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La política antimigrantes de Trump reducirá el crecimiento de Estados Unidos en 2025 en más de 10 billones de dólares

El análisis del American Enterprise Institute, basado en los logros de la Administración republicana, pronostica una migración neta negativa con un impacto de hasta 0,4 puntos en el incremento anual del PIB

Un migrante es detenido por agentes federales de inmigración en un tribunal de Manhattan, en Nueva York, el 3 de julio.
Nicholas Dale Leal

En la época de la elección presidencial, allá por el lejano final del 2024, se publicaron puñados de estudios que pretendían predecir el impacto económico de la política migratoria de Donald Trump. Basados en eslóganes y promesas de campaña, los escenarios eran poco menos que apocalípticos. Ahora, casi a la mitad del primer año del segundo mandato del republicano, el escenario es más claro y los datos para los análisis son reales, no mera especulación.

Esta semana, la American Enterprise Institute (AEI), un prestigioso think-tank conservador con cerca de un siglo de historia, publicó su primer estudio macroeconómico profundo con proyecciones basadas en la política migratoria impulsada por el Gobierno republicano en los últimos meses. La conclusión ya no pinta el colapso económico, pero sí una contracción de la fuerza laboral a corto plazo, lo que generará un panorama especialmente negativo para ciertos sectores, y eventualmente una reducción del crecimiento económico a nivel general de hasta un 0,4% del PIB, lo que se traduciría en más de 10 billones de dólares de pérdidas.

Los analistas no llegan a predecir una recesión, pues para ello se tendrían que tener en cuenta otros factores volátiles como la política arancelaria y los efectos de la nueva megaley presupuestaria aprobada el jueves en el Congreso y firmada por Trump el viernes en la Casa Blanca, que se prevé que afecten el crecimiento en direcciones contrarias. Pero Stan Veuger, analista senior del AEI y uno de los autores del estudio, señala por videollamada que la reducción pronosticada de todas formas es muy significativa. “Puede que no suene como mucho. Pero si se miran las predicciones serias del proyecto de ley presupuestario, ninguna afirma que genere un crecimiento mayor al 0,5% en 10 años. Viéndolo así, 0,3 o 0,4 es mucho, especialmente en un año. Pero, si partimos de un crecimiento del 2%, ni siquiera si los aranceles borran un punto completo del crecimiento llegaríamos a cero”.

El estudio parte de un profundo análisis para producir una proyección teniendo en cuenta un cúmulo de factores, desde la práctica congelación de ingresos irregulares nuevos, las deportaciones aceleradas o las idas voluntarias por el clima migratorio general, entre otros. A partir de ahí, se concluye que la migración neta para 2025 oscilará entre una pérdida de más de medio millón de personas y el ingreso de 115.000.

El rango más alto, señala el estudio, será más probable si la Administración no logra acelerar las deportaciones como quiere. Sin embargo, los analistas esperan que las expulsiones sí van a aumentar significativamente en la segunda mitad del año, así como la migración de salidas voluntaria, resultado de un mayor deterioro en el clima para los migrantes. Teniendo esto en cuenta, esperan que es más probable que la migración neta sea cercana a cero o negativa.

Esto tendría primero que todo un impacto en la fuerza laboral. Las proyecciones en este apartado varían en función de los diferentes escenarios migratorios señalados previamente. En el escenario de baja o negativa migración neta, el que identifican como el más probable, prevén un crecimiento en el empleo de entre 40.000 y 70.000, con una reducción gradual hasta llegar a una eventual contracción en 2028.

Donald Trump visita un centro de detención temporal de migrantes en Florida, el 1 de julio.

Los analistas ponen la lupa en el año 2025 y prevén que en la segunda mitad del año el crecimiento laboral se reduciría en 40.000 puestos de trabajo que en la primera mitad. Los resultados de empleo publicados el pasado jueves están justo en el centro de su rango, lo cual le da credibilidad al estudio y por lo cual es previsible que a partir del próximo mes la reducción comience a ser mucho más notoria, señala Veuger.

Un menor mercado laboral disminuye la capacidad de producir bienes y servicios, lo hace más costoso y resulta en mayor inflación. No obstante, los autores del análisis del AEI estiman un aumento de la inflación modesto, pues el incremento en costos se vería compensado en una reducción en la demanda. Sí esperan que los precios suban en algunos sectores específicos, como productos agrícolas o servicios sanitarios domiciliarios, pero que bajen en otros donde la demanda tienda a la baja.

“Diría primero que los efectos más importantes serán a los hogares donde una persona es deportada o no migra desde fuera. Fácilmente el presupuesto del hogar puede ser diezmado. Lo mismo para negocios que contraten personas que serán deportadas o que nunca lleguen”, explica Veuger. “Lo veo como círculos concéntricos donde el impacto en el bienestar es muy grande para un número relativamente pequeño de gente y luego va sumando para generar un impacto relativamente pequeño en la macroeconomía”.

Según esa lógica, Veuger no cree que los salarios se vean afectados drásticamente más que en algunos sectores y regiones del país, como puede ser la construcción o en la agricultura. Puede que allí algunos negocios no sobrevivan el incremento de costos. “Pero no es solo en los sectores más bajos. En las universidades también. Si las visas estudiantiles bajan mucho, ahí habrá un impacto”, agrega el analista.

“En el lado macro, si el crecimiento se ralentiza, lo más obvio es que la deuda se acumulará más. Eso es importante tenerlo en cuenta. Luego habrá un impacto demográfico también, pues los inmigrantes suelen ser más jóvenes. Para los sistemas pensionales y de salud es beneficioso que lleguen migrantes”, agrega Veuger.

Como todas predicciones, señala el estudio, hay que ser cautelosos a la hora de leerlos. El análisis asume que la retórica antiinmigrante más extrema de la Administración Trump —en la que se habla de deportar 20 millones o hasta 60 millones de personas— es imposible de realizar, pero si de alguna manera lo hiciera, se desatarían consecuencias mucho más extremas e impredecibles. Sin embargo, el panorama descrito en este caso busca estar lo más atado a la realidad posible, aunque esa realidad en la actualidad es ya inédita.

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Sobre la firma

Nicholas Dale Leal
Periodista colombo-británico en EL PAÍS América desde 2022. Máster de periodismo por la Escuela UAM-EL PAÍS, donde cubrió la información de Madrid y Deportes. Tras pasar por la Redacción de Colombia y formar parte del equipo que produce la versión en inglés, es editor y redactor fundador de EL PAÍS US, la edición del diario para Estados Unidos.
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