La justicia condena a 28 años de cárcel a Santiago Uribe, hermano del expresidente Álvaro Uribe, por paramilitarismo
El Tribunal Superior de Antioquia revoca la absolución de la primera instancia y condena al ganadero por concierto para delinquir agravado y homicidio agravado


El Tribunal Superior de Antioquia ha condenado este martes a Santiago Uribe Vélez, hermano menor del expresidente Álvaro Uribe, por paramilitarismo. En una sentencia de segunda instancia, los magistrados determinaron que el empresario y ganadero antioqueño era responsable de los delitos de concierto para delinquir agravado, por la conformación del grupo paramilitar Los 12 apóstoles, y de homicidio agravado, por el asesinato de Camilo Barrientos. Los abogados de la defensa han anunciado que buscarán que la Corte Suprema estudie el caso, mientras el expresidente y líder de la derecha colombiana lamentó en su cuenta de X la decisión judicial por la que su hermano recibe una sanción de 28 años y 3 meses de prisión: “Siento profundo dolor por la condena contra mi hermano. Dios nos ayude”.
La decisión judicial, en la que hubo unanimidad de los magistrados de la sala penal del tribunal, tiene dos conclusiones principales. La primera es que revoca la sentencia absolutoria del 13 de noviembre de 2024, cuando el Juez Primero Penal del Circuito Especializado de Antioquia había absuelto a Santiago Uribe de los dos delitos. La segunda es que lo declara “penalmente responsable” por los delitos de lesa humanidad. Además, los magistrados ordenaron expedir la orden de captura inmediatamente después de que el fallo quede en firme. El tribunal también ordenó el pago de una multa de 6.500 salarios mínimos legales mensuales vigentes, unos 9.500 millones de pesos o 2,5 millones de dólares.
La noticia ha concentrado inmediatamente la atención del país sudamericano, que hace tan solo dos meses había vivido la absolución del expresidente en un proceso en el que había sido condenado en primera instancia por manipulación de testigos.
El senador y precandidato presidencial de la izquierda Iván Cepeda, quien impulsó los procesos contra los dos hermanos, celebró la decisión: “Excelente noticia para las víctimas, la verdad y la justicia en Colombia”. La exalcaldesa de Bogotá, Claudia López, una de las principales investigadoras del paramilitarismo en el pasado y también aspirante a la Presidencia, se pronunció en un sentido similar: “No hay deuda que no se pague ni plazo que no se cumpla. A todas las víctimas, a los campesinos desplazados, a las familias destrozadas, a las más de 132.000 madres y padres que aún buscan a sus hijos desaparecidos, mi amor y solidaridad siempre. La justicia se demora pero llega”.
La sentencia del Tribunal confirma que el menor de los hermanos Uribe Vélez fue “líder y dirigente” del grupo paramilitar Los 12 apóstoles, una organización criminal a la que pertenecieron ganaderos, empresarios, policías y un sacerdote y que comenzó a operar en 1992 bajo el nombre Autodefensas del norte lechero, en Yarumal, al norte del departamento de Antioquia. A este grupo paramilitar, indica el documento, se le atribuyen al menos 300 homicidios, entre ellos los de los campesinos Jorge Yubán Ceballos, Jorge Iván Serna, William Restrepo Cárdenas, Januario Pérez, Luis Fernando Restrepo Hincapié, Wilson de Jesús Agudelo Piedrahita, Alberto de Jesús Castañeda, Darío de Jesús Palacio Lopera, Jorge de Jesús Quintero, John Jairo Olarte Quintero y Manuel Vicente Varela. También se le acusa de cientos de desapariciones forzadas, secuestro, tortura y otros actos de violencia que aún están impunes. Según los testimonios de varias personas en diferentes procesos penales, muchas de estas acciones se planificaron en la finca La Carolina, propiedad de Santiago Uribe.
Los tres magistrados que firman la decisión, René Molina Cárdenas, John Jairo Ortiz y Gustavo Adolfo pinzón, también determinaron que Los 12 apóstoles tuvo su pico de criminalidad cuando el expresidente Álvaro Uribe fue gobernador de Antioquia. Señalan que el grupo ejecutó una política de exterminio contra personas que consideraban “indeseables” y contra supuestos militantes y auxiliadores de los grupos guerrilleros que operaban en la región. Uno de los casos, según la sentencia, fue el homicidio de Camilo Barrientos Durán, quien era un conductor de bus en la ruta entre Yarumal y el cercano pueblo de Campamento. “Fue asesinado por dos sicarios que le propinaron varios disparos con arma de fuego, cuando conducía por ese trayecto. El señor Barrientos Durán fue señalado por el grupo criminal dirigido por Santiago Uribe Vélez como auxiliador de la guerrilla”, se lee en el documento.
La defensa de Santiago Uribe, liderada por los abogados Jaime Granados (también defensor de su hermano Álvaro), Juan Felipe Amaya y Jesús Albeiro Yepes, anunció en un comunicado de prensa que considera “injusta” la sentencia y que buscará desmontarla. “Dentro de los términos y canales legales, la defensa técnica y material de Santiago Uribe interpondrá y sustentará la impugnación especial a fin de que el caso sea conocido por la Honorable Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia, en donde confiamos prevalezca la verdad y la justicia”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma











































