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El equipo de Jara aspira a que Boric no interceda en la campaña de segunda vuelta

“El presidente y el Gobierno deben dedicarse a gobernar”, dice la candidata de izquierda, en un intento de tomar distancia

Ana María Sanhueza

Una de las preguntas que la candidata presidencial de la izquierda chilena, Jeannette Jara, tuvo que responder un día después de las elecciones del domingo 16, en la que pasó a la segunda vuelta con el republicano de la derecha radical y conservadora José Antonio Kast, es si pediría consejos al mandatario frenteamplista Gabriel Boric, quien a finales de 2021 vivió el desempate también frente Kast: Jara respondió: “El presidente y el Gobierno deben dedicarse a gobernar”.

Jara, militante comunista, fue ministra del Trabajo de Boric. En su cargo sacó adelante tres proyectos clave para el Gobierno, y que hoy ella luce en su campaña —la reforma de pensiones, el alza histórica del salario mínimo y la ley de 40 horas semanales que reduce la jornada laboral—, pero su cercanía con el mandatario la ha complicado. “Jara tiene en contra algo que no tenía Boric: viene de un Gobierno con muy baja aprobación”, ha dicho la académica de la Universidad Adolfo Ibáñez, Carmen Le Foulon. Como ejemplo, la encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP), divulgada en octubre, arrojó que su rechazo era del 62%.

Para el periodista político y escritor Ascanio Cavallo, el “débil resultado de Jara” —sacó 26,8%— es también “un juicio a la gestión del Gobierno de Boric”, que “se acerca al fin de su cuatrienio (en marzo) con malos resultados económicos, sociales y de seguridad”. Y agrega que su desempeño electoral “ha sido inferior a la aprobación promedio (30-32%) que el presidente Boric registra cada semana. De modo que Jara podría decir que sus resultados podrían haber sido peores si no hubiese puesto enfática distancia con el Gobierno, y Boric podría decir que le fue tan precisamente por alejarse del Gobierno”.

Kast obtuvo un 23,9%, y ha aprovechado estratégicamente la relación entre la candidata y el presidente para su relato: “Jeannette Jara es Gabriel Boric. Con un tono de voz distinto, pero es el mismo proyecto político”.

En la recta final de las elecciones, Boric tomó un papel protagónico. E incomodó varias a veces a Jara y a su comando. “Nos genera un ruido, nos distrae (...) Yo creo que eso succiona la energía comunicacional” admitió en octubre el senador del PPD Ricardo Lagos Weber, uno de los portavoces de la candidata.

En la campaña, Boric se enfrascó en varias diputas públicas con Kast, quien a su vez ha sido mucho más que crítico con él: ha dicho que es un “Gobierno fracasado”, que el mandatario “no tiene legado” y que ha sido “un mal Presidente”.

Cuando Kast anunció que, de llegar a La Moneda, pretende recortar el gasto fiscal en 6.000 millones de dólares en 18 meses, Boric dijo: “Hay algunos que dicen que da lo mismo el Gobierno, porque al otro día igual hay que trabajar. Por supuesto, al otro día hay que trabajar, pero no da lo mismo hacerlo con un Gobierno que garantiza derechos, que avanza en mejores condiciones laborales, que aumenta el sueldo mínimo, que mejore la distribución de la riqueza, con otro que, eventualmente, recorte derechos”. En otra intervención, señaló: “Algunos se atreven con desparpajo, desde los barrios altos de Santiago, a decir que Chile se cae a pedazos”.

Pero lo que generó un ruido transversal, fue cuando Boric presentó su último Presupuesto y, durante una cadena nacional, dijo: “Es irresponsable, además de indeseable, la propuesta de recortar 6.000 millones de dólares de gasto que algunos han levantado sin decir de dónde pretenden hacerlo. ¿Acaso van a echar abajo beneficios sociales?“.

En su momento, la portavoz del Gobierno, Camila Vallejo, defendió el papel del mandatario y dijo que en sus alocuciones él entraba “en el debate de las ideas, no de los ataques personales”. “No solamente es un gestor, sino que también es un líder político como lo es cualquier presidente o expresidente en nuestro país”.

El sociólogo y politólogo Alfredo Joignant cree que un triunfo de Jara —Kast tiene el apoyo de las otras dos derechas que compitieron y con ello suma más del 50%— solo se daría por “fenónemos sobrenaturales”. Pero admite que Jara “ha hecho una pega [trabajo] encomiable: ha tenido problemas con el Partido Comunista y con el Gobierno. El presidente Boric se entrometió en la campaña como nunca antes un presidente lo había hecho, opacando a la candidata. Con la personalidad que tenía [Ricardo] Lagos, nunca le hizo sombra a Michelle Bachelet cuando fue la candidata del sector", dijo en un programa especial por las elecciones de EL PAÍS con ADN Radio.

La noche del domingo, Boric felicitó a Jara y a Kast en una vocería desde La Moneda: “Le deseo éxito a ambos candidatos (...) y como Jefe de Estado los insto a que tengamos un debate con altura de miras, pensando en siempre lo mejor para Chile”.

Longuiera y la “derrota cultural”

Jara tiene una segunda vuelta cuesta arriba. Con el avance Kast, arropado por las tres derechas, ha ido en busca de apoyos en otros sectores, entre ellos, los electores del populista Franco Parisi, quien obtuvo un 19%.

En adelante, con miras a la segunda vuelta, se espera que Boric no tenga un papel en la campaña, que se repliegue. Y, de seguir el panorama tan complejo para la izquierda, tendrá que entregar el mando a la derecha radical de Kast. Y, si todo sigue así, el péndulo chileno volverá sobre La Moneda, pues hace 20 años que un presidente no entrega el poder a un sucesor del mismo signo político.

Para Pablo Longueira, quien fue una de las figuras icónicas de la UDI y protagonista de los últimos 30 años de la política chilena, la del domingo “es la peor derrota política y cultural que ha habido la izquierda chilena”. “No hay ningún Gobierno, desde la democracia [1990], por cuya continuidad el 75% haya votado en contra (...) Esta es la única ocasión en que saca un poquito más del 25%. Y, además, con una, o tres derechas, con un discurso muy ideológico. Para mí, ese es un cambio cultural enorme y esta energía se va a instalar”, dijo este martes a Canal 13.

Longuiera es partidario de que las derechas construyan una coalición amplia, desde el Partido Nacional Libertario del excandidato Johannes Kaiser, hasta el PDG de Parisi, e “intentar una estructura de gobernanza que permita proyectar los gobiernos”.

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Sobre la firma

Ana María Sanhueza
Es periodista de EL PAÍS en Chile, especializada en justicia y derechos humanos. Ha trabajado en los principales medios locales, entre ellos revista 'Qué Pasa', 'La Tercera' y 'The Clinic', donde fue editora. Es coautora del libro 'Spiniak y los demonios de la Plaza de Armas' y de 'Los archivos del cardenal', 1 y 2.
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