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CRÍTICA TEATRAL
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

‘Los cuerpos celestes’: Zigzagueo por la casa de los muertos

La compañía El Conde de Torrefiel invita a cavilar sobre la finitud de la vida en una caminata audioguiada, que puede celebrarse a solas o en compañía en sendas necrópolis matritenses

Paseo por un cementerio con la escucha de la obra 'Cuerpos celestes', de El Conde de Torrefiel.
Javier Vallejo

“No olvides traer un móvil con auriculares”, reza el mensaje que la sala alternativa madrileña Réplika envía al correo de quienes se apuntan a Cuerpos celestes, un paseo individual audioguiado por un camposanto, producido por la compañía catalana El Conde de Torrefiel. Entre los tres cementerios de Madrid propuestos, los de la Almudena, San Justo y San Isidro, el paseante escoge este último, porque para llegar allí desde su casa, no tiene más que dejarse rodar por una cuesta. A priori, le gusta asistir a actividades como esta, donde el público deja de serlo para convertirse en sujeto activo. ¿Qué se le propone? Recorrer la necrópolis elegida siguiendo las indicaciones que una voz grabada le susurra al oído.

El paseante entra en el camposanto por el portillo más próximo a la fuente de San Isidro, donde un visitante recrimina a dos jovencitas el haber llenado una garrafa de agua, que de otro modo se hubiera ido por el sumidero. En un santiamén, avanza hasta la escalinata que separa el patio de entrada del patio de la Purísima. Una vez allí, se pone sus auriculares y clica en su móvil sobre el enlace que le enviaron desde Réplika. Tras darle la bienvenida, la voz grabada de Tanya Beyeler, mitad femenina de El Conde de Torrefiel, le invita a cumplir un ritual de entrada a la necrópolis. Poco importa que el paseante esté ya dentro: para no retroceder, hace en el pabellón lo que debiera haber hecho en la calle, pues, piensa, el rito sugerido servirá también para atravesar el umbral de ese patio donde la flor de la aristocracia y de la burguesía madrileña decimonónicas adquirió su lecho postrero.

Inaugurada en 1811, extramuros de la ciudad (después de que Carlos III pusiera fin a los enterramientos en iglesias y camposantos interiores, por salubridad), la Sacramental de San Isidro ocupa casi un tercio de la superficie del Père Lachaise, su hermano mayor parisino, que desde 1804 se encarama por la ladera de otra colina. El paseante que remonta la necrópolis francesa desemboca en una calle próxima al Théâtre de la Colline, dirigido por el canadiense de origen libanés Wajdi Mouawad; mientras que en Madrid, la salida situada en la cumbre da a la Vía Carpetana, donde encontró la muerte Álvaro Tejero, director de Los vivos y los m(íos): una joven automovilista pasada de alcohol lo arrolló. Tenía él la edad de Cristo.

En San Isidro, las tumbas son chalés póstumos; los panteones, palacios de familias patricias; y los nichos, el equivalente de las colmenas suburbiales

En San Isidro, las tumbas son chalés póstumos; los panteones, palacios de familias patricias; y los nichos, el equivalente de las colmenas suburbiales. El paseante escucha interesado las sugerencias que le hace la voz en off, pero sigue sus instrucciones solo cuando le pete, porque prefiere dejarse llevar por la especificidad del camino. Lo que surge en algunas revueltas le engancha. Por ejemplo, el bullicio de una familia extensa de gitanos, que, desparramada, celebra a sus ausentes con la alegría de los mexicanos en el Día de Muertos. Llovizna cuando el paseante se cruza con la mirada cómplice de alguien que, como él, está a la escucha de Cuerpos celestes.

Sobre la voz reflexiva de Tanya se impone en ocasiones la música del vecino escenario de las fiestas de San Isidro. Desde cipreses bicentenarios, los mirlos ponen un contrapunto armonioso. El caso es que, mientras escribe esta reseña, un correo advierte al paseante de que Cuerpos celestes se celebrará a partir de ahora solo en San Justo y la Almudena. A los propietarios de San Isidro, no les ha hecho gracia la iniciativa.

Cuerpos celestes

Idea y elaboración: El Conde de Torrefiel y cabosanroque.

Texto: Tanya Beyeler y Pablo Gisbert.

Organizado por Réplika Teatro. Cementerio Sacramental de San Justo y Cementerio de La Almudena. Madrid. Domingos, hasta el 25 de mayo.

Reggio Emilia (Italia). AcidTank, del 24 de mayo al 1 de junio.

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Sobre la firma

Javier Vallejo
Crítico teatral de EL PAÍS. Escribió sobre artes escénicas en Tentaciones y EP3. Antes fue redactor de 'El Independiente' y 'El Público', donde ejerció la crítica teatral. Es licenciado en Psicología, en Interpretación por la RESAD y premio Paco Rabal de Periodismo Cultural. Ha comisariado para La Casa Encendida el ciclo ‘Mujeres a Pie de Guerra’.
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