El maná multimillonario de la autoayuda: “En este sector existen muchos vendehúmos”
El negocio mundial de los libros, plataformas y cursos de desarrollo personal se dispara hasta los 42.000 millones de euros. El sector corre el riesgo de saturación por la elevada oferta


El desarrollo personal es un maná multimillonario. Una industria que mueve 48.400 millones de dólares en el mundo, según el análisis de Grand View Research con datos de 2024. Unos 42.000 millones de euros al cambio actual. Y su crecimiento es imparable. Tanto esta empresa de análisis de mercado como Data Bridge Market Research calculan aumentos anuales superiores al 5% de aquí a 2030 o 2031 (hasta 67.210 y 69.570 millones de dólares, respectivamente). El negocio abarca una amplia panoplia de recursos y, por supuesto de empresas, desde libros hasta aplicaciones móviles, plataformas de entrenamiento, todo tipo de programas de formación, coaching, salud mental, mindfulness, mejora de habilidades y un largo etcétera de herramientas de autoayuda. La demanda se ha disparado hasta el punto de que Data Bridge ve en la saturación uno de sus mayores riesgos.
A medida que la conciencia sobre la importancia de la salud mental aumenta en todo el mundo (igual que las bajas laborales motivadas por el estrés o la ansiedad), cada vez más personas buscan recursos para fomentar su autocuidado y mejorar el bienestar. Una necesidad a la que también están respondiendo las organizaciones con un incremento de la inversión corporativa, apalancada en buena medida en el avance de las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial.
“La sociedad busca soluciones más allá de las puramente académicas. Hay quien cree que con leer un libro tiene suficiente y otros quieren más. Estamos en un negocio en auténtico crecimiento: desde la formación de cinco minutos en Youtube hasta programas tremendamente completos para desarrollar habilidades personales”, sostiene Jaime Lladó, director general de Dale Carnegie en España, una de las empresas líderes del sector (según los informes de Grand View y Data Bridge), que calcula que el negocio en nuestro país se aproxima a los 1.000 millones de euros anuales.
“El ámbito de la salud mental no lo está haciendo nada mal a la hora de generar recursos para sostener a la gente que no lo está pasando bien. Pero lo que no hace nada bien es enseñar los protocolos de salud mental que puedan evitar problemas tan extendidos como el estrés. El fortalecimiento y el desarrollo personal lo está cubriendo el sector privado”, sostiene Gustavo Díez, director del instituto de investigación y formación para el bienestar emocional, físico y mental Nirakara. “Existe una oferta muy abundante porque está claro que hay una necesidad. Y desde la pandemia el desarrollo personal también se ha introducido en el ámbito profesional. Muchas empresas empiezan a verlo como una herramienta fundamental para la retención del talento, especialmente entre las nuevas generaciones, que lo demandan”, agrega.
En un mundo que cada vez se automatiza más, Díez prevé que la demanda de autoayuda siga incrementándose. Así se desprende del aumento de la investigación científica sobre el estilo de vida (alimentación, ejercicio, sueño, estrés...), donde la prevención cobra mayor importancia, lo que posteriormente llegará a la calle, explica.
Aunque no es oro todo lo que reluce. Al abrigo del crecimiento imparable del negocio, también han surgido muchos charlatanes y farsantes que cubren con un halo de psicología consejos que suelen ser obvios. Sucede en los libros, en las redes sociales, el coaching o los cursos.
“Las barreras de entrada a la formación son muy bajas y hay mucha frase hecha de impacto y muchos vídeos motivacionales”, reconoce Jesús Araújo, director general de Cegos en España, donde el 70% de los programas de formación se adscriben al área de desarrollo personal. “En este sector existe mucho vendehúmos”, afirma Gustavo Díez, ya que “donde hay lucro, hay personas no suficientemente preparadas que se benefician y en salud mental puede llegar a ser peligroso. También se dan muchas propuestas que no se asientan, ya no en la ciencia sino en la lógica, y mucho pensamiento mágico que perjudica a la gente y hace que el sector pierda credibilidad”, añade. “Al ser relativamente fácil ponerse a dar consejos en las redes sociales o conseguir un curso por 50 euros, la oferta es muy amplia y hay toda gama de calidades. Nosotros en cien años de historia hemos formado a más de 9 millones de personas en el mundo, sobre todo en habilidades de liderazgo”, mantiene el responsable de Dale Carnagie.
Aprendizaje digital
Las plataformas de aprendizaje y coaching online están revolucionando el mercado del desarrollo personal, facilitando el acceso de más usuarios desde cualquier parte del mundo. Los influencers y líderes de opinión de este sector están aprovechando las redes sociales para llegar a un público más amplio, impulsando aún más la demanda en línea, aunque Araújo señala que, en las empresas, no se utilizan más allá del 10% al menos en España. Y aunque es el segmento de desarrollo de habilidades el que más crece por ahora, Grand View prevé que el del autoconocimiento le tomará el relevo. Los libros, al ser más económicos, representan el formato de mayor auge.
“Influencers y redes sociales fomentan la comparación y el enfoque individual. Nos invitan a la rueda del enganche. Ese es su lado negativo. Pero el positivo es que aumentan la conciencia sobre el desarrollo personal”, señala Lisa Bevill, directora del Centro de Salud y Bienestar de IE University. La entidad ha integrado en todos sus programas formativos el cuidado del cuerpo, la mente y el alma en conexión con la neurociencia. “Tanto los grados como los posgrados incluyen la asignatura de Bienestar en la práctica porque cómo nos cuidamos incide en nuestra efectividad, liderazgo o trabajo en equipo”. Bevill considera que la hiperestimulación a la que se ve sometido el cerebro y la sobrecarga del sistema de salud son actualmente los motores del crecimiento de la demanda.
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