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Adiós al eterno debate de las reglas del juego de cartas ‘UNO’: ni +2, ni +4

Un tuit rescata las dudas que siempre han existido sobre si debes ‘comerte’ las cartas o puedes responder con otra igual o superior

Cartas del juego de mesa 'UNO'
Katy Lema

El UNO es uno de los juegos de cartas más populares del mundo. Sus famosos “chúpate dos” y “chúpate cuatro” han vuelto a protagonizar debates entre sus aficionados a raíz de un tuit. La cuenta @RealTimeRating compartió este miércoles en X una publicación en la que explicaba que el propio juego había confirmado en sus redes que no está permitido jugar una carta de +2 para responder a otra de +2. Más de seis millones de usuarios han visualizado el mensaje, que acumula más de 50.000 “me gustas” y mil comentarios de tuiteros sorprendidos.

Las indicaciones por parte de la compañía se produjeron ya en 2022 y periódicamente vuelven a ser objeto de debate en redes sociales. “No se apila +2 con +2″, aclaró entonces el perfil oficial del juego. Dos años antes, en las cuentas oficiales de la empresa del UNO habían insistido en que tampoco se podía sumar un +2 a un +4 y hacer que el siguiente sume seis cartas más: “Si alguien juega un +4, tomas 4 y pierdes turno. No puedes poner +2″.

El objetivo del juego es que tu mano se quede sin cartas y, por eso, una de las tácticas más temidas es ponérselo difícil a los oponentes con las cartas acumulativas. Si esto pasa, cuando un jugador lanza la carta de +4, se debe robar cuatro cartas más y añadirlas a tu haber. En muchas casas otra costumbre es la ley: se permite responder con otra carta de +2 y el perjudicado termina siendo el siguiente jugador que se comerá seis cartas más. Esta jugada (y cualquiera que acumule cartas de robar) es tan popular que el perfil oficial del juego en X ha intentado aclarar la norma tal y como fue concebida.

Como explicó el periodista Pablo Cantó en Verne, el UNO “no es un juego para estrechar lazos, aunque este superventas, con millones de copias vendidas en todo el mundo, nació gracias a los esfuerzos conjuntos de toda una familia: la de Merle Robbins, un barbero estadounidense de procedencia húngara”. Cuenta con 54 años de historia, desde 1992 su propietaria es Mattel y surgió en la casa de la familia Robbins en Ohio tras jugar al ocho loco con la baraja inglesa. Según recoge la página del Museo Nacional del Juego de Estados Unidos, el ocho loco, como muchos juegos de cartas tradicionales, cuenta con diferentes variantes. Y la de los Robbins terminó siendo la gran triunfadora.

La historia del ‘UNO’

Merle Robbins contó en un reportaje publicado en 1980 en The Cincinnati Enquirer, su familia vio el potencial del juego tras invitar a casa a una pareja: “Nos dijeron que teníamos que comercializarlo, y empezamos a planteárnoslo”. Aquel diario recogía que decidieron pagar una tirada de 10.000 juegos entre el matrimonio Robbins, uno de sus hijos y su pareja. Del diseño de las cartas se encargó, según el libro The Hidden History of Cincinnati, el ilustrador Bob Grove. Grove era conocido por ser el autor del logo del equipo de baloncesto Sacramento Kings.

Los Robbins empaquetaron todo personalmente y en 1971 empezaron a vender el juego en la barbería de Merle Robbins por solo tres dólares. Cuentan que el primero se lo vendió a su amigo Andy, propietario de una funeraria: “Cada semana me llamaba para pedirme dos docenas de juegos o más. Cuando iba a convenciones o ferias, me pedía de cuatro a seis docenas”. De esta forma, el juego comenzó a popularizarse. Un año después de su lanzamiento, en 1972, el propietario de otra funeraria decidió comprarle el juego. Su nombre era Robert Tezak y pagó 50.000 dólares y 10 céntimos de royalties por cada UNO vendido.

Caja del juego de 'UNO' editado en 1971. La parte trasera de las cartas tenía ese color verde en las primeras ediciones, y no el negro al que estamos acostumbrados

Tezak contó en una entrevista a la agencia de noticias UPI, en 1992, que cuando compró UNO no tenía ni idea de cómo se vendían juegos de mesa. “No sabíamos absolutamente nada del negocio, comenzamos con un proceso de ensayo y error muy interesante, pero muy difícil… Y tuvimos mucha suerte”, reconoce. Fundó la empresa Games Inc. para distribuir el juego y, en 1980, ya había vendido más de 15 millones de copias en Estados Unidos. En 1992, la juguetera Mattel compró Games Inc. y con ella todos sus juegos, UNO incluido.

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Sobre la firma

Katy Lema
Es editora SEO y profesora de la Escuela de Periodismo de EL PAÍS. En este diario también fue responsable del blog Miss Festivales. Autora del 'Festibook', antes trabajó en medios como La Voz de Galicia, Onda Cero y RNE, y en páginas como Skyscanner o Código Nuevo. Es Licenciada en Periodismo y Magíster en Radio por la UCM.
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