Los fuegos activos bajan a 13 y las autoridades se muestran optimistas con el final de la crisis
Galicia ha logrado estabilizar el incendio de Larouco, el más grave de su historia

Después de diez días en los que el fuego ha arrasado sin tregua áreas montañosas del oeste de España, este sábado parece que todo empieza a calmarse. Cerca de 400.000 hectáreas han ardido en distintas regiones del país, pero las autoridades confirman que la situación va camino de ser estable. El número de incendios activos de nivel 2 ha descendido durante la mañana, pasando de 16 a 13, y solo uno de ellos está evolucionando de forma desfavorable. Es el incendio de Igüeña, en la provincia de León, el que más preocupa a los equipos de extinción. La oreografía accidentada del terreno complica enormemente el acceso de los equipos de tierra a los frentes activos, especialmente el del norte.
Las noticias son más alentadoras en Cáceres. Allí, el incendio de Jarilla está estabilizado desde el viernes por la mañana, pero continúan las labores de enfriamiento de las 17.300 hectáreas que han quedado calcinadas para darlo definitivamente por extinguido.
También en Galicia se respira con algo más de tranquilidad. El que ya se considera como el incendio más devastador de su historia, el de Larouco (Ourense), ha sido estabilizado a las 11.30, tras arrasar más de 30.000 hectáreas. Buenas noticias también en Pontevedra, donde el incendio en Volaboa ha pasado a situación operativa 0, lo que implica que ya no es cosiderado una amenaza activa ni para la población, ni para el medio ambiente. Otros fuegos, como los de Peres y Barniedo de la Reina, ambos en León, han evolucionado de manera favorable y también el de Porto, en Zamora.
Mientras el fuego retrocede en varios frentes, la esperanza vuelve para todos aquellos que están pudiendo regresar a sus casas después de encadenar varias jornadas de angustia y evacuaciones forzadas. Una de ellas es Peñalba De Santiago, en León, después de que la situación del incendio de Llamas de Cabrera haya mejorado. Sin embargo, la alarma no se ha ido del todo y los vecinos allí tendrán que permanecer confinados por seguridad.
Mientras eso ocurre, los residentes de otras seis pedanías han tenido que abandonar provisionalmente sus casas. Aún hay 838 personas evacuadas en total en 14 pueblos y otras 235 confinadas en 11 localidades, según los datos oficiales.
Pese al progreso registrado en las últimas horas, los trabajos de extinción continúan en las tres regiones, donde las condiciones siguen siendo delicadas. A mediodía de este sábado, las autoridades daban por controlados siete incendios, mientas que otros tres estaban estabilizados, es decir, que ya se han perimetrado y que, aunque el riego de reactivación existe, previsiblemente se controlarán en breve.
En total, se mantienen 13 incendios activos en situación operativa 2, lo que implica la intervención de medios desplazados de distintas comunidades autónomas y de países europeos movilizados a través del sistema europeo de Protección Civil.
En el plano institucional, la directora general de Protección Civil y Emergencias, Virginia Barcones, ha confirmado que ninguna comunidad autónoma ha solicitado elevar el nivel de preemergencia ―en vigor desde el pasado 12 de agosto― al de emergencia nacional. De haberse producido, esa declaración habría supuesto el traspaso al Ministerio del Interior de la gestión directa de los incendios en Galicia, Castilla y León, Extremadura y, en menor medida, Asturias.
Este matiz administrativo es la respuesta que la directora general de Protección Civil da a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, después de que el pasado 17 de agosto enviara un mensaje para solicitar “discutir” la declaración de emergencia de interés nacional. Según recoge la normativa vigente, esa declaración es competencia exclusiva del titular del Ministerio del Interior, que puede activarla tanto por iniciativa propia como por petición de las comunidades autónomas o de los delegados del Gobierno en las regiones.
Barcones ha sido blanco de duras críticas por parte del PP durante los últimos días, pero este sábado ha evitado responder a las declaraciones de dirigentes populares que la tildaron de “pirómana”. “Lo obvio no se comenta”, ha sido su respuesta a los ataques. “Toda España ha visto lo que ha pasado”, ha señalado. Barcones, que ha mostrado “optimismo moderado” por la evolución de los incendios, ha insistido en que no va a permitir que se ponga en duda el trabajo de los profesionales que participan en el operativo de extinción.
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