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Javiera Toro, ministra de Desarrollo Social de Boric: “Es difícil ejercer el derecho a tener hijos o a no tenerlos”

La abogada defiende que más que un privilegio, el ser madre debiese ser una decisión que se tome sin sacrificar otras dimensiones de la vida

Antonia Laborde

La tasa de fecundidad en Chile ha disminuido aceleradamente hasta llegar a los 1,16 hijos promedio por mujer en 2024, una de las más bajas a nivel mundial. Esta semana se conoció que los gastos para criar a un hijo alcanzan los 595.000 pesos chilenos mensuales (unos 618 dólares). Los resultados del documento elaborado por el ministerio de la Mujer y UNICEF se traducen en que el sueldo mínimo (529.000; unos 550 dólares) no alcanza siquiera para tener un hijo. La ministra de Desarrollo Social y Familia del Gobierno de Gabriel Boric apunta que transparentar estos datos “no busca ser un desincentivo a la maternidad, sino un insumo para el debate público” y así las decisiones personales, familiares y de políticas públicas se adopten en base a la realidad.

P. ¿Qué dice de Chile de que criar a un niño cueste mensualmente más que el sueldo mínimo?

R. El informe da un promedio de lo que efectivamente gastan las familias en la crianza de un niño o niña, que son 595.000 pesos, se compone de 383.000 pesos de costos directos, bienes y servicios, y alrededor de 211.000 pesos si uno valoriza el trabajo de cuidados no remunerados. Nos da cuenta que las familias requieren apoyo en en el costo de la crianza, y por eso, además del alza del sueldo mínimo, que va orientado en esa dimensión, también es relevante consolidar la protección social.

P. Se critica que el diagnóstico está hecho, pero no se implementan las políticas públicas necesarias.

R. Es una discusión que viene hace tiempo y nuestro Gobierno ha tomado políticas públicas: la ley de conciliación de la vida familiar personal y laboral; la ley de pago efectivo de pensiones de alimentos, que hace que no sea solo una carga económica de las mujeres; la disminución de la jornada laboral; el aumento del sueldo mínimo; la consolidación del sistema nacional de apoyos y cuidados. Se ha avanzado, pero por supuesto falta todavía.

P., ¿Es un privilegio criar hoy en Chile?

R. Es una decisión que implica poner en la balanza elementos como los ingresos, el tiempo, las trayectorias profesionales, por lo tanto, es una buena noticia que estemos decidiendo si queremos o no tener hijos o hijas, o cuándo tenerlos, que por lo demás no es solamente una decisión de las mujeres: en los últimos 10 años las vasectomías se incrementaron en un 887%. Pero también hay muchas mujeres que queriendo tener hijos, no los están teniendo.

P. Hay mujeres que quieren decidir y no pueden porque no tienen la red de apoyo, los recursos…

R. Exacto. Por lo tanto, más que un privilegio, debiese ser una decisión que pudiéramos tomar sin sacrificar otras dimensiones de la vida, sin que signifique postergar trayectorias laborales o una decisión que se tome en soledad. Hay que avanzar en políticas públicas en ese sentido y es pertinente también cuando se está discutiendo sobre el valor del Estado, sobre disminuir el gasto público, sobre lo que eso significaría en programas sociales.

P. ¿Es un derecho ser madre y poder formar una familia?

R. Debe ser un derecho poder decidir tanto tener hijos como no tenerlos. Y para eso tiene que haber condiciones materiales y sociales que lo habiliten, y políticas públicas como el sistema de cuidados, la sala cuna, el aumento del sueldo mínimo, o la corresponsabilidad parental en el pago de pensiones de alimento, que van bien encaminadas para que sea un derecho que efectivamente se pueda ejercer. Es difícil ejercer el derecho a tener hijos o a no tenerlos, y por eso nuestro Gobierno impulsa políticas en esa dimensión, pero todavía no son suficientes.

P. El médico Fernando Zegers decía a EL PAÍS que si el Estado no le dedica parte de su presupuesto anual a fomentar la natalidad, no tiene solución

R. No hay una varita mágica porque tiene elementos que se expresan en distintas políticas públicas, que este Gobierno ha impulsado. En el presupuesto de los programas de cuidados hubo un crecimiento de aproximadamente un 100% y, en la red local de apoyos y cuidados, orientado a las personas con dependencia, ha crecido más de un 300%. También se implementó la automatización del subsidio único familiar a los niños, niñas y adolescentes del 40% más vulnerables y desde 2024 unos 500.000 niños que no lo recibían, hoy lo hacen. También se incorporó el apoyo a la fertilidad en la cobertura de Fonasa. Hay un conjunto de políticas públicas orientadas en apoyar la decisión de tener hijos, pero somos muy conscientes de que se requiere mucho más. Por eso nos parecen tan peligrosos los discursos que amenazan al Estado social, porque sin protección social lo que les decimos a las mujeres es que tienen que enfrentar y cargar con esta decisión solas.

P. ¿Cuáles discursos?

R. Cuando se habla de recortar en 6.000 millones de dólares el gasto público, uno se pregunta dónde se van a recortar; no lo explican. Al mismo tiempo, llaman a revertir la disminución de la tasa de natalidad, donde es muy fácil caer en discursos que responsabilizan a las mujeres.

P. Ese recorte es una propuesta del candidato republicano José Antonio Kast. ¿Cree que él responsabiliza a las mujeres de la baja de natalidad?

R. El candidato Kast hizo una propuesta específica, un apoyo monetario (de un millón de pesos a la madre por hijo recién nacido) y que nos parece una solución muy simplista frente a un problema complejo y multifactorial que requiere políticas integrales. Y, más allá de la campaña, él viajó a Hungría donde se están implementando políticas muy conservadoras en ese sentido.

P. ¿Cuáles?

R. Tienen que ver en general con la responsabilización de las mujeres, con subsidios específicos, pero sin los apoyos sociales requeridos para eso, y sobre todo con discursos muy conservadores que llaman a revertir la tasa natalidad, pero sin ofrecer políticas sociales que permitan apoyar a las mujeres y que no se hace cargo de que es una problemática de toda la sociedad.

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Sobre la firma

Antonia Laborde
Periodista en Chile desde 2022, antes estuvo cuatro años como corresponsal en la oficina de Washington. Ha trabajado en Telemundo (España), en el periódico económico Pulso (Chile) y en el medio online El Definido (Chile). Máster de Periodismo de EL PAÍS.
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