Esther Guerrero bate el récord de España de la milla con 35 años
La española brilla en un abarrotado estadio de Londres, con 60.000 espectadores, en el que Moha Attaoui vuelve a desafiar a los mejores especialistas en los 800 metros


El imponente estadio de Londres, undécima parada de la Diamond League, presentaba a tres españoles. Uno, Moha Attaoui, es la ambición, un mediofondista que ya tutea a los mejores; otra, Jaël Bestué, una hormiguita que, entrenamiento tras entrenamiento, va ampliando su zancada, milímetro a milímetro, para acechar la élite de los 200, y la tercera, Esther Guerrero, es la resistencia, una atleta de 35 años que hace unos días volvió al 800m y fue capaz de bajar de los dos minutos otra vez, y en Londres, en una carrera desbocada que dejó siete récords nacionales, batió la plusmarca española de la milla después de entrar duodécima con un tiempo de 4m 20,12s, casi un segundo por debajo del registro que dejó Nuria Fernández en Rieti (Italia) en 2008 (4m 21,13s).
Guerrero, catalana de Banyoles, no se inmutó cuando la etíope Gudaf Tsegay salió lanzada nada más sonar el disparo en la milla. La etíope dejó a la liebre sentada en cuanto pasó la primera vuelta en menos de un minuto. No volvió a mirar atrás hasta que cruzó la meta en 4m 11,88s, un nuevo récord de Etiopía y la segunda mejor marca de todos los tiempos. La española, en otra carrera, en otra dimensión, medía sus fuerzas mientras buscaba un objetivo con premio doble: bajar de los 4m 20s que le permitiría, además de batir el récord de España, lograr la mínima directa para el Mundial de Tokio. No le alcanzó. Tampoco lo consiguió en su paso por el 1.500 (4m 2,07s). Pero Guerrero se lleva, a dos meses de la gran cita del verano, un récord que afianza sus posibilidades. A la estela de Tsegay, todas mejoraron, con récords de Oceánia para la australiana Jessica Hull, de América para la estadounidense Sinclaire Johnson (América) y plusmarcas nacionales de Marta Zenoni (Italia), Agathe Guillemot (Francia), Salomé Afonso (Portugal) y el de Guerrero.
La pista de Londres, después de la lluvia vespertina, parece un espejo cuando Moha Attaoui escucha su nombre en el imponente estadio de Stratford, con 60.000 espectadores. No hay una butaca vacía. El español de Torrelavega mantiene la calma. Ya hace tiempo que no se deja intimidar. Le dan igual el sitio y los rivales. Él es el español que más frecuenta la Diamond League. Una estrella en el firmamento de los 800 metros. El año pasado dio un primer paso al frente al ser capaz de correr dos veces en 1m 42s. Este año, sobre todo después de vencer en la reunión de París, ha dado otro paso más. Ahora tutea a cualquiera. Aunque en su última incursión, en Mónaco, mermado por unos dolores en la rodilla, bajara un poco su rendimiento. Da igual. Ya no teme a nadie. Ni siquiera al campeón olímpico, Emmanuel Wanyonyim, a quien pone contra las cuerdas después de su habitual progresión desde que faltan 300 metros hasta la recta. Una aceleración que recuerda, tan rápido mueve las piernas en la curva, al Demonio de Tasmania de los viejos dibujos animados.
Cuando ya solo le queda el canadiense Marco Arop por delante, cuando parece que va a producirse una nueva exhibición de Attaoui, el atleta trashumante que todos los años, desde que está en el equipo OAC, de la marca On, pasa cada temporada entre Torrelavega, Sudáfrica y St. Moritz, ve que a su izquierda Wanyonyim, que ya parecía vencido, resiste e inicia una remontada que le lleva hasta el triunfo, con un tiempo de un minuto y 42 segundos exactos -suyas son las tres mejores marcas del año en los 800-, por delante de Arop. Attaoui cae hasta la quinta plaza y firma otro registro notable (1m 43,01s). No duele ese quinto puesto. El cántabro ha vuelto a mirar a los ojos a los mejores especialistas en las dos vueltas y parece citarles al final del verano, en septiembre, en Tokio, sede del Campeonato del Mundo.
La tercera española cumplió en uno de sus escasas intervenciones entre las mejores velocistas del mundo. La catalana, que corrió el 200m justo después de que el jamaicano Oblique Seville ajusticiara a todos sus rivales, incluido el campeón olímpico Noah Lyles, con un tiempo excelente de 9,86s con viento en contra (-0.6m/s), cumplió con un quinto puesto y una marca de 22.67 en la carrera de 200 en la que barrió Julien Alfred con 21,71s, la mejor del año.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
