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Las confesiones de Karol G en Netflix: “Me debo a mi público latino”

El documental sobre la cantante colombiana repasa los momentos clave de su gira, delante y detrás de los escenarios, como su tributo a Selena Quintanilla en Texas

Karol G
Marisol Jiménez

Con el corazón en la mano y la bandera de Colombia siempre a cuestas, Karol G llega a Netflix con Tomorrow Was Beautiful (Mañana fue muy bonito), un documental de una hora con 48 minutos que desnuda la intimidad, las batallas personales y los triunfos de la artista latina más influyente del momento. No es una pieza para la industria; es una carta para los suyos. Y así lo dice sin rodeos: “Si no fuera por mi comunidad latina, mi carrera sería cero. Me debo a mi público latino”.

El estreno llega tras el cierre de su gira Mañana Será Bonito World Tour, que culminó el 23 de julio de 2024 en Madrid, en el estadio Santiago Bernabéu, frente a más de 60.000 espectadores en cada una de sus cuatro citas. Fue la primera mujer latina en llenar ese estadio cuatro veces seguidas. Lo hizo con un vestido blanco, una flor blanca y su icónico cabello rosa ondeando como una bandera. Literalmente. Porque la bandera, la de Colombia, estuvo siempre ahí: en Los Ángeles, en Ciudad de México, en Buenos Aires, en São Paulo, en Londres, en Milán, en Ámsterdam. En cada escenario que la colombiana ha conquistado.

El documental, dirigido por Cristina Costantini, no se detiene en el espectáculo. Se adentra en los aviones, los camerinos, los hoteles, los silencios. Y también en las cicatrices: el acoso que sufrió a los 16 años por parte de un antiguo manager, los episodios de ansiedad, la compleja relación con su cuerpo, su lucha por apropiarse de la palabra bichota y convertirla en emblema de fuerza. Hay también espacio para su historia de amor con Feid, para los nervios antes de salir al escenario y para las lágrimas.

Además, hay luz y resiliencia. Como cuando muestra el trabajo de su fundación Con Cora, que recientemente logró llevar a un grupo de estudiantes colombianas a estudiar en la NASA. O como cuando interrumpe un concierto en Europa para hablarles directamente a los migrantes: “Sé que muchos de ustedes están en estos países buscando oportunidades lejos de sus casas, extrañando a sus familias. Y me parece increíble tener la oportunidad de poder traer un pedacito de la casa de ustedes”.

Uno de los momentos más emotivos ocurre en San Antonio, Texas. Allí, Karol G rinde tributo a su ídola de infancia, la fallecida cantante Selena Quintanilla, ante un público que la acompaña entre lágrimas y ovaciones. No es casualidad. Desde 2018, Karol lleva tatuado en el brazo derecho su propio rostro junto al de “la reina del Tex-Mex”. En el documental, se reúne con Suzette Quintanilla, hermana de Selena, y confiesa: “El verdadero fanático de Karol G sabe lo mucho que amo a Selena Quintanilla”.

“Yo no voy a tener la oportunidad de conocerla ni de cantar con ella. Pero sí puedo cantar para ella”. Y lo hace. En pleno concierto, en su voz suena Como la flor, y el estadio Alamodome—que alguna vez vibró con la misma canción— la acompaña. No es solo homenaje; es seguir manteniendo su legado vivo. “Pasan y pasan los años, y ella sigue siendo la leyenda que es hasta hoy en día”, dice la intérprete de 200 copas.

A lo largo del filme, repite un mantra: “Mi cultura me ha dado todo”. Y eso se traduce en sus palabras, en su música, en sus decenas de outfits llenos de brillos y transparencias. Desde Mientras me curo del cora hasta la colaboración de Mañana será bonito con Carla Morrison, la artista colombiana narra una historia que va más allá del éxito. Una historia de perseverancia y ternura, de contradicciones, de autodescubrimiento. “Aprendí a quererme como soy, más allá de lo que digan los demás”, afirma.

El cierre es redondo. Con su discurso de aceptación como Mujer del Año en los Premios Billboard, Karol G pone punto final a un viaje que no solo documenta una gira, sino una etapa de su vida. Una en la que una artista latina —resiliente, vulnerable, poderosa— se atrevió a escribir su propia narrativa.

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Sobre la firma

Marisol Jiménez
Es redactora de redes sociales de EL PAÍS US. Estudió la licenciatura en Ciencias de la Comunicación y Periodismo y la Maestría en Estudios México-Estados Unidos en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
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