Las exportaciones españolas a EE UU pierden fuelle y agravan el déficit comercial
El arranque de 2025 se anotó el segundo peor dato de los registros para la balanza comercial, en la que ganan peso Asia y África como socios en plena guerra arancelaria


El reparto geográfico de las exportaciones españolas está viviendo cambios de calado. Mientras los envíos de bienes a Estados Unidos cayeron en el primer semestre del año un 5,1%, otros destinos como Asia y África están ganando peso, con incrementos del 7,1% y el 7,4% respectivamente, según los datos publicados este lunes por el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa. Europa, principal rumbo de las mercancías españolas, y ancla de su estabilidad, no dio grandes sorpresas, con una tímida mejora del 0,5%.
En un periodo particularmente convulso para el comercio global por la imposición de aranceles por parte de Donald Trump, el país norteamericano está menguando su cuota en el pastel exportador español: representa un 4,4% de los pedidos —en el primer semestre de 2024 suponía un 4,7%—, prácticamente la mitad que Portugal o Italia. Y aún menos si se la compara con Francia (14,6%) o Alemania (10,3%), líderes indiscutibles pese a que ambas compraron menos productos españoles que hace un año. EE UU se sitúa también por debajo del Reino Unido. Y de continuar la tendencia, puede verse rebasado próximamente por Países Bajos, hacia donde los envíos están repuntando con fuerza.
“El segundo trimestre muestra ya los primeros efectos de la desaceleración global y de las nuevas restricciones arancelarias estadounidenses. El crecimiento se estanca e incluso entra en cifras negativas en algunos mercados clave”, señala Joan Tristany, director general de Amec, la Asociación de las Empresas Industriales Internacionalizadas. “El crecimiento futuro se desplazará hacia otras regiones, acelerando la estrategia de diversificación de mercados iniciada ya en la pandemia y la posterior crisis de suministros”, añade.
Las importaciones desde EE UU, sin embargo, no se han resentido. Todo lo contrario. Crecen un 10,1%, por lo que el déficit comercial español está aumentando: pasó de los 5.169 millones de los primeros seis meses de 2024, a los 7.083 millones de este año, ya con Trump en la Casa Blanca, lo que supone un 37% más. Teniendo en cuenta únicamente al mes de junio, el déficit comercial con EE UU subió un 93%, hasta los 1.193 millones, frente a los 616 millones de euros de junio de 2024.
El déficit comercial de EE UU es el argumento que el presidente estadounidense suele esgrimir para imponer tarifas a sus socios, pero España no se ha librado de ellas pese a que su saldo con EE UU es negativo, porque la política comercial es competencia de la Comisión Europea, y los acuerdos se firman en bloque.
En el lado positivo, la menor exposición de las empresas españolas al mercado estadounidense, muy inferior a la de países como Alemania, se está traduciendo en menos incertidumbre y menos impacto en el crecimiento económico. Y esa relación podría perder todavía más tamaño conforme se produce un trasvase hacia otras latitudes. El auge de las exportaciones españolas hacia Asia es un hecho, y bebe claramente de los dos gigantes de la zona, China y la India, donde crecen a doble dígito. La primera supone ya un 2% de todos los envíos al exterior, mientras el país más poblado del planeta, y a la vez uno de los más prometedores por su potencial de crecimiento, acumula el 0,6%.
A ellas se suma también el ascenso de Vietnam, un mercado de más de 100 millones de habitantes al que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, viajó en abril para reforzar la cooperación. De hecho, el bloque asiático, excluyendo a los países de Oriente Medio, ya es individualmente más relevante para los exportadores españoles (5,6% del total), que América del Norte (5,1%) o América Latina (4,9%).
En el caso de África, uno de los detonantes de la buena marcha es la reactivación de las relaciones diplomáticas con Argelia tras años de crisis por el abandono por parte del Gobierno de la tradicional neutralidad en el conflicto del Sáhara Occidental. Por ese motivo, los envíos a Argelia crecen un impresionante 190% en el primer semestre respecto a 2024, aunque esa tasa se irá normalizando en el próximo ejercicio. No es el único animador: Egipto y Nigeria están aumentando sus compras a España, aunque el principal socio en la zona sigue siendo Marruecos, que acapara el 3,1% de las exportaciones totales españolas.
El incremento de los intercambios con estos dos continentes está compensando los peores números con EE UU y el estancamiento con Europa, un mercado más maduro donde es más complicado crecer. El Ministerio de Economía también constata que se están batiendo récords en los envíos a ciertos países extracomunitarios. “Las exportaciones fuera de la UE crecen [en junio] un 7% interanual, y acumulan un crecimiento del 4% en los últimos 12 meses, obteniendo máximos históricos para países como el Reino Unido, México o Emiratos Árabes Unidos”, señala en su comunicado.
Los países respecto a los cuales la economía española registró los mayores superávits fueron Francia (9.993 millones de euros), Portugal (8.392 millones) y el Reino Unido (7.617 millones).
Dejando a un lado la cuestión geográfica, el panorama global deja datos positivos y negativos. Por un lado, las exportaciones españolas crecieron un 1% en los primeros seis meses, hasta los 197.151 millones de euros, la segunda mayor cifra de la historia para el periodo enero-junio. Pero por otro, el déficit comercial aumentó con fuerza hasta los 25.113 millones, debido a que las importaciones avanzaron un 5,4%, y sumaron 222.264 millones. Solo hay un precedente reciente de un primer semestre más negativo para la balanza comercial: el de 2022, cuando tras la pandemia se produjo un fuerte efecto rebote en las importaciones después de dos años de atonía. Entonces, la tasa de cobertura (el cociente entre exportaciones e importaciones), fue del 84,4%, y hoy está en el 88,7%.
Para el economista Javier Santacruz, el dato es malo. “El déficit comercial aumenta en un volumen significativo, y el agujero es cada vez mayor con EE UU y China. Me parece llamativo que pase cuando el euro se ha apreciado con el dólar casi un 13% en lo que va de año. Es lógico que así las exportaciones pierdan competitividad, pero el incremento del coste de las importaciones es contraintuitivo con una moneda fuerte”, apunta.
En las exportaciones, tiraron del carro los productos químicos, que crecieron un 9,7% en seis meses; las materias primas (7,4%), y los productos de alimentación, bebidas y tabaco (5,5%). Mientras que los mayores incrementos de las importaciones correspondieron a productos químicos (10,5%), materias primas (10,2%), y manufacturas de consumo (8,7%), aunque los bienes de equipo fueron los que más contribuyeron al aumento.
Para Ángel Talavera, economista jefe de para Europa de Oxford Economics, ese detalle es relevante. “Nuestro déficit está aumentando, pero no siempre es necesariamente malo. Por ejemplo, estamos importando muchos bienes de equipo, coincidiendo con el repunte de la inversión”. Talavera no ve preocupante que se resientan las exportaciones a EE UU. “Para España, las exportaciones a EE UU y China siguen siendo relativamente menores, sumando las dos apenas 7% del total. Exportamos más a Portugal que a EE UU y China juntos, lo que demuestra que la proximidad suele ser un gran determinante del comercio”, concluye.
El comercio de productos energéticos cayó tanto en las exportaciones como en las importaciones, en un contexto de bajadas en los precios del petróleo y el gas natural. Aun así, casi dos tercios del déficit comercial español corresponde a esta partida, con un saldo negativo hasta junio de 16.337 millones, frente a los 8.775 millones negativos en el resto de bienes. En cambio, los sectores con mayores superávits fueron los de alimentación, bebidas y tabaco (10.562 millones), semimanufacturas no químicas (3.586 millones) y el sector del automóvil (2.140 millones).
Cae el superávit comercial europeo con EE UU
Este lunes también se han conocido los datos de comercio en la Unión Europea, publicados por Eurostat. Y Trump puede estar satisfecho con los números: el superávit comercial europeo ha pasado de los 18.506 millones de junio de 2024, a los 9.576 millones de junio de este año, un 48% menos. Tras un primer trimestre en que la UE duplicó el superávit comercial con EE UU (hasta los 82.000 millones) por el adelanto de ventas para evitar los aranceles, ahora se da la tendencia inversa.
Esa distorsión del dato con EE UU ha sido clave para que el superávit europeo se quede en solo 7.000 millones, frente a los 20.700 millones de junio de 2024. También influyó la peor balanza comercial con China. El déficit europeo frente al gigante asiático creció de los 20.433 millones de junio del año pasado, a los 29.511 millones de este.
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