El PSOE el día después del informe de la UCO sobre Cerdán: “Es horroroso. A la política se viene a servir, no a servirse”
Los socialistas se declaran en un estado de ánimo que va del “dolor” a la “tristeza” y la “indignación”


Las revelaciones sobre Santos Cerdán y sus allegados en el último informe de la UCO han dejado al PSOE “noqueado” y “aturdido” por el nuevo golpe a la imagen del principal partido del Gobierno, según una quincena de dirigentes de la cúpula socialista y del Ejecutivo con un estado de ánimo que va del “dolor” a la “tristeza” y la “indignación”.
“Pensábamos que habíamos salido de las arenas movedizas en julio, y no. Esto tampoco lo vimos venir”, asiente un miembro de la dirección federal que, como tantos en su formación y en La Moncloa, pensaba que la prueba de fuego que el PSOE tenía por delante era la investigación de la UCO al ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, que se conoció hace dos semanas. “Estábamos seguros de su inocencia. Lo contrario hubiera sido un Game Over para el Gobierno, el final de la partida. Lo que no nos esperábamos es que saliera todo esto de Santos. Ya va dos veces que nos deja con la boca abierta", cuenta un ministro. “Cuesta procesarlo, va todo muy rápido, de repente nos hemos enterado de que le habían puesto en libertad”, confesaban dos diputados en el Congreso mientras miraban al móvil con asombro.
El impacto del penúltimo capítulo en el serial de escándalos simultáneos con los que tiene que lidiar el PSOE ha desatado la indignación por las mordidas del 2% que el ex secretario de Organización exigía, según la Guardia Civil como enlace con Acciona a cambio de adjudicaciones de obras públicas. El ritmo de vida que mantenía con su esposa, Francisca Muñoz Cano, Paqui, con la que presuntamente usaba una tarjeta de crédito de Servinabar, empresa clave en la trama, a la que abonaron 33.574 euros en gastos según la UCO, le aporta un toque extra “muy cutre y de salseo con el coste que supone para la reputación del partido”, lamenta un secretario general autonómico. “Este informe, que da la apariencia de no ser el último, es horroroso. Ojalá todo esto fuera una pesadilla”, resume Emiliano García-Page el estado de ánimo de los socialistas.
El presidente de Castilla-La Mancha ha asegurado que Cerdán y su predecesor, José Luis Ábalos, al que la Fiscalía Anticorrupción pide 24 años de prisión por la trama de las mascarillas, fueron los dos secretarios de Organización por los que Sánchez apostó tras su reelección por la mayoría de la militancia del PSOE en 2017. “El problema casi moral que se te plantea es que realmente estamos hablando de las personas que fueron el núcleo duro de confianza más íntima, más personal del presidente del Gobierno. Y quiero creer a todo el mundo cuando dicen que no se conocen, porque esas cosas pueden pasar, yo no lo discuto. Pero todo el núcleo duro, todo el núcleo duro del entorno se ve implicado en uno o en otro sumario”, ha subrayado García-Page. “Lo que más me ha llamado la atención es que desde el minuto uno de ganar las primarias ya se estaba concertando con las empresas y con las constructoras, desde el minuto uno... No sé, me parece ofensivo”, ha apostillado.
“A la política se viene a servir, no a servirse. Estos comportamientos tienen que estar alejados de la política”, ha reprochado la presidenta de Navarra, María Chivite, de la que Cerdán fue su mano derecha en la federación de la comunidad foral hasta que dio el salto a Ferraz. “Las actuaciones individuales nada tienen que ver con el conjunto de un proyecto o del partido”, ha expresado Chivite su “más absoluto rechazo” ante la última sacudida mediática que le ha sorprendido de viaje oficial a China.
“La corrupción siempre hace daño”, afirmaba un miembro relevante del Gobierno a las puertas de la campaña de las elecciones extremeñas. “Ninguna actuación es del todo suficiente. Es gordo porque te duele, a los ciudadanos les repugna... Son garbanzos negros. Yo siempre pensé que era inocente... Pero si Santos era como un monje, un bonachón”, abundaba.
Varios ministros han esquivado a la salida del pleno del Congreso las preguntas sobre Cerdán. Ni la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, ni la titular de Inclusión, Elma Saiz, han querido hacer ningún comentario. Brevemente, el ministro de Justicia, Félix Bolaños, ha señalado: “Es el momento de la justicia”, mientras que la de Vivienda, Isabel Rodríguez, ha aseverado: “El PSOE ya ha reaccionado y eso es lo que esperamos de todos los partidos en democracia”. “Que trabaje la justicia”, ha compartido Rafael Simancas, secretario de Estado de Relaciones con las Cortes. “Lo de Santos es muy bestia”, concluía otro ministro negando con la cabeza. “Todo esto es muy doloroso”, compartía a unos pasos un secretario provincial del PSOE. “Yo ya no siento dolor. Siento tristeza. Desengaño. Santos en privado predicaba una vida austera y luego tenía tarjeta de Servinabar... Nos tenía engañados a todos”, concluye un integrante de la dirección del PSOE que le tenía como un ejemplo.
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