Venezuela refuerza su presencia militar en la frontera con Colombia
Diosdado Cabello, ministro del Interior, anuncia el envío de 15.000 hombres y asegura que cuenta con el beneplácito de Bogotá. Colombia no se pronuncia
El ministro de Interior y Justicia de Venezuela, Diosdado Cabello, ha anunciado este lunes un despliegue de tropas y equipos para “resguardar la frontera” con Colombia, en concreto en los estados Zulia y Táchira, un territorio denominado por el Gobierno chavista como “Zona de Paz 1”. El alto funcionario habló del envío más de 15.000 hombres y mujeres de refuerzo, así como vehículos, aeronaves, drones y otros equipamientos de seguridad y combate. También aseguró que desde hace varios meses están operando en la zona las Unidades de Reacción Rápida de las Fuerzas Armadas, pelotones equipados como parte del “sistema defensivo territorial”.
“Quien tenga relaciones con agentes de la delincuencia, con bandas criminales, que asuma su responsabilidad, que nosotros asumimos la nuestra. Si de algo puede estar seguro nuestro pueblo es de que en esa zona haremos todos los esfuerzos, y además los 15.000 hombres tendrán todo el apoyo de las fuerzas policiales. Esto es en conjunto, trabajo en equipo. Yo les garantizo que en este momento hay operativos y nosotros estamos destruyendo algún campamento en alguna zona, que tratan de instalar quienes vienen desafortunadamente del lado colombiano”, advirtió el hombre fuerte del régimen de Nicolás Maduro.
El chavismo ha anunciado la articulación de lo que ha llamado la “unión popular, militar y policial” para enfrentar a enemigos internos y externos. Cabello ha encabezado el despliegue de estas fuerzas, así como la creación de comandos integrados de los servicios de inteligentes. Como ministro de Interior a cargo de los cuerpos policiales del país, y también del PSUV, lidera esta ofensiva a la par del Ministerio de Defensa. A esto se ha sumado la creación de redes de vigilancia comunitaria con sus militantes.
Cabello resaltó la colaboración del Gobierno colombiano e instó a que de su lado de la frontera hagan lo propio para asegurar la paz en todo el eje y desalojar a quien quiera cometer delitos en esa zona. “Se les dijo de las operaciones que vamos a hacer y mostraron su agrado. Es parte de tener un vecino con el cual tú puedes hablar”. Este mismo lunes, el presidente colombiano Gustavo Petro afirmaba en X que no existe el cartel de los soles, la organización ilegal de mandos militares venezolanos que Estados Unidos acusa de narcotráfico. “Es la excusa ficticia de la extrema derecha para derribar gobiernos que no les obedecen”, escribió.
Estas medidas siguen al alistamiento de milicianos que convocó el chavismo durante el fin de semana, como respuesta a la movilización de buques estadounidenses al Caribe. La nación del norte ha argumentado que se trata de un operativo que es parte de su política contra el narcotráfico y que la hace en el marco del ejercicio militar Unitas, planificado para el 15 de noviembre con países de Europa y América Latina. Este despliegue, sumado a las declaraciones y señalamientos desde Washington contra el Gobierno chavista, al que acusan de estar involucrado en redes ilícitas, han aumentado las tensiones geopolíticas en la región.
El mes pasado, los Gobiernos de Maduro y Petro firmaron un memorando de entendimiento para crear la primera zona económica binacional justo en la región del despliegue militar anunciado este lunes y que supondría también el establecimiento de acciones conjuntas para mejorar la seguridad. “Vamos a incrementar las inversiones binacionales y las inversiones internacionales, los chinos, los indios, los rusos y los turcos están interesados. Además, vamos a combatir junto a las Fuerzas Militares y Policiales de Colombia a las mafias”, declaró el presidente de Venezuela tras la firma del convenio.
En la vecina Colombia, las acciones ordenadas por Trump se han reseñado como el despliegue militar más grande de Estados Unidos en el Caribe desde la invasión a Panamá, lo que ha provocado todo tipo de especulaciones. La pregunta sobre hasta donde puede estar dispuesto a llegar el presidente republicano sobrevuela las conversaciones en un país que ya comienza a adentrarse en su propia campaña de cara a las elecciones del 2026. Hace apenas unas semanas, ya había causado revuelo el anuncio de la zona binacional. El Gobierno de Petro se había apresurado en aclarar que esa iniciativa no tiene propósitos militares de ningún tipo, después de que Maduro lo había dado a entender.
“La presión sobre la dictadura venezolana es hoy más evidente que nunca y que lo ideal sería que este movimiento precipitara una dimisión que libere al pueblo venezolano de la opresión de un sistema que ha desangrado al país, arrasado con su economía y expulsado a más de siete millones de ciudadanos al exilio”, apuntaba este lunes el periódico El Tiempo, antes de que se conociera el anuncio de Cabello. “La zona binacional con Venezuela que el Gobierno de Gustavo Petro presentó como un mecanismo de cooperación económica y social –y que ya era objeto de controversia– con este nuevo contexto se vuelve todavía más problemática”, valoraba en su editorial.
Mientras el Gobierno no ha mostrado ninguna reacción al anuncio de Cabello, la oposición de derechas, que suele criticar el restablecimiento de relaciones con Caracas, ha celebrado sin timidez la designación del cartel de los soles como una organización terrorista por parte de la Administración Trump. “Este entramado criminal no solo ha protegido y promovido la expansión del grupo delincuencial transnacional Tren de Aragua, sino que además ha brindado amparo a las organizaciones narcoterroristas FARC y ELN”, señalaba también este mismo lunes el Grupo Democracia y Libertad, que congrega a una docena de expresidentes conservadores de España y América Latina, al que pertenece Iván Duque. El antecesor de Petro fue en su día el principal promotor del fallido “cerco diplomático” sobre el heredero de Hugo Chávez.
Las voces más críticas se han dejado sentir, mientras que Bogotá se enfoca en un esfuerzo diplomático por evitar una temida descertificación de la Casa Blanca en la lucha antinarcóticos. Es probablemente el momento en que más costoso puede salir cualquier acercamiento a Caracas. Hace pocos días, el senador colombo-estadounidense Bernie Moreno, de visita en Colombia y cercano Trump, se aventuró a vaticinar que Maduro no estará en el poder para diciembre. “No toleraremos a un narcoterrorista que inflija daño a los Estados Unidos. Trataremos a los terroristas como Estados Unidos los ha tratado en el pasado”, subrayó en un evento empresarial en Cartagena, al recordar que Washington ha ofrecido una nueva recompensa de 50 millones de dólares por su captura. Al día siguiente se reunió con Petro en Bogotá.
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