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El precio de la vivienda en Moldavia burbujea

El coste de una casa en Chisinau, la capital, se ha disparado y los grandes fondos inmobiliarios han puesto sus ojos en la ex república soviética

Vista aérea de Chisinau, capital de Molvavia.
Raúl Sánchez Costa

Chisinau, la capital de Moldavia, está sufriendo un alza de precios de la vivienda sin precedentes. Nunca había estado tan caro comprar una casa desde que esta ex república soviética se independizó en 1991. En los primeros tres meses de este año, el coste de los apartamentos nuevos aumentó un 20,6% frente al trimestre anterior, alcanzando el récord histórico de los 1.906 euros por metro cuadrado de media. Como comparación: el precio medio rondaba los 1.300 euros a principios del pasado año y los 1.050 euros cuando Moldavia formalizó su solicitud de ingreso a la Unión Europea el 3 de marzo de 2022. Ahora, el crecimiento anual ha llegado al 35,4%, el mayor incremento registrado en la historia de este país de 2,6 millones de habitantes, anclado entre Rumania y Ucrania. Pero esta subida se está viviendo a la par que se agrandan los salarios. El sueldo medio ya roza los 800 euros mensuales cuando un año antes se situaba en los 680 euros.

La bonanza económica que experimenta Moldavia ha hecho que su capital sea la ciudad europea más atractiva para los inversores inmobiliarios, con una rentabilidad por alquiler del 8,3%, según un estudio de la empresa británica William Russell. Esto se debe, sobre todo, a las mejoras en sus infraestructuras y la modernización de la hostelería, así como el impulso del turismo propulsado por la emergente industria del vino. El país, que se ha marcado 2030 como fecha para adherirse a la familia comunitaria, está recibiendo una lluvia de millones de la UE que está repercutiendo en todos los sectores económicos.

Sin embargo, el economista Veaceslav Ionita advierte de que “esta explosión de los precios de la vivienda podría conducir al país a una profunda crisis inmobiliaria si las autoridades no toman medidas concretas de manera urgente”. El experto destaca como primera causa de la subida de los precios una caída drástica de la oferta: entre 2022 y 2024, se construyeron solo 811.000 metros cuadrados, un 50% menos que en el trienio anterior. Por otra parte, asegura que la presión de compra crecerá debido a que unas 10.000 personas de la zona rural —unas 3.500 familias— se mudan a la capital anualmente y cada vez más extranjeros se están estableciendo en Moldavia, unos 4.000 el pasado año, a los que se suman el interés de la diáspora por tener una casa y la llegada de decenas de miles de refugiados ucranios que se marcharon de su país por la invasión rusa.

Materiales de construcción

“Las estimaciones muestran que se necesitaron al menos 5.000 apartamentos nuevos en 2024”, explica Ionita, quien subraya otro factor: “En solo tres años, los materiales de construcción crecieron un 50%, lo que ha hecho imposible retomar los precios accesibles”. Y añade: “Chisinau no puede permitirse el lujo de construir a medias. Sin un plan nacional coherente para la vivienda, políticas de apoyo a la construcción con más incentivos a los promotores y reformas administrativas, esta explosión de precios no será la última, sino el comienzo de una profunda crisis inmobiliaria”.

En la misma línea se encuentra el especialista en el sector inmobiliario Victor Cernomorcenco. La migración tanto doméstica como extranjera, el aumento del ritmo de urbanización, los flujos de capital humano y financiero hacia Chisinau, la alta demanda de vivienda y la baja oferta han llevado en los últimos años al estallido de los precios”, recalca el agente inmobiliario, que precisa que la ayuda estatal a los que se compran la primera casa y el abaratamiento de los créditos hipotecarios han favorecido la subida del coste del mercado inmobiliario.

“En el centro de Chisinau, el metro cuadrado puede alcanzar hasta los 7.000 euros, mientras que las casas fuera de la capital se están vendiendo por debajo de su valor real”, señala Cernomorcenco, que estima el volumen de las adquisiciones del sector inmobiliario en unos 1.600 millones de euros. El experto cree que el precio seguirá creciendo por la alta demanda. “El stock de viviendas nuevas es solo del 30%, aproximadamente, de acuerdo a la demanda. Se necesita un mínimo de entre 20.000 y 30.000 viviendas para moderar la demanda bastante alta y detener el aumento galopante de los precios”, apuntala.

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Sobre la firma

Raúl Sánchez Costa
Periodista en la Europa del Este desde 2004. Escribe en El PAÍS sobre Rumania y Moldavia desde 2008. Ha trabajado en Xinhua, EFE y Euronews y, en la actualidad, sigue colaborando con France Presse. Tiene un máster de Estudios Europeos por la Universidad de Iași (Rumania) y otro de Relaciones Internacionales y Comunicación por la Complutense.
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