Detenida en Italia la diputada bolsonarista Carla Zambelli tras fugarse de Brasil
La congresista huyó después de ser condenada a prisión por contratar a un hacker para crear una orden de arresto falsa contra el juez que procesó a Bolsonaro

La diputada brasileña Carla Zambelli, uno de los símbolos del bolsonarismo, fue arrestada este martes en Roma por la policía italiana. La política, de 45 años, tenía pedido de captura desde principios de junio, cuando huyó de Brasil para escapar de una condena a 10 años de cárcel. La diputada contrató a un hacker para invadir los sistemas informáticos de la justicia brasileña y emitir una orden de detención falsa contra el juez del Tribunal Supremo Federal Alexandre de Moraes.
El magistrado es el enemigo número uno de la extrema derecha brasileña y lidera el proceso contra el expresidente Jair Bolsonaro, acusado de haber intentado un golpe de Estado tras las elecciones de 2022, en las que fue derrotado por Luiz Inácio Lula da Silva.
La diputada salió de Brasil a finales de mayo por la frontera con Argentina y después se dirigió a Estados Unidos. El 3 de junio publicó un video diciendo que ya no estaba en Brasil y dos días después aterrizó en Italia. Por tener doble nacionalidad y pasaporte italiano, Zambelli afirmó que sería “intocable” en el país europeo. La Justicia brasileña enseguida pidió que se incluyera su nombre en la lista roja de la Interpol y que se bloquearan pasaportes y cuentas bancarias. Ahora la diputada podrá ser extraditada a Brasil para cumplir pena en prisión, aunque la extrema derecha brasileña confía en la intercesión del Gobierno italiano.
En un video grabado hace pocos días, Zambelli decía ser una “exiliada política” y agradeció a uno de los hijos de Bolsonaro, el senador Flávio Bolsonaro, por intentar que sea recibida por la primera ministra Giogia Meloni o por el viceprimer ministro Matteo Salvini. No obstante, sus opciones reales de quedarse en Italia, donde no tiene ningún vínculo personal ni laboral, son muy escasas.
Zambelli fue condenada por haber contratado al hacker Walter Delgatti para invadir los sistemas de la justicia en enero de 2023, justo cuando miles de bolsonaristas protagonizaron el asalto a Brasilia, y emitir una orden de prisión contra Moraes. Por motivos que van más allá de la lógica, el documento parecía una broma adolescente: llevaba la firma del propio juez y frases burlonas como “sin explicarme, porque soy como un dios del Olimpo…”. La orden de arresto parecía la pataleta final de un plan frustrado mucho más grave.
En los meses que precedieron a las elecciones de 2022, Zambelli se reunió con Bolsonaro y el hacker en varias ocasiones. En interrogatorios policiales, el hacker aseguró que la diputada le pidió que intentara invadir las urnas electrónicas. La supuesta falta de seguridad de estas máquinas, que se usan para votar en Brasil desde los años noventa sin problemas, fue uno de los argumentos centrales de Bolsonaro y sus aliados para contestar el resultado electoral.
Las maniobras informáticas no son la única mancha en el currículum de la diputada. También fue imputada por porte ilegal de armas, después de que en la víspera del segundo turno de las elecciones de 2022 persiguiera apuntándole a un hombre de izquierdas en São Paulo.
Zambelli pasa por uno de los momentos más delicados de su vida personal y política, pero hasta no hace mucho era una de las estrellas fulgurantes del ala más radical del conservadurismo brasileño. Fue elegida diputada por primera vez en 2018 y cuatro años después revalidó el cargo, siendo la tercera congresista más votada del país, con casi un millón de votos.
A pesar de ser una de las más reconocibles musas del bolsonarismo, el propio Bolsonaro renegó de ella públicamente hace pocos meses. Aseguró que el impacto que tuvo el video en el que aparece a paso firme y pistola en mano por las calles de São Paulo, a pocas horas de que Brasil fuera a votar, precipitó la derrota electoral. Zambelli, cabizbaja y llorosa, respondió poco después que las palabras de su líder la entristecían y que ese era “un peso demasiado grande para una persona”. Poco después, ponía en marcha su plan de fuga.
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