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Veliko Tarnovo: la antigua capital de Bulgaria, famosa por su fortaleza e histórico casco antiguo

Considerada como la capital de los zares de Bulgaria, esta ciudad es un indispensable en una ruta por el país

Veliko Tarnovo, Bulgaria.
Sara Andrade Abad

¿Aún no has visitado Bulgaria? Este país, entre Europa y Asia, posee una rica herencia cultural que se remonta a milenios. Dicha herencia está reflejada en sus numerosos sitios culturales inscritos como patrimonio de la humanidad por la Unesco, como las tumbas tracias de Kazanlak, en el Valle de las Rosas; Nesebar, la Perla del Mar Negro, y el monasterio de Rila, por ejemplo. Todos ellos representan un testimonio extraordinario de las antiguas civilizaciones tracias, romanas, bizantinas y búlgaras que dejaron su huella en la arquitectura, el arte y las tradiciones del país. Un testimonio que merece ser recordado y visitado y que nos permite acercarnos a iglesias medievales con pinturas al fresco, antiguos túmulos funerarios y monasterios encaramados en paisajes montañosos.

En este viaje a Bulgaria nos acercaremos especialmente a la ciudad de Veliko Tarnovo, una de las más antiguas del país, situada orgullosa sobre uno de los ríos más largos de Bulgaria: el río Yantra. Veliko Tarnovo fue en la Edad Media —entonces era Tarnovrad— capital del Segundo Imperio Búlgaro (1185-1396) y epicentro de las decisiones políticas, religiosas y administrativas de la época. Esta es una de las ciudades que se visitarán en la expedición organizada por EL PAÍS Viajes el próximo 2026: del 27 de marzo al 5 de abril, coincidiendo con la Semana Santa, un grupo de viajeros acompañará al arquitecto y experto en viajes Álvaro Planchuelo en Bulgaria y sus 7 patrimonios de la humanidad, un recorrido único y creado a medida en el que se descubrirán joyas búlgaras como Veliko Tarnovo y otras ciudades medievales como Plovdiv o Nesebar.

La fortaleza Tsarevets.

Qué ver en Veliko Tarnovo: de la fortaleza Tsarevets al monumento Asenevtsi

Para entender la importancia de Veliko en la historia de Bulgaria hay que remontarse a la época de los zares. La capital del Segundo Imperio Búlgaro, en los siglos XII y XIII, cuenta con monumentos que recuerdan su pasado glorioso: concretamente, la fortaleza medieval Tsarevets, la que un día albergó el palacio real y una iglesia, además de 470 edificios residenciales. Para darle estatus a la ciudad en su día se la llamó Veliko, que es grande en búlgaro. Por tanto, Veliko Tarnovo venía a expresar precisamente el poder de la capital. Esta fortaleza, que resalta sobre el río Yantra, es una auténtica maravilla. Y, aunque no lo parezca, su descubrimiento es reciente. Los arqueólogos empezaron a excavarla en el siglo XX, completándose entre los años sesenta y setenta. Las excavaciones arqueológicas revelaron un complejo arquitectónico habitado por un aristócrata búlgaro de alto rango y una posada. Además, la fortaleza también albergaba 23 templos y cuatro monasterios urbanos. Actualmente se puede contemplar el templo patriarcal de la Ascensión del Señor, completamente restaurado. Los frescos del interior son obra del artista Theofan Sokerov. En composiciones a gran escala se representan personalidades y los momentos más importantes de su historia medieval. Para llegar hay que cruzar su puente y puerta monumental, es toda una experiencia.

La ciudad de Tarnovo, habitada desde la Antigüedad, se convirtió en capital tras la restauración del Estado búlgaro en 1186. Su elección se vio favorecida por su ubicación estratégica, la vasta área de construcción y el hecho de que a finales del siglo XII era una de las ciudades mejor fortificadas. Hoy en día es una ciudad que refleja modernidad y futuro, ya que alberga la segunda universidad más importante de Bulgaria. Gracias a ella en Veliko Tarnovo se respira un ambiente estudiantil que le da vida.

En el casco histórico, hay que pasear y perderse por sus calles antiguas, una de ellas es la calle General Gurko, que cuenta con unas maravillosas vistas del monumento Asenevtsi, un hito simbólico que representa a los cuatro zares que gobernaron Tarnovo durante el Segundo Imperio Búlgaro. Este obelisco resalta sobre la ciudad, así que es imposible no fijarse en él. Fue construido en 1985, con motivo del 800º aniversario del levantamiento de los hermanos Asen y Petar que lucharon por que Bulgaria se convirtiera en un Estado independiente. El tercer hermano, Kaloyan, se aseguró de que llegara a ser una de las principales potencias de Europa del Este; y el cuarto, el zar Iván Asen II, llevó a Bulgaria a su segundo apogeo histórico.

La calle General Gurko, una de las principales arterias de Veliko Tarnovo.

De la calle de los artesanos a sus principales museos

Samovodska Chershiya es una calle histórica donde puedes encontrar tiendas de artesanía local. En la segunda mitad del siglo XIX, cuando Tarnovo comenzó a crecer al oeste de la plaza Bazhdarlak, esta calle se convirtió en un centro económico. Los días de mercado se concentraban campesinos de pueblos de alrededor para vender productos de la tierra, leche, mantequilla o queso. Hoy en día queda el ambiente artesano que no te puedes perder.

En el centro de Veliko Tarnovo también se encuentra el monumento Madre Bulgaria, que está dedicado a quienes murieron en las cuatro guerras: la guerra ruso-turca de 1877-1878, la guerra serbio-búlgara de 1885, la primera guerra de los Balcanes y la Primera Guerra Mundial. El monumento se construyó en honor a los soldados caídos con fondos donados por la población de Veliko Tarnovo y se inauguró en 1935. Cerca del monumento se puede visitar uno de sus parques más queridos, el parque Marno Pole. Antiguamente fue un asentamiento medieval, pero ahora es el centro de un festival internacional anual de folclore, donde se celebran conciertos, eventos culturales y el mercado navideño.

Detalles del monumento Asenevci.

Si quieres visitar sus principales edificios religiosos necesitarás un mapa porque cuenta con bastantes iglesias importantes. Sin duda, cerca de la fortaleza de los zares, hay que visitar la catedral patriarcal de la Santa Ascensión del Señor, reconstruida en el siglo XX. En el barrio de los artesanos, Asenova, encontrarás iglesias como la de la Asunción, la de San Pedro y San Pablo y la de los 40 Mártires.

Para conocer más de cerca la historia de la ciudad medieval hay que acercarse a sus museos; en este sentido, Veliko Tarnovo cuenta con muchos interesantes. El Museo Arqueológico no puede faltar en una visita porque nos permite viajar al Segundo Imperio Búlgaro y bucear en toda la historia de los monumentos que vamos a ir encontrando en la ciudad. También el Museo de Historia reciente y el Museo del Renacimiento y la Asamblea Constituyente.

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Sobre la firma

Sara Andrade Abad
Periodista especializada en viajes. Desde 2024 es redactora de EL PAÍS Viajes, sección de viajes de autor con Azulmarino. Colabora en Condé Nast Traveler y en la web de Informativos Telecinco. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster en Reporterismo Avanzado en la Universidad Ramón Llull de Barcelona.
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