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El incendio de Zamora apunta ya a ser uno de los mayores registrados en España

La multiplicación de fuegos en el país rompe en una sola semana las estadísticas de 2025

Un avión de extinción de incendios arroja agua sobre un incendio forestal en las afueras de Abejera de Tábara (Zamora), el miércoles.Foto: Susana Vera (REUTERS) | Vídeo: EPV

El incendio de Uña de Quintana (Zamora) que arrancó el domingo se perfila como uno de los mayores que se han registrado en España hasta ahora. El sistema europeo de información sobre incendios forestales (EFFIS) apunta este miércoles por la noche a que este fuego tiene un perímetro que rodea 38.000 hectáreas.

La serie histórica del Ministerio para la Transición Ecológica arranca en 1968 y el mayor incendio que figura en esa base de datos es el de Minas de Riotinto, que quemó 29.867 hectáreas de las provincias de Sevilla y Huelva en el verano de 2004. Pero una cosa es la superficie quemada —que son los datos que figuran en esa serie histórica gubernamental— y otra cosa es el perímetro de los incendios —que es lo que ofrece casi en tiempo real EFFIS partiendo de las imágenes por satélite—. Porque dentro del perímetro de un incendio puede haber zonas quemadas y zonas que se han salvado de las llamas. Para otro de los grandes incendios que permanecía activos este miércoles, el de Chandrexa de Queixa (Ourense), EFFIS también da un perímetro de cerca de 20.000 hectáreas, lo que lo convierte también en un macroincendio. Pero, de nuevo, hay que remachar que son datos preliminares de perímetro.

En cualquier caso, lo que está claro es que ha bastado una semana de llamas avivadas por la dura y prolongada ola de calor que abrasa España para romper las estadísticas de incendios forestales en el país. Hasta la pasada semana, la superficie afectada era prácticamente la misma que en la media de los últimos 18 años para esta misma época del año, según los datos semanales que ofrece también EFFIS. Pero entre el 5 y el 12 de agosto se han vivido los peores siete días de todo 2025, tanto si se tiene en cuenta el tamaño del área de los incendios como en el número de siniestros.

En una semana, según la foto fija que ofrece el sistema europeo cada siete días y que no incluye todavía los datos completos de los dos macroincendios de Zamora y Ourense, el fuego ha afectado a 34.273 hectáreas. Un dato sirve para comprender la dimensión de lo ocurrido: entre el 1 de enero y el 5 de agosto esa superficie era de 45.209 hectáreas. Desligar esta semana negra de fuegos de la ola de calor que está viviendo el país es imposible, al margen de que otros problemas de gestión, como la falta de prevención o la descoordinación, puedan empeorar el problema. Otro dato pone en contexto el anómalo calor que vive el país: los 20 primeros días de este mes van a ser los más cálidos registrados en este mismo periodo de un agosto, según los datos que maneja Aemet. “No hay precedentes de un período comprendido entre el 1 y el 20 de agosto tan cálido como el de 2025″, sostiene esta agencia estatal.

Tras este calor que rompe registros y el agravamiento de los incendios está, según apuntan desde hace décadas infinidad de estudios científicos, el cambio climático causado por el ser humano. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, apuntó este miércoles en esa misma dirección en unas declaraciones a la Cadena SER al señalar que estos incendios son “un aviso claro” de que el cambio climático “está ahí”. “Los incendios son una de las partes de los impactos de ese cambio climático y, por lo tanto, tenemos que emprender todas las actuaciones en materia de prevención”, afirmó Aagesen.

En el conjunto de la Unión Europea, según EFFIS, la última semana también ha sido negra: se han quemado cerca de 61.000 hectáreas. Se trata de la segunda semana del año con más superficie afectada —la primera fue la comprendida entre el 22 y el 29 de julio—. Otro de los países de la UE muy golpeado por las llamas estos días ha sido Portugal, con casi 17.000 hectáreas quemadas entre el 5 y el 12 de agosto.

Al margen de los grandes incendios, otro problema ha sido la multiplicación de fuegos por el territorio, con una importante concentración en el noroeste de la Península. EFFIS ha contabilizado 30 fuegos de más de 30 hectáreas (que son los que ellos pueden monitorizar con el sistema de satélites) entre el 5 y el 12 de agosto. De nuevo, se trata de una semana récord: la que más fuegos ha registrado de todo 2025.

Obviamente, la aparición de distintos incendios a la vez supone multiplicar los esfuerzos para apagarlos, pero esto además complica el operativo de extinción mucho más de lo que se piensa. Sobre todo, cuando estos fuegos se producen a la vez en una misma comunidad autónoma —como está ocurriendo estos días en Galicia y Castilla y León— o en una misma provincia, pues obliga a dividir los medios disponibles en cada región.

“La simultaneidad de incendios lo que hace siempre es estresar al sistema”, comenta Ignacio Pérez Soba, decano del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes de Aragón, que explica que, para empezar, supone un quebradero de cabeza para organizar los relevos del personal que lucha contra las llamas de forma que se cumpla el máximo de 10 horas de trabajo y las 12 horas de descanso entre intervención e intervención que recomienda el Comité de Lucha contra Incendios Forestales del Ministerio para la Transición Ecológica. “Si tienes un solo incendio, la organización de los turnos de las personas que entran y que salen es bastante fácil, pero cuantos más incendios tengas más se complica, sobre todo teniendo en cuenta que parte de los retenes deben seguir estando disponibles por si surge otro incendio”. En el caso de los pilotos de los medios aéreos, los turnos de descanso son todavía más estrictos.

“Esta es una cuestión evidente: cuántos más incendios simultáneos, mayores son las limitaciones de personal. Con los medios de extinción sucede lo mismo, tanto con los bulldozers, como con los medios aéreos, aunque con los bulldozers resulta especialmente complejo”, detalla este ingeniero de Montes. “Los medios aéreos son más sencillos de retirar de un incendio para mandarlo a otro, pero para mover un bulldozer que está trabajando en mitad del monte hay que montarlo en una góndola y hasta que llega al otro sitio se genera un tiempo muerto de horas en el que no va a estar trabajando en la extinción”.

La multiplicación de fuegos a la vez también afecta a la coordinación, que corresponde a la comunidad autónoma, y en concreto, al director de extinción. “Eso supone tener un puesto de mando avanzado en cada uno de los incendios, con un director de extinción, con su relevo, más la gente que les ayuda, y su relevo también”, detalla este experto.

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