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Teledeporte
  • Ben O' Connor JAY 5h:03:47
  • Tadej Pogacar UAD +01:45
  • Jonas Vingegaard TVL +01:54

El australiano Ben O’Connor se corona en la cima de la Loze, la etapa reina del Tour de Francia

Tadej Pogacar amplía su ventaja en la general tras cruzar la línea de meta en segunda posición

Ben O’Connor Tour de Francia
Carlos Arribas

Todas las metáforas heroicas imaginadas durante la Operación Madeleine se quedarán en el baúl de las cursiladas, condenadas por la nada de la temida Loze, que a todos se impone, y aniquila sus voluntades: Pogacar defensivo, Vingegaard conformista. Victoria para Ben O’Connor, el australiano que peleó la pasada Vuelta con Roglic y especialista en ataques largos y solitarios aprovechando la indiferencia y los tiempos muertos en los que aquellos de las más grandes aspiraciones se neutralizan. Pogacar, tranquilo y fuerte como el oro que permanece sólido si se le sobrecalienta a 10 veces la temperatura de fusión durante una mínima fracción de millonsegundo, solo sale de su actitud pasiva con su ataque sprint habitual para descorazonar a quien todo lo intentó y ni un rasguño le hizo, menos molestos los picotazos del danés incluso que el moqueo recurrente de su naricita colorada.

Después de sentenciar a Vingegaard en dos días espléndidos de Pirineos –el ataque inopinado a 12 kilómetros de la cima de Hautacam, la cronoescalada de Peyragudes--, el esloveno camino de su cuarto Tour de Francia, y ya lleva 51 días de amarillo en su vida, a uno de Jacques Anquetil, nada menos, el sexto en el ranking histórico, se dedica a contemplar el mundo agitado desde sus alturas, arriesgando nada, descontando, dice, como un condenado, los días, los kilómetros que faltan (exactamente, 446,4). “Siempre que llega la tercera semana me ocurre lo mismo, me pregunto por qué es esto tan largo, tres semanas, tengo ganas de terminar y dedicar mi vida a hacer otras cosas”, medita en alto, en el tono reflexivo que da últimamente a sus conferencias de prensa. “Acabo hasta las narices de todos los que me rodean y solo quiero irme a casa”.

Así habló Pogacar en la meta, luego bostezó e inmediatamente un fuerte granizo caído del cielo dio un toque de redoble de tambores a su declaración de futuro, y la bruma que envolvía la cima más alta del Tour 25, 2.304 metros, se transformaba en miedo, cólera de todos aquellos ciclistas desposeídos que no pueden quejarse de aburrimiento: su oficio es el sufrimiento.

La niebla de la cima del Tourmalet en la que tuvo la visión del horror, perdido, puso la prudencia la primera en la lista de las necesidades del esloveno, y ahí se mantuvo hasta Superbagnères, en el Ventoux y en el primer día de los Alpes. Y todos los días, terminada la etapa, su amarillo luminoso, la venda de la herida de su brazo izquierdo tan blanca siempre, la misma frase. “Estoy muy contento y orgulloso de cómo hemos corrido hoy. Todo está bajo control”, dice aquel que ya aventaja en 4m 26s al segundo a falta de solo tres etapas, La Plagne que recuerda a Roche y a Indurain, la media montaña del Jura, y la calle más turística de Montmartre, la cuesta de la rue Lepic, para que el Tour del 25 sea suyo. Tal madurez de hormiga a los 26 años choca con el personaje que se creó el esloveno infantil y osado desde 2020, héroe manga irresponsable sino es con sus diversiones, y con los presupuestos sociológicos que sustentaban a la generación ciclista que lidera mano a mano con Mathieu van der Poel.

Vingegaard habla de la generación Covid, de cómo los meses de confinamiento y entrenamiento sin competición demostraron a todos los sabios de la fisiología que se progresa más entrenando que compitiendo. Aquel año, el 2020, afirma el danés que se dio al ciclismo entonces, aumentó el nivel de los ciclistas un 10%, y revolucionó la forma de correr, el ataque, el ataque, la presión de las avispas de su Visma a Pogacar y sus UAEs en la interminable Madeleine. Lo aíslan y cuando está sin equipo Pogacar ataca Vingegaard. Seis kilómetros para la cima. 73 kilómetros hasta meta. Los flequillo rozando las nubes bajas en las alturas. El horizonte abierto para ellos. Aventuras que otros años encontraban en la respuesta segura de Pogacar la chispa para arder, para transformar el vals que emprenden a dos en una polka de golpes y saltos. Los sabios de los cerebros han concluido que el año de la pandemia, tanto estrés, soledad, incertidumbre, ha envejecido la materia gris de los humanos un 5%. Para Pogacar parece haber llegado el momento de sentirlo, pues en el valle hacia Moûtiers y la subida a Courchevel camino de La Loze, después de que en el descenso de la Madeleine se agruparan 30 delante, declara el fin de fiesta para los dos cracks, rodeados ahora de moscones que solo buscan una rendija para respirar. Felix Gall, el austriaco que ganó en La Loze hace dos años, levanta la mano para pedir agua y como una flecha ataca O’Connor, y con él Einer Rubio. Les persigue Florian Lipowitz para dar solidez a su podio y maillot blanco, y en su pinganillo le gritan al alemán sus jefes: “No mires atrás. Estate atento solo a los vatios”. Es la condena de la aventura. Mientras, su compañero de equipo Primoz Roglic, se ríe a cola de los grandes. Sucumbe Rubio y cuando sucumbe Lipowitz, Roglic tampoco mira atrás para ver si le puede echar una mano. El biatleta de hielo mantiene el podio por un puñado de segundos ante el escocés Oscar Onley.

En una etapa de estilo anciano, precovid, la generación postcovid se acomoda. Y como un triste prisionero, Pogacar pone una cruz a otro día del calendario.

Clasificación General
pos ciclista Equipo Tiempo
1
Ben O' Connor
JAY 5h:03:47
2
Tadej Pogacar
UAD +01:45
3
Jonas Vingegaard
TVL +01:54
4
Oscar Onley
TPP +01:58
5
Einer Rubio
MOV +02:00
6
Felix Gall
DAT +02:25
7
Primoz Roglic
RBH +02:46
8
Adam Yates
UAD +03:03
9
Tobias Johannessen
UXM +03:09
10
Sepp Kuss
TVL +03:26
pos ciclista Equipo Tiempo
1
Tadej Pogacar
UAD 66h:55:42
2
Jonas Vingegaard
TVL +04:26
3
Florian Lipowitz
RBH +11:01
4
Oscar Onley
TPP +11:23
5
Primoz Roglic
RBH +12:49
6
Felix Gall
DAT +15:36
7
Kévin Vauquelin
ARK +16:15
8
Tobias Johannessen
UXM +18:31
9
Ben Healy
EFE +25:41
10
Ben O' Connor
JAY +29:19
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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.
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