amortizaciones de deuda.

Aunque España dijo que el presupuesto es el más inversor de la historia, en realidad lo que ha hecho la consejera es sacar esta partida del congelador, pero no llega a los niveles de hace 17 años, cuando los socialistas pintaron 7.473 millones de euros. Para 2026 está previsto a este capítulo 6.413,8 millones de euros, un 10% más que en 2025.

El proyecto recoge la séptima rebaja de impuestos aplicada por Moreno desde que llegó a la presidencia de la Junta en enero de 2019. En esta ocasión afecta a deducciones por gastos veterinarios, deportivos, alquiler de la vivienda o personas con celiaquía, a las que se pondrán acoger alrededor de un millón de personas. El impacto global en las cuentas de todas las rebajas acumuladas es de 1.000 millones de euros.