Las matronas del Hospital de Torrejón alertan de problemas en los paritorios, la joya de la corona

El paritorio es la joya de la corona del Hospital de Torrejón, centro público de gestión privada. Incluso organiza visitas guiadas para mostrar a las futuras madres las instalaciones y los métodos con los que trabajan, que se basan en procesos con la mínima intervención. Cientos de familias de otras áreas sanitarias (no cápita) acuden cada año a dar a luz a Torrejón, por lo que el hospital cobra un extra al canon que tiene estipulado con la Comunidad de Madrid.

En una carta firmada por el equipo de matronas y Técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE), a la que ha tenido acceso EL PAÍS, se asegura: “Las circunstancias actuales sobrepasan y limitan nuestra capacidad asistencial para brindar una atención segura y de calidad a nuestras pacientes, como hasta ahora ha sido el referente y la forma de trabajar en nuestro servicio”.

La carta está fechada el 4 de marzo de 2024, pero según dos trabajadoras del paritorio con las que ha contactado este diario, la situación no ha variado. Se trata, en cualquier caso, de denuncias anteriores a las grabaciones del pasado septiembre en las que Pablo Gallart, consejero delegado del grupo Ribera (gestor del hospital), pedía a una veintena de directivos de la empresa aumentar las listas de espera y buscar los procesos más rentables para aumentar el EBITDA (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones), y que fueron desveladas la semana pasada por EL PAÍS.

Las matronas y TCAE piden en su escrito “la revocación del protocolo de no derivación y la implementación de protocolos claros y efectivos para la derivación”. El servicio dispone de ocho paritorios, y siempre debería quedar uno libre por si acude una mujer con un parto precipitado. Pero según denuncian las trabajadoras consultadas, esto no se cumple para no perder esos pacientes que generan ingresos extra al hospital.

El de Torrejón, pese a que cubre a un 2,2% de la población de Madrid, atiende cada año unos 2.000 partos, más del 5% de los que se producen en la región. Es decir, aproximadamente el doble de los que le corresponderían.

Uno de los reclamos del paritorio es la bañera, donde muchas mujeres eligen parir. Pero las empleadas aseguran que en muchas ocasiones no se puede usar, puesto que el proceso requiere de una matrona y una auxiliar y, si está el paritorio lleno, como aseguran que es habitual, no queda personal suficiente para acompañar este tipo de nacimientos.

Ya en su carta de 2024 el personal firmante requería “el establecimiento de un ratio seguro entre el binomio matrona-TCAE y el número de pacientes, especialmente en presencia de casos de partos de alto riesgo o partos de baja intervención y/o en el agua”, donde la atención especializada y la supervisión constante, decían, son fundamentales “para el bienestar y seguridad” de las pacientes.

Este periódico ha trasladado estas demandas a la Comunidad de Madrid a través del servicio de prensa del Hospital de Torrejón. No ha habido respuesta.

En el escrito, las matronas y técnicas pedían mejoras en las condiciones laborales para que se reconociera su labor y se retuviera el talento de las profesionales: “Nuestro hospital se ha convertido en un destino preferido para muchas mujeres debido a nuestra reputación como profesionales altamente capacitadas y dedicadas. Es importante subrayar que este reconocimiento es resultado del arduo trabajo y la excelencia profesional de nuestro equipo de matronas y TCAE”, reclamaban.

Esta excesiva carga laboral que denunciaban hace que muchas abandonen su puesto de trabajo. Según fuentes del hospital, 22 matronas han abandonado desde 2022 un servicio cuya plantilla total son 21 matronas.

“Eximir de responsabilidades”

“Esta comunicación eximirá de cualquier responsabilidad a nuestros colectivos por los incidentes adversos que pudieran surgir como consecuencia de mantener las condiciones actuales en nuestro servicio. Es evidente y deseamos reiterarlo que, mantener estas condiciones un día más, acarrearán la llegada de acontecimientos y situaciones negativas que podrían haberse evitado en un entorno laboral más adecuado y seguro del que actualmente carecemos”, dicen las trabajadoras en su escrito.

Una sanitaria del paritorio, que pide figurar sin nombre por miedo a represalias, asegura que tras la carta, la dirección de enfermería llamó a las trabajadoras y les dijo que “si no les gustaba, ahí estaba la puerta”.

Más recientemente, tras la reunión del CEO con los directivos para pedir recortes del 25 septiembre, hubo una reunión con las matronas, auxiliares y los mandos intermedios en la que se dio la orden directa de imputar todo el material utilizado a cada paciente. “Esto significa asignarle cada aguja, cada jeringa, cada paño estéril, cada kit de epidural a cada mujer, informáticamente, entendemos que para conocer el gasto”, explica esta trabajadora, que se queja de “un esfuerzo y tiempo extra para las profesionales”.