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Las ventas de Alemania a Estados Unidos caen en el primer semestre por la guerra arancelaria

Las exportaciones desde Berlín a Washington caen casi un 13% entre enero y junio respecto al mismo periodo de 2024. Pese a ello, Alemania mantiene una balanza comercial positiva de 30.200 millones

Barcos de carga en el puerto de Hamburgo (Alemania).
Almudena de Cabo

La guerra comercial emprendida por el presidente estadounidense, Donald Trump, causa estragos en la mayor economía de Europa. El superávit alemán en el comercio con Estados Unidos, que sigue siendo el principal destinatario de los productos Made in Germany, cayó un 12,8% en el primer semestre de 2025 en comparación a hace un año debido al aumento del valor de las mercancías. En concreto, las exportaciones a ese país superaron las importaciones procedentes de EE UU en 30.200 millones de euros, según publicó este miércoles la Oficina Federal de Estadísticas de Alemania.

Al igual que en años anteriores, el mercado estadounidense fue el principal destino de las mercancías alemanas, seguido de Francia y los Países Bajos. En total, Alemania exportó a este país mercancías por valor de 77.600 millones de euros, lo que supone un 3,9% menos que en el primer semestre de 2024. Asimismo, las exportaciones de vehículos de motor y piezas de vehículos a EE UU se redujeron un 8,6% y las exportaciones de maquinaria disminuyeron un 7,9%. La caída se compensó en parte con un aumento de las exportaciones a otros países. Se exportaron mercancías por valor de 435.500 millones de euros a los países de la UE, un 1,2% más que en el mismo periodo del año anterior. Polonia, en particular, compró más productos alemanes (un 5,6% más).

Por su parte, Alemania importó de EE UU por valor de 47.400 millones de euros, lo que sitúa a este país en el tercer suministrador de los alemanes por detrás de China (81.300 millones de euros) y de los Países Bajos (49.300 millones de euros). La política de aranceles de Trump llevó a muchas empresas a aumentar sus pedidos al gigante asiático. Las importaciones procedentes de China registraron un aumento superior a la media, del 10,7 %, mientras que las importaciones procedentes de los Países Bajos (+3,0%) y EE UU (+2,7%) solo aumentaron moderadamente.

Trump ha justificado en repetidas ocasiones su política comercial con los elevados superávits de exportación que países como Alemania o Japón obtienen con su país. Por ello, ha aumentado considerablemente los aranceles a las importaciones de docenas de socios comerciales.

Actualmente se aplica un arancel del 15% a la mayoría de los productos de la UE, lo que encarece los movimientos alemanes al otro lado del Atlántico y ha amenazado a la UE con elevar estas tasas al 35% si Bruselas incumple el compromiso alcanzado a finales de julio de invertir en EE UU 600.000 millones de dólares.

“Partimos de la base de que los nuevos aranceles estadounidenses podrían frenar entre un 20% y un 25% las exportaciones de Alemania a EE UU en los próximos dos años”, afirmó Vincent Stamer, economista del Commerzbank, al diario económico alemán Handelsblatt.

De momento, a nivel general, las exportaciones alemanas se mantuvieron en el primer semestre aproximadamente al mismo nivel que en el mismo periodo del año anterior. Alemania exportó en los primeros seis meses del año mercancías por valor de 786.000 millones de euros, un 0,1% menos que en el mismo periodo de 2024. Por otro lado, se importaron mercancías por valor de 682.000 millones de euros, un 4,4% más que en 2024. El superávit de las exportaciones se redujo así de 133.700 millones de euros a 104.000 millones de euros.

La errática política económica del presidente estadounidense ha agravado la crisis de los fabricantes de bienes de consumo. Los aranceles alimentan el temor a una recesión, lo que les lleva a gastar menos dinero. Además, debido al acuerdo arancelario muchas empresas en Alemania están considerando si trasladar parte de su producción a EE UU. Por ejemplo, el fabricante de automóviles Audi sopesa si construir allí una nueva planta, Mercedes-Benz planea fabricar allí más modelos y Lindt está considerando fabricar sus conejitos de chocolate de Pascua en terreno estadounidense en lugar de en Alemania. Sin embargo, un sondeo reciente de la Cámara Alemana de Industria y Comercio (DIHK) reflejó que una de cada cuatro empresas encuestadas con negocios directos en EE UU afirmó que reducirá o congelará sus inversiones en ese país.

Ante este panorama, el instituto alemán de economía IW indicó en un reciente informe que incluso si se aplica el acuerdo alcanzado y el arancel básico se mantiene en el 15%, esto supondrá un coste para la economía alemana del 0,4% del PIB, es decir, 16.000 millones de euros de media entre 2025 y 2028. Sin embargo, si aumenta al 35%, los costes superarían los 40.000 millones de euros, e incluso los 50.000 millones de euros anuales.

Quedan muchas incertidumbres en torno al acuerdo comercial y el riesgo de una nueva escalada está lejos de haberse disipado. Los detalles del acuerdo no están claros. De momento, para ver cómo está cambiando la dinámica económica mundial solo hay que fijarse en los buques contenedores. En Róterdam, el puerto más grande de Europa, el número de contenedores transportados hacia Estados Unidos se redujo en más de un 23% en comparación con el año anterior. Mientras, en el puerto de Hamburgo, los operadores informaron de una caída del 19,3% en el primer semestre del año.

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Sobre la firma

Almudena de Cabo
Ha desempeñado la mayor parte de su carrera como corresponsal en Alemania, país al que llegó en 2007 y donde ha trabajado para medios como la Agencia Alemana de Prensa (DPA), TVE o El Correo. Vivió varios años en Londres, donde trabajó para BBC Mundo antes de regresar a Berlín en 2024. Desde entonces escribe sobre Alemania en EL PAÍS.
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